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domingo, 25 de octubre de 2015

Mis primeras grullas de esta temporada.

La mañana estaba agradable cuando llegué a las lagunas de Villafáfila, eran las ocho y tenía poco tiempo; mi meta era poder ver las gullas que ya habían llegado a la reserva. Villafáfila está sin agua, el aspecto de las lagunas es desolador, solamente tiene agua la Salina Grande, cuando digo agua, es una fina lámina en una parte muy pequeña; como no llueva pronto la temporada invernal se antoja nefasta.
Las grullas suelen viajar en familias y en pequeños grupos. Extremadura y la laguna de Gallocanta (Zaragoza) son los principales lugares en los que las grullas pasan el invierno en la Península Ibérica. Las que llegan a Villafáfila provienen de Europa pasando antes por Gallocanta para dirigirse hasta Extremadura. Algunas se desvían hasta Villafáfila para, unas descansar y después proseguir su camino, y otras quedarse para pasar aquí el invierno.
Cuatro solitarias grullas, dos adultos y dos jóvenes, en mitad de la laguna seca fue mi primera y patética visión de un ave larguirucha y espigada, de un ave elegante y charlatana que no para de emitir ruidos constantemente como en una conversación sin fin en la que todas quieren hablar.
Esos dos jóvenes no se separaban de los adultos, sus padres, esos dos jóvenes tienen que aprender, tienen un año entero para conocer la ruta migratoria; por dónde ir, a dónde parar y, cuándo llegan al lugar de destino, donde moverse para comer o para descansar, sin olvidarnos de la ruta de vuelta hasta sus zonas de cría. Esos jóvenes deberán recordar todo lo que le enseñen las adultas ya que, al año siguiente, ya no tendrán esas guías tan especiales, deberán realizar el viaje sin seguir las indicaciones de las adultas que tendrán otro pollo al que enseñarle el recorrido.
Encontré al gran grupo comiendo entre las hierbas y las tierras aradas. El grupo se compone de pequeños grupos o familias que han viajado juntos; este grupo de unos cuatrocientos ejemplares forma parte de las, aproximadamente, 150.000 grullas que invernan en España, de las cuales más de la mitad se concentra en las dehesas extremeñas donde encuentran una fuente de alimento fácil y nutritiva, la bellota. El resto lo hace entre Andalucía, Castilla la Mancha y Aragón pero, un porcentaje muy bajo, se queda en las lagunas de Villafáfila.
Comían y se movían sin parar. El grupo estaba formado por un buen número de jóvenes que son fácilmente identificables ya que son un poco más pequeñas y tienen  la cabeza gris-castaño.
La mayoría de estas grullas provienen de Alemania, Suecia o Noruega y, en un porcentaje muy bajo, de Polonia, Finlandia, oeste de Rusia o países bálticos. Desde allí vuelan en su característica forma en “v” que me mostró un pequeño grupo que me pasó volando por encima.
Cuando vuelan en "v" los jóvenes van en las partes finales, fijándose en el recorrido para aprenderlo; se van turnando entre ellos, mientras, los adultos, van en las partes desde el centro hasta el pico de la "v", guiando a los demás y relevándose entre ellos, aunque, es normal, que algún adulto cierre la formación para quedar a los jóvenes en el medio.
Llegan las grullas, el otoño está aquí, de momento hay unas cuatrocientas en Villafáfila, lo normal es que vengan unas 1.000-1.500 hasta nuestras lagunas, esperemos que así sea y no desciendan sus números hasta los límites alarmantes a los que han llegado los gansos que cada año vienen en menor número ¿Cuántos vendrán este año?

domingo, 18 de octubre de 2015

El lince Kentaro en Zamora.

