Hace
unas semanas retomaba la historia de un lince llamado Kentaro que había sido
soltado en el municipio de Mazarambroz (Toledo) en noviembre de 2014 procedente
del centro de cría en cautividad de Silves (Portugal) junto con sus hermanos
Khan, otro macho, y Kuna, una hembra. La historia de este lince es apasionante,
su collar permite a los científicos seguir sus pasos y saber por donde se
mueve, cuanto se desplaza o que come; este lince es protagonista de noticias de
prensa, entradas de blog o portadas de periódicos, y fue, leyendo varios de
esos artículos, cuando no daba crédito a lo que leía, mi sorpresa y perplejidad
se unieron a partes iguales quedando realmente sorprendido e impactado ¡ese
lince había cruzado la provincia de Zamora de este a oeste!
Lince Kentaro en el momento de su liberación. Foto de Luis Suarez/WWF. |
¡Un
lince había estado en Zamora durante algunos días o semanas! ¿nadie se había
enterado? ¿no se había hecho pública ninguna noticia de tal acontecimiento?
¿nadie lo había visto? Teniendo en cuenta que en los diferentes lugares por los
que había pasado se habían hecho eco de tal suceso y había quedado reflejado en
periódicos impresos o ediciones digitales tanto locales como nacionales, en blogs o incluso
había sido visto por personas que lo habían fotografiado, ¿como era posible que
por Zamora nada de nada? que el paso por nuestra provincia quedara reflejada en
periódicos portugueses o de otras zonas de España y aquí silencio absoluto;
¿quizás teman por su vida si dicen por donde está? ¿quizás en nuestra provincia
se considera que es muy peligroso decir su localización aproximada?
El
hecho es que me alegré enormemente de que un lince hubiera vuelto a nuestra
provincia, que hubiera pasado por ella ya que aquí siempre hubo linces, nuestra
tierra fue tierra de linces, nuestra tierra fue lugar en el que convivieron
lobos, osos y linces, tres iconos de la fauna de la península ibérica; linces
que se dejaron de ver en nuestros campos en los años 90 del s.XX.
Varios
hechos marcaron el declive y extinción del lince en Zamora. La disminución de
los conejos, la reforestación en los años 70 y la caza sentaron las bases para
que se extinguiera. El lince en Zamora, igual que en gran parte de España, se
dejó morir, no se hizo nada por su conservación, ni siquiera se intentó.
Desapareció y punto. Si no se hubieran realizado programas de ayuda en otras
partes, sobre todo Andalucía, bueno, sólo allí; hubiera pasado lo mismo y el
felino más amenazado del mundo hubiera desaparecido de toda la península ibérica.
He
hablado con gente que tuvo la inmensa suerte de verlos en sitios diferentes de
nuestra provincia y todos coinciden en lo mismo, es un animal que
impresiona, un animal impactante y hermoso que fuimos eliminando poco a poco,
que dejamos morir lentamente, que perdimos sin remisión.
Cada
cierto tiempo hay noticias en Zamora de avistamientos de linces, surgiendo el
eterno debate de si hay o si no hay, que si se han visto en no sé dónde, que si
fulanito lo vio, incluso dirigentes políticos como el delegado de la Junta de
Castilla y León afirman que hay algún lince y añade: “la mejor forma de
protegerlo es no hablar de él. Es una especie protegida de alto valor, que se
encuentra en un lugar concreto de la provincia”; "porque cuantas
menos personas intenten ir a verlo, mejor será para su conservación”.
Lo cierto es que no hay ni una sola fotografía, huella o excremento y hasta
que algo así no se pudiera comprobar, no hay; pero esto ha tenido un alto en el
camino, un paréntesis, Kentaro, un macho de lince marcado con un collar se sabe,
a ciencia cierta, que ha estado, mejor dicho ha cruzado de este a oeste nuestra
provincia entera, algo realmente increíble, algo que es un hecho histórico que
es de justicia resaltar.Lince Khan en el momento de su liberación. Fotografía de Carlos Serrano-Iberlince. |
Pero esta historia comienza hace algunos meses. Comienza cuando en el
proyecto LIFE Iberlince se plantea la reintroducción del lince ibérico en Toledo
para lo cual se eligen tres ejemplares hermanos (dos machos y una hembra) procedentes
del centro de cría en cautividad de Silves (Portugal) que son soltados el 26 de
noviembre de 2014 en el término municipal de Mazarambroz (Toledo); ahí comienza el increíble viaje de los dos machos
que tomando direcciones opuestas han recorrido más de mil quinientos kilómetros pero voy a centrarme en Kentaro, el que tomó dirección norte.
Quedan alrededor de 325 linces que suponen una exigua población
que intenta subsistir a duras penas, todas las ayudas posibles para su
conservación son bienvenidas, entre ellas, en 2014 el proyecto LIFE Iberlince reintrodujo
18 ejemplares en Ciudad Real, Badajoz, Toledo y Portugal; ejemplares que son una
bocanada de aire fresco que intentarán volver a asentarse en zonas en las que
siempre hubo linces y conformen una nueva población a las ya conocidas de la
sierra de Andujar y el Parque Nacional de Doñana.
Kentaro es uno de esos linces
pero Kentaro es algo más. Este lince está
rompiendo todos los paradigmas entorno a su especie, está demostrando, con
hechos, situaciones que no se creía fueran posibles en ellos. Kentaro es un
luchador, un superviviente que lleva recorridos cientos de kilómetros
en los que ha cruzado autovías, vías de ferrocarril, carreteras, ríos o
pantanos pasando por territorios en los que no hay conejos y se ha alimentado
de corzos o roedores (hechos comprobados) pero, seguramente también haya comido
liebres, peces, micromamíferos o cualquier otro animal que pudiera cazar.
Kentaro
ha recorrido en parte o cruzado Toledo, Madrid, Cuenca, Guadalajara, Soria, La
Rioja, Burgos, Zaragoza y Zamora; su viaje es impresionante pero ¿por donde ha
llegado a Zamora? Al respecto no hay datos publicados pero supongo que ha
tenido que cruzar Palencia y Valladolid aunque no he sido capaz de encontrar
nada que así lo certifique.
Kentaro
entró en Zamora por el este, la atravesó y salió por el oeste hacia Portugal
donde se encuentra (en teoría) desde el 4 de agosto de 2015. En Portugal ha
sido considerado una gran noticia, siendo portada de periódicos al igual que en
todas las provincias por las que pasó menos en Zamora (y en su periplo desde Soria
hasta aquí).El motivo fundamental por el que Kentaro está en continuo movimiento es un enigma pero, mi opinión personal, es que está buscando un lugar en el que asentarse en el que haya una hembra, está buscando compañera.
Kentaro
es un superviviente y está demostrando que sin conejo un lince puede sobrevivir
aunque ¿se podría adaptar una población a subsistir sin su presa fundamental? Quizás
Kentaro está sentando un antes y un después; también está demostrando que las
conexiones entre poblaciones de linces son posibles y viables aunque estén muy distanciadas y los peligros sean tremendos.
Al igual
que Kentaro, su hermano Khan, ha hecho un recorrido impresionante pero su
dirección fue hacia el oeste para llegar también a Portugal a través de
Cáceres.
¿Qué
les deparará el futuro? ¿Conseguirán sobrevivir y llegar a una zona con más
linces? El tiempo lo dirá pero lo que ya han hecho es historia y un viaje que
está dejando perplejos a todos.