La mañana amaneció soleada y fría, con una luz espectacular
para la fotografía y muy buena visibilidad, así es que me dirigí hasta las lagunas de Villafáfila, que en esta época están en su mayor auge a
nivel de cantidad de ejemplares. Nada más pasar Villarrín un grupo de gansos
comía tranquilamente. Continué hasta el cruce de Otero de Sariegos donde, como
dice uno de nuestros refranes,"todo mi gozo en un pozo". No se veía
absolutamente nada. La niebla era tremendamente densa y lo cubría todo desde
ese punto.
Como he comentado en varias ocasiones las Lagunas de
Villafáfila son de agua salada, hecho que sorprende a mucha gente que llevo a
conocer este magnífico entorno. Este hecho provocado por el tipo de suelo ha
propiciado desde la prehistoria la extracción de sal que fue muy importante y
codiciada ya que no había ningún otro lugar cercano de extracción de este
mineral, con lo que a lo largo de la historia las salinas fueron controladas
por señores poderosos (nobles o reyes) y la Iglesia. Las lagunas eran un
centro de abastecimiento de sal y como tal debían de ser protegidas y
controladas ya que la sal era un bien de primera necesidad.
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Allí estaba. Entre la niebla. Un ganso con collar amarillo. |
Según me dirigía hacia el pueblo de Villafáfila distinguí un
gran grupo de gansos muy cerca de la carretera, detrás del pinar. Bajé y me
situé entre los pinos desde donde se distinguían las siluetas de miles de
gansos. Según los miraba con el telescopio apareció uno diferente, ¡tenía un
collar amarillo! Los gansos con este collar han sido anillados en Alemania y no
son muy comunes en esta zona. Tenía que intentar leerlo pero la niebla era un
adversario demasiado poderoso.
Allí estuve más de media hora esperando ver el
código de su collar. Nunca había conseguido leer entero un ganso con este tipo
de collar y con este parecía que iba a suceder lo mismo. En un fugaz momento en el
que el sol derrotó a la niebla conseguí ver la letra grande. Era una N. Poco a
poco el sol se abrió paso hasta dejar al descubierto al ganso. Esta era la mía.
Por fin lo leería. Cuando estaba completamente despejado, la visibilidad era
buena y el ganso lo tenía a menos de 60 metros...¡se fue! Se marchó y me dejó
completamente decepcionado. Una vez más no podría leer un ganso con collar amarillo.
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Siempre alerta. Mientras unos comen, otros vigilan. |
Otro momento importante en la historia de Villafáfila fue la
reunión entre Fernando el Católico y Felipe el Hermoso el 27 de Junio de 1506.
Felipe había desembarcado en La Coruña proveniente de Flandes. Desde allí se
dirigió hasta Puebla de Sanabria donde esperó a que el rey Fernando llegara.
Así el 20 de Junio de 1506 se reunieron en el campo de Remesal donde
discutieron la incapacidad de la reina Juana para gobernar. Días más tarde
firmaron en Villafáfila el Tratado de la Concordia en el que se ponía por
escrito lo acordado en Remesal en el que Felipe el Hermoso (marido de Juana la
Loca) quedaba como rey de Castilla y Fernando el Católico (padre de Juana) se
retiraba a Aragón.
Tras mi frustrada lectura del collar y viendo que la niebla
había levantado me dispuse a continuar mi visita a las lagunas. Según me
acercaba al pueblo un pequeño grupo de gansos comía tranquilamente a unos 200 metros de la
carretera. ¿Y si estaba ahí? Siempre hay que probar suerte y aunque el grupo
era muy pequeño cabía esa posibilidad así es que paré en un camino alejado.
Coloqué el telescopio y...¡allí estaba! No se me podía escapar. Recorrí un buen
tramo de la carretera andando para intentar verlo mejor. Me acerqué todo lo que
pude y después de casi cuarenta minutos de: "vamos gírate", "la
N ya la he visto", "parece un 7", "otra vez el mismo lado.
Gírate", "¡Es el 77!". Lo leí. Era el N77.