El pasado viernes saltó la gran noticia en los medios de comunicación, el lince Kentaro ha estado (o está) en Zamora. A finales de septiembre conté en una entrada la apasionante historia de este lince (pinchar aquí para recordarla), si lo anterior me parecía  increíble estás últimas noticias me resultan fantásticas y maravillosas ya que este lince viajero lleva por Zamora, en diferentes fases, desde finales de julio.
En la entrada anterior terminé contando que Kentaro se encontraba en Portugal y había bajado hasta la zona de Miranda do Douro, en las noticias aparecidas recientemente se nos narra su periplo desde ese momento, periplo que le ha llevado a pasar a la provincia de Zamora en dos ocasiones más de diferentes días de duración, la última desde el pasado día ocho de octubre hasta la actualidad en la que atravesó la Sierra de la Culebra para llegar a Sanabria.
Fotografía cedida por la Junta de Castilla y León.
La historia de Kentaro es apasionante, hermosa y triste a partes iguales, es un lince solitario que deambula en busca de un lugar en el que encuentre una pareja, ¿os imagináis que soltaran una hembra de lince en la zona en la que se encuentra? Sería algo increíble, la Sierra de la Culebra y Sanabria han sido lugares en los que hubo linces toda la vida, hasta muy recientemente y, la posibilidad de soltar algún lince en estas zonas, no es algo descabellado, ya se planteó y Kentaro está demostrando que puede vivir en estos territorios.
El proyecto Life Iberlince que soltó a Kentaro en Toledo hace casi un año es un proyecto ambicioso que trata de conseguir nuevas poblaciones de lince en lugares en los que siempre hubo y son una zona propicia para que regresen; así, se establecieron cinco áreas de reintrodución en Extremadura, Andalucía, Murcia, Portugal y Castilla la Mancha en las que se han liberado 45 ejemplares, 18 en el 2014, ojalá la Sierra de la Culebra o Sanabria sean lugares que puedan entrar en este proyecto y podamos volver a ver a este maravilloso animal recorriendo los montes que nunca debió de dejar de recorrer por la desidia de la administración y la inconsciencia humana.
Fotografía cedida por la Junta de Castilla y León.
Kentaro es un superviviente, una animal que está sorteando peligros constantes: carretas, autovías, embalses, vías de ferrocarril, ríos y pueblos; es un animal valiosísimo que está ofreciendo una cantidad enorme de información, es un animal al que hay que cuidar, respetar y proteger, es un animal que si alguien lo ve por casualidad que le deje en paz y a toda la gente que va de caza que tenga mucho cuidado porque un lince, un hermoso lince, el único lince de la provincia de Zamora, está en el campo, está en nuestro campo. Un enorme orgullo.

lunes, 12 de octubre de 2015

Centro del lobo ibérico en Robledo (Zamora).

Dieciseis años han pasado desde que se empezó a gestar el proyecto del Centro temático del lobo ibérico, dieciséis años de ilusión, esperanza, sinsabores, fracasos, alegrías y frustraciones que han terminado con la apertura el pasado día seis de octubre del tan ansiado centro.
Todo comenzó en 1999 cuando el grupo ecologista Ciconia invita al Alcalde de Puebla de Sanabria a conocer La Maison des loups de Orlu (Francia). Al año siguiente el ayuntamiento de Puebla de Sanabria comienza la gestación de la idea en la que trabajan José Luis Santiago y Javier Franco pero no solamente se dieron pasos hacia la apertura del centro ya que, otra vertiente muy importante del proyecto fue la realización de actividades para concienciar a la población de la comarca de la importancia de esa joya que tenemos en nuestra tierra, el lobo ibérico; así, se hicieron jornadas, programas de educación ambiental en colegios y campamentos, publicación de libros, exposiciones, y actividades de conocimiento y observación, en definitiva, multitud de actividades encaminadas al conocimiento, concienciación y respeto del lobo ibérico.
En 2008 el Ayuntamiento de Puebla de Sanabria inicia el acondicionamiento de la zona y la realización de los vallados, uniéndose al proyecto la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León y el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, iniciándose las obras que tuvieron un sin fin de problemas para terminar abriendo cuatro años después de su previsión inicial de apertura.
Del proyecto inicial al actual hay una enorme diferencia sobre todo en la manera de observar a los lobos ya que en un principio los lobos iban a estar en recintos en los que nunca verían a los visitantes, este concepto fue cambiando a lo largo del tiempo hasta la actualidad que no tiene nada que ver con lo previsto inicialmente.
El centro del lobo está situado muy cerca de Robledo, en un lugar privilegiado, es un lugar hermoso y espectacular que te llena desde que dejas el coche y te acercas por las pasarelas hasta la entrada. El interior es amplio, espacioso con unas instalaciones muy buenas que a los visitantes que había el día que me acerqué, les entusiasmó; en él hay diferentes salas en las que se explica la relación entre el lobo y el hombre o la riqueza cultural que el lobo ha generado en nuestra vida así como salas de proyecciones y audiovisuales.
Una vez visto el interior una rampa te conduce hacia los caminos para acceder a los tres observatorios que dan a los dos grandes jaulones (3 hectáreas cada uno) donde actualmente hay seis lobos, tres en cada una, un macho y dos hembras que están en un entorno natural espectacular.
El centro se puede convertir en un lugar de referencia para el lobo ibérico, un lugar de encuentro para cursos, charlas, divulgación y educación ambiental; un lugar en el que el protagonista sea el lobo; el centro es un flujo de aire fresco para la zona, puede ser un revulsivo muy importante para su dinamización y puesta en valor a través de su entorno natural y cultural; por lo tanto esperemos que sea gestionado correctamente para que sea un lugar de visita obligada en la comarca de Sanabria y punto de referencia a nivel nacional.

