En nuestra última visita a las lagunas de La Nava
descubrimos una grulla anillada, la combinación de colores de su pata izquierda
nos indicaba que había sido anillada en Finlandia así es que nos pusimos a
investigar su historia.
Lo primero que hago cuando veo una grulla anillada es
introducir sus códigos de color en la página de ICORA en la cual hay un enorme
banco de datos de grullas anilladas en diferentes países de Europa pero, en
esta página no están todas, y esta, no lo estaba.
El siguiente paso fue ponerme en contacto con José Miguel San
Román, biólogo de la Reserva Natural de Las Lagunas de Villafáfila y anillador
del grupo GIA-León que, rápidamente, me pasó el correo electrónico de un
anillador finlandés al cual mandé un correo electrónico con las dos
observaciones de la grulla esperando una respuesta que llegó rápidamente
mediante la contestación por parte de quién anilló a la grulla, J. Leppänen,
a quién agradezco enormemente su amabilidad y rapidez en las explicaciones
(algo que, por desgracia, pasa menos veces de las que nos gustaría cuando vemos
un ave anillada), así como a P. Mustakallio y J. M. San Román sus eficaces
gestiones.
La grulla fue anillada como pollo el 10 de julio de 2013
cerca del lago Nisäjärvi, al este de Finlandia, junto al pueblo de
Sammakkovaara en Polvijärvi donde fue vista hasta el 22 de septiembre de 2013.
Esta grulla nacería en junio de 2013 y abandonaría
su nido inmediatamente para comenzar la inspección de su territorio entre
árboles, turberas y el lago. Junto con sus padres se alimentará los siguientes
meses, sobre todo de arándanos, para ir cogiendo fuerzas poco a poco. No se
despegará ni un momento de sus progenitores que le enseñarán todo lo necesario
para sobrevivir en este bello lugar.
Fotos tomadas el 15 de septiembre de 2013 cerca de donde se anilló, en Finlandia. Se puede apreciar su color típico de joven, sobre todo la cabeza de color castaño. |
Agradezco enormemente a Janne Leppänen su maravillosa predisposición, información y fotografías para la realización de esta entrada. |
Cada grupo tendrá su guía que les indicará hasta donde ir.
La migración hacia el sur ha comenzado; la joven grulla irá siempre junto a sus
padres que la cuidarán, atenderán y enseñarán todo lo que debe saber durante el
siguiente año, hasta el regreso de nuevo a sus zonas de cría.
El grupo de nuestra grulla utilizará la ruta occidental que
les llevará (dependiendo de los años) hasta el lago Hornborga (Suecia) o hasta
la isla de Rügen (Alemania) o quizás directamente hasta el río Oder donde
descansarán y se les unirán grullas provenientes de las Repúblicas Bálticas o
Polonia. Tras, un descanso para comer, levantarán el vuelo, buscarán una
térmica (el gasto de energía es mucho menor), subirán y subirán para dejarse
llevar por el viento, planeando hasta que estén cerca del suelo donde buscarán
otra térmica para realizar la misma operación, llegando hasta su próximo lugar
de descanso, los lagos Der y Chantecoq (Francia).
Nuestra joven grulla se fijará en montañas, ríos, lagos,
ciudades...deberá de memorizar el viaje, deberá de aprender la ruta ya que su
misión este año es aprender todo lo necesario para sobrevivir y, la ruta, es
básica para su vida.
Su siguiente punto de descanso son Las Landes de Gascogne
(Francia) donde cogerán fuerzas para atravesar los Pirineos y llegar hasta la
Península Ibérica, hasta la Laguna de Gallocanta (Zaragoza) donde se dividirán
en varios grupos para desplazarse hasta Extremadura y Andalucía pero, algunos
grupos, vendrán hasta las Lagunas de Villafáfila (Zamora) y las Lagunas de La
Nava (Palencia), hasta donde llegó la joven grulla de nuestra historia.
Imágenes muy testimoniales de la grulla en la laguna de La Nava (Palencia) los pasados 6 y 8 de diciembre de 2014. |
Este, casi con toda seguridad, fue el recorrido que realizó
la joven grulla en 2013, junto a sus padres, pero no hay constancia de ello ya
que no fue vista en ninguno de los lugares anteriormente citados hasta su
segunda migración, la realizada en 2014, donde la pude observar junto con mi amigo Ernesto Hernández, el 6 y 8 de diciembre en La Nava. Unos 4.000 km de recorrido; un esfuerzo enorme, lleno de peligros y adversidades, un esfuerzo titánico que hacen, cada año, en dos ocasiones las grullas que llegan hasta la península Ibérica.
Durante los siguientes dos o tres años hará el mismo viaje,
con su grupo, pero en un momento determinado encontrará una pareja a la que le
será fiel toda su vida y tendrán pollos que deberán enseñar el camino, las
zonas de descanso o las zonas de comida a menos que se corte el ciclo vital,
que se corte la venida de las grullas hasta la Península Ibérica por diferentes
razones y se olvide el camino, no sepan por donde venir, como les pasó a los
gansos campestres que venían a miles hasta la provincia de Zamora pero, eso
será el tema de otra historia.