La naturaleza asombra y sorprende. Una mirada o una imagen pueden hacerte descubrir sensaciones, curiosidades o una belleza deslumbrante.
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lunes, 26 de diciembre de 2016
sábado, 17 de diciembre de 2016
Libro: “Observaciones de campo del lobo ibérico”.
El pasado jueves fue un día muy especial. El comienzo de un final, me
explico, presenté en el Museo Etnográfico de Castilla y León (Zamora) el
libro: “Observaciones de campo del lobo ibérico”. Un sueño que vio la luz.
Quería hacer un libro fácil de leer, que todo el mundo,
independientemente de sus conocimientos técnicos o biológicos, pudiera leer y
disfrutar; un libro estructurado de una manera poco habitual pero que atrajera
y animara a su lectura, incluso a los niños o jóvenes.
Fernando García, José Luis Santiago, José Barrueso y Ernesto Hernández. |
En la presentación me acompañaron tres amigos y amantes
de la naturaleza que han colaborado en la gestación de este libro; amigos y
compañeros de tantas horas de campo, de tantas horas de frío, viento, lluvia y
calor en la búsqueda del lobo. Fernando García (gracias por tus fotos y
consejos), Ernesto Hernández (gracias por tus consejos y ayuda en ciertos temas
biológicos) y José Luis Santiago (gracias por tu compañía, consejos y mostrarme
al lobo como es).
La presentación estuvo muy concurrida y llenó el salón de
actos del museo en un acto ameno y distendido que dio el telón de salida a un
libro diferente sobre lobos. Gracias a todos los que estuvisteis allí, gracias a todos los que me habéis apoyado y animado, gracias a Pepe Calvo (director del museo) por su amabilidad y predisposición, gracias a Luis González (librería Semuret) por sus inestimables consejos y amabilidad. A todos, mil gracias.
El libro está dividido en cinco grandes bloques: “Sentir
al lobo”, “El grupo familiar”, “Alimentación”, “Encuentros fortuitos” y “Comportamientos
poco habituales”. Cada bloque es independiente y todos se desarrollan mediante
el relato de una observación directa de campo en la que narro una situación o
un hecho cotidiano en la vida de un lobo ibérico, de tal manera que al terminar
el libro se tenga una idea clara de cómo es su día a día.
El lobo ibérico es el protagonista de este libro, el
protagonista de cuarenta y cinco observaciones de campo en las que se nos
muestra su vida cotidiana. Una vida llena de emociones y peligros.
Tres páginas del libro. |
No es un libro de fotografías, es un libro de historias,
de situaciones cotidianas en la vida del lobo ibérico, de observaciones. Todas
las observaciones y fotografías de este libro han sido realizadas a lobos en
total libertad, sin causarles ningún daño, molestia o perjuicio, sin interferir
para nada en su vida, en sus movimientos o en sus quehaceres.
106 fotografías y 4 esquemas de caza ilustran el libro. |
Una de las finalidades de este libro es describir cómo
vive un lobo mediante observaciones reales de su comportamiento para conocer
mejor su vida, para comprenderlo, entenderlo, valorarlo y respetarlo.
(Más información en jbarru99@yahoo.es)
domingo, 11 de diciembre de 2016
Historias de gaviotas por Gijón I.
Para alguien de interior cuando vas al mar es algo
especial y diferente; hemos pasado unos días en familia en la bella ciudad
asturiana en la que en nuestros paseos por la playa y el parque de Isabel la
Católica pudimos disfrutar de un buen número de gaviotas y, entre ellas, algunas
anilladas. Gaviotas que nos cuentan una historia diferente, una historia
singular, su historia.
En esta primera entrada hablaré de las historias de las
gaviotas cabecinegras que pudimos ver. La gaviota cabecinegra es una gaviota de
las consideradas medianas que adquieren el plumaje de adulto a los tres años de
edad; en la provincia de Zamora se puede ver fundamentalmente en las lagunas de
Villafáfila ya que allí ha criado en los últimos años. Es una especie
originaria del noroeste del Mar Negro (Ucrania) desde donde a mediados del s.XX
comenzó su expansión hacia el oeste de Europa para llegar hasta la península
ibérica donde inverna en un buen número y crían algunas parejas (entre ellas las
de las Lagunas de Villafáfila).
Esta especie es una de las especies de gaviotas que distingo
ya que para alguien que no está acostumbrado a verlas es verdaderamente difícil
entrar en un mundo tan apasionante y complicado como este y,
todavía más, poder distinguir las diferentes especies con sus diferentes
plumajes en función de la edad y de la época del año.
En Gijón hay un buen número de gaviotas cabecinegras invernando que
se mueven entre la playa de San Lorenzo, El Rinconín y el parque de Isabel la
Católica. Entre todas ellas conseguí leer siete anillas, de las cuales, seis
eran anillas de color y una solamente con anilla metálica.
Empezaré por la más longeva ya que tiene 18 años y,
además, una curiosa historia. Es la E844 que ha sido anillada, ni más ni menos, que en tres ocasiones
diferentes.