domingo, 4 de octubre de 2015

Berrea 2015.

Desde hace muchos años pasamos un fin de semana en época de berrea en una casa rural de la Sierra de la Culebra; fin de semana que aprovechamos al máximo, que disfrutamos del campo, de la tranquilidad y de la maravillosa compañía de familia y amigos sin los cuales no sería lo mismo y nada tendría sentido. El fin de semana ha sido intenso, muy intenso en observaciones, hemos tenido variedad, cantidad, calidad y emoción.
La berrea es intensidad, es emoción, son sensaciones que conforman un espectáculo sonoro y visual que da igual cuántas veces lo hayas visto u oído, siempre impresiona. Es un espectáculo inenarrable que hay que disfrutar con intensidad; desde la misma casa hemos escuchado a los poderosos ciervos que berrean a los cuatro vientos su fuerza y poderío; estábamos rodeados de machos que competían con un sonido desgarrado para delimitar su territorio y asegurar sus conquistas. Los ciervos buscarán grupos de hembras a las que puedan montar. Pasarán con ellas entre cuatro y siete días, cubriéndolas hasta que, pasado ese tiempo, buscarán otro grupo en el que hacer la misma operación.
Las ciervas entran en celo...
En esos días deberán defender "sus conquistas" de todo aquel macho que intente arrebatárselas. Lo harán con "berridos", miradas y midiéndose con el oponente y si los dos calculan que están en igualdad de fuerzas se entablará una lucha épica en la qué entrelazarán sus cuernas con tremendos choques y fuertes empujones hasta que uno de ellos ceda y se vaya.
Una pelea en la Sierra de la Culebra nos es fácil observar, no es común ver a dos grandes machos peleando por el favor de las hembras, hemos tenido la inmensa suerte de poder ver una pelea en la que los dos oponentes se empujaban febrilmente por echarse de “la tierra elegida”, se separaban y arremetían uno contra otro con una fuerza descomunal que trataba de expulsar al contrincante de la zona elegida por las hembras; un buen rato estuvieron forcejeando hasta que uno de los oponentes, cansado y herido en su orgullo dio media vuelta y salió corriendo en dirección contraria. Había perdido y las hembras se quedarían con el gran vencedor…¿o no?
En muchas ocasiones sucede todo lo contrario, el vencedor de la contienda no se lleva las hembras; estas se van con el perdedor. Este hecho sucede porque el tamaño y la complejidad de la cornamenta de los ciervos está directamente relacionada con su fertilidad, es decir, cuanto más grande y ramificada sea la cornamenta más fértil es el ciervo y, además, las hembras lo saben, con lo cual, elegirán al macho que más les convenga en función de esa percepción. Por eso, en ocasiones, cuando dos machos están pelando y la hembra se va con el perdedor, lo hace porque ella percibe que ese macho perdedor es más fértil, por lo tanto, es el que le interesa para poder conseguir su fin último, quedarse preñada. Ese macho habrá perdido porque está más cansado o débil (los machos comen muy poco durante la berrea perdiendo mucho peso y debilitándose) que el oponente pero, la hembra, se ha ido con él.
...los machos las buscan, reúnen y controlan durante días...
También hemos podido asistir a una monta de ciervos, que se ve precedida de una persecución insistente del gran macho a una de las hembras de su grupo que, tras dar unas vueltas o pequeños paseos, se quedará quieta para que el gran ciervo se acerque, se suba y dé un fuerte empujón que durará un segundo acompañado de un pequeño salto.
...berrean, marcan sus territorios, defienden sus grupos de hembras...