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Era el N77. |
El tratado de Villafáfila duró muy poco tiempo ya que el 25
de septiembre de ese mismo año murió Felipe el Hermoso, y Fernando el Católico
volvió a ser el rey como regente de su hija Juana la Loca ya que el hijo de
esta con Felipe solamente tenía 5 años. Sería el futuro Carlos I de España y V de
Alemania.
De ahí, de Alemania era de donde provenía el ganso. Había
sido anillado el 11 de Junio de 2008. Tenía 4 años y era una hembra. Se anilló
en Bergen (Rügen) y era la primera vez que se le veía en España. Esta era su
primera lectura en nuestro país, lo cual supone un orgullo añadido. Primera vez
que conseguía leer un collar amarillo y además era la primera vez que se le
veía en España. A este ganso se le ha visto 25 veces. De ellas, 23 en Alemania,
1 en Polonia y 1 en Villafáfila. Mi satisfacción era total. Todas estas
observaciones, alemanas y polaca, se produjeron en una zona muy concentrada, con
lo cual se había movido muy poco, por lo tanto esta vez puede que fuera su primer
desplazamiento hasta nuestras tierras o quizás había venido antes y nadie lo
había conseguido leer.
Continué toda la mañana por las lagunas con una enorme
satisfacción pero las lagunas siempre sorprenden y me tenían reservadas otras
sorpresas.
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4 gansos caretos. 3 adultos y un joven que está entre los dos adultos que se ven bien. El tercer adulto está de espaldas en el centro de la imagen. |
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Al fondo de este grupo de gansos comunes se ven 4 gansos caretos. |
Este año está siendo muy bueno en la entrada y observación
de gansos caretos. Pude ver un grupo de 12 en la Salina Grande y otros 5 junto
a la carretera de Otero, pero la siguiente estrella fue un tarro canelo que llevaba
varios días por la zona y que por fin pude ver.
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Tarro canelo en el centro de la imagen rodeado de un gran grupo de gansos en el que había varios caretos y dos gansos marcados con un collar azul oscuro.
Al fondo varios tarros blancos. |
No es la primera vez que veo un
tarro canelo en las lagunas pero sí es la primera de este año. El tarro canelo vive
habitualmente en el norte de África, oriente de Europa y parte de Asia. Tiene
un color inconfundible, llamativo y vistoso además de muy espectacular. Pasa
casi todo el día fuera del agua y no es nada común verlo en nuestras tierras.
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Imagen, no tomada en Villafáfila, de un tarro canelo. |
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Imagen de un tarro canelo tomada el 6 de febrero de 2011 en la laguna de Barillos. |
Aparte de los gansos caretos y el tarro canelo volví a ver
un ganso campestre que fue la imagen frustrada de la mañana ya que pude sacarle
una fotografía pero, por diversas razones, salió muy movida. También un águila
real llamó mi atención. Era una adulta y estaba posada en un montón de alpacas.
Observando. Oteando y esperando su oportunidad.
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Alcaudón real. |
Un alcuadón real, tres cigüeñas blancas, un bando de doce perdices, verderones y jilgueros, chorlitos dorados, avefrías, estorninos, cercetas
comunes, frisos, azulones, silbones, cucharas, tarros blancos, avocetas, un rabudo,
ratoneros, laguneros, milanos reales, algún mochuelo, correlimos comunes y
algunas gaviotas reidoras fueron salpicando mi recorrido por las lagunas.
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De un lado los cazadores. Del otro las perdices dentro de la Reserva. |
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Momento de aseo. Los estorninos pintos forman enormes bandos. |
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Porrón bastardo que continúa en el Centro de Interpretación. |
En el centro de interpretación seguía el porrón bastardo
además de fochas, zampullines, azulones, frisos y alguna agachadiza.
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Grupo de fochas espantadas ante la presencia de un aguilucho lagunero. |
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El día anterior había ido a las lagunas con unos familiares y, junto a la pequeña Claudia que estaba emocionada leyendo los collares de las fochas,
conseguimos leer el de esta, que resultó ser la primera observación que se hacía de este ejemplar desde que se anilló el 3 de febrero de este año. |
La mañana
llegaba a su fin. Había sido una buena jornada que se vio reforzada cuando
José Miguel San Román, al que agradezco enormemente su celeridad y gestiones, me
mandó el historial de mi primer ganso marcado con un collar amarillo.