La berrea de este año está siendo bastante buena, Los ciervos se siguen concentrando en determinadas zonas de la sierra en las que se mueven las hembras, en esas zonas he tenido la sensación de ver buenos machos pero no grandes machos que cada vez escasean más o se esconden mejor; me gustaría recordar que en el año 2010 se produjo la gran muerte de ciervos en la sierra provocada por la bacteria pasteurella (o eso dijeron), en ese año murieron muchos ciervos jóvenes y de un año o menos que, quizás, fueran los grandes machos de hoy en día, machos de entre cinco y ocho años que ahora podrían tener veinte o veintidós puntas, esta, a lo mejor es una de las razones por las que se ven menos grandes ciervos, además, murieron también muchas hembras lo cual ha provocado una bajada en los nacimientos de nuevos ciervos que a fin de cuentas también ha repercutido en la falta de grandes machos actualmente (evidentemente desde mi apreciación personal).
...a lo largo de la mañana se irán resguardando en los pinares...
Hemos podido ver el ciclo completo de la vida de un ciervo; primero la berrea, luego la monta, ciervos de este año, ciervos adultos y ciervos muertos por el gran depredador natural que tienen, el lobo y muertos por el superdepredador que les acecha en esta época, el hombre; ciervos muertos que sirven de alimento a buitres, zorros, jabalís, cornejas o cuervos.
...que los ven entrar cansados después de una larga noche...
Los machos están cansados, renqueantes, lentos, necesitan descansar, se tumban y berrean, caminan con la boca abierta y la lengua fuera, es un tiempo duro en el cual su gran depredador está al acecho, está cerca y aprovecha su oportunidad implacablemente; un descuido, una cojera, un síntoma de debilidad es aprovechado por el lobo.
El lobo los sigue, los estudia y espera su momento. Hemos visto varios lobos diferentes y a todos se les veía gordos, sus barrigas estaban llenas, hay mucha comida ya sea por el ciervo cazado por ellos mismos o por el ciervo cazado por el hombre que solamente quiere el trofeo, la cabeza es lo único que le interesa, ese trofeo por el que ha pagado miles de euros, ese trofeo junto al que se hacen fotos orgullosos ante la atenta y estupefacta mirada de gente que va a disfrutar de los animales, a observarlos…
Sentimientos encontrados se han entrecruzado en muchos momentos, el cazador que los quiere matar, nosotros que los queremos ver y, por desgracia, los “observadores de berrea o los contadores de animales” que acuden a la sierra solamente en estos días, son imprudentes e impresentables cuando se meten en lugares que no se puede estar, no se ven ni más ni mejor a los animales cuanto más cerca estés y además, se les molesta.
...buscarán un lugar en el que descansar y pasar el día...
Los lobos caminan despacio, observan, escuchan, evalúan y actúan cuando lo requiere la ocasión, en esta época siempre hay una oportunidad, un momento de debilidad o una carroña a la cual acercarse, carroña en la que pudimos ver el comportamiento de más de ciento veinte buitres leonados y diez negros que comían por jerarquía absoluta, unos comen y otros esperan su momento sobre rocas, en el suelo entre los brezos o incluso subidos a pinos o robles cercanos y, cuando han terminado los superiores, el resto se acerca febrilmente en un baile de saltos, alas entreabiertas y picotazos para terminar de comer el cuerpo del gran ciervo que ha sido abatido por la bala de un cazador al cual solamente le interesaba la gran cuerna de su cabeza.
...pero seguirán berreando, el gran macho está ahí.
Otra de nuestras observaciones fue un fugaz y posible gato montés, digo fugaz porque nos cruzó por delante y digo posible porque aunque su aspecto y cola parecían de un gran gato montés nunca se sabe sino lo ves muy bien e incluso aun viéndolo.
Hemos visto varios jabalís, unos desde la misma ventana de la casa mientras buscaban en el suelo y lo levantaban como pequeños tractores arando la tierra o comían deliciosas manzanas que saboreaban tranquilamente; otros, moverse por el campo en pequeños grupos en los que había de todas las edades o incluso acercarse a la carroña del gran ciervo para intentar sacar partido y tener que irse con el rabo levantado y el pelo erizado tras el acoso de los buitres.
El fin de semana terminó con una impresionante luna que dará paso a más emociones, momentos y vivencias que están por venir.