La primera vez fue anillada el 17-6-1998 como pollo, en Holanda, y
solamente con anilla metálica. Desde ese momento hasta su siguiente
anillamiento nadie la pudo leer. El 25-5-2001 se volvió a anillar en Bélgica,
esta vez con anilla de color blanco y dígitos negros 4HV siendo vista 85 veces
hasta su nuevo anillamiento en Bélgica por Alain Le Dreff el 19-5-2012 con una
nueva anilla blanca y dígitos negros, la E844; desde ese momento se ha vuelto a
ver en 56 ocasiones y, siempre que se ha visto en España, ha sido en Gijón.
La segunda es la que más distancia ha recorrido desde su
lugar de anillamiento en Hungría. Fue anillada como pollo por Domján András el
15-6-2016 con el código H6V3. Esta preciosa gaviota ha recorrido 2.054 km desde
donde fue anillada hasta su primera y única observación (hasta la fecha) en Gijón.
La tercera es la que tiene el código 32A9 y fue anillada,
como pollo, en Holanda por Frank Majoor el 24-6-2010. Ha sido vista una vez en
Francia y 15 en España, de las cuales 13 veces en Gijón y 2 en Ceuta.
La siguiente tiene dos años y fue anillada con el código
RAR7 en Francia por Franck Salmon el 29-6-2014 y ha sido vista 11 veces en Francia,
1 en Málaga y esta observación en Gijón.
La RJ6R ha sido anillada también en Francia por Franck
Salmon el 2-7-2016 y ha sido vista 4 veces en Francia y 16 en Gijón. Algo muy
curioso de esta gaviota es que tiene un problema en la garganta ya que la tiene
abultada de una forma muy extraña y preocupante. En el magnífico blog de
Antonio Gutiérrez, al cual quiero agradecer su magnífica predisposición cada
vez que le pido ayuda en temas de anillas, la podéis ver en una fotografía
tomada al día siguiente de verla yo.
La última es la RA5K y es la primera vez que se ve desde su
anillamiento como pollo por Cap Ornis el 25-6-2016 también en Francia.
A todas estas hay que añadirle una séptima que solamente
tenía anilla metálica procedente de Polonia y que será muy complicado de saber
algo más de ella ya que la lectura de su código fue incompleta.
Seis gaviotas cabecinegras anilladas. Seis historias diferentes; unas más largas, otras más cortas pero todas nos cuentan su historia, su vida, donde están, que hacen, a donde van, que les pasa…historias apasionantes que podemos saber por la colaboración de todas aquellas personas que leen las anillas y lo comunican, y por la amabilidad de sus anilladores que comparten sus datos con todos nosotros.
Seis gaviotas cabecinegras anilladas. Seis historias diferentes; unas más largas, otras más cortas pero todas nos cuentan su historia, su vida, donde están, que hacen, a donde van, que les pasa…historias apasionantes que podemos saber por la colaboración de todas aquellas personas que leen las anillas y lo comunican, y por la amabilidad de sus anilladores que comparten sus datos con todos nosotros.
martes, 29 de noviembre de 2016
Villafáfila: una esperanzadora invernada.
El pasado 2 de noviembre escribía en una anterior
entrada: “Actualmente habrá entorno a 500-600 gansos en toda la Reserva; cifra
irrisoria que como no haga más frío en el centro y norte de Europa y aquí
llueva, no van a venir, ¿para que desplazarse miles de kilómetros si tienen
comida suficiente en el centro de Europa?”
La primera circunstancia ya ha sucedido. En el norte de
Europa han caído las primeras nevadas y el tiempo ha cambiado, algo que no
hacía por esta época en los últimos años, circunstancia que ha empujado a miles
de ánsares a desplazarse hacia el sur, con lo cual, en el último censo efectuado en la reserva el pasado día 15, se contabilizaron algo más de
4.000 ejemplares pero, ahora y después de mi última visita el pasado día 25,
esa cifra, estoy seguro que ha aumentado más.
Esto es un motivo de alegría ya que hacía varios años que
no había esa cifra en las lagunas de Villafáfila en la época en la que nos
encontramos pero, la segunda circunstancia debe de suceder; hay muy poca agua
en la reserva, es imprescindible que llueva, que las lagunas se vayan llenando
sino, todos esos miles de ánsares que están viniendo y llegando a la reserva se
irán, buscarán otro lugar con agua para poder pasar el invierno. En el último fin de semana ha llovido, espero que sea un comienzo en la acumulación de agua para
las maltrechas lagunas de la reserva.
Un hecho que indica que vienen nuevos ánsares es el poder
leer y estudiar el movimiento de los que están marcados con un collar;
así, por ejemplo, el primer collar que he leído este año (que ya he visto en
tres ocasiones) es de un ejemplar que nunca había invernado en España (si
hubiera venido, seguramente, en algún momento, se le habría podido ver). Este
ganso común es el TJE y fue anillado en Noruega el 29 de junio de 2010, siempre había invernado en Holanda y Alemania, nunca había bajado más al sur de
esos países porque, seguramente, no le había hecho falta desplazarse más pero,
en esta ocasión, ha bajado hasta aquí; el frío y la nieve que ha tapado sus
zonas de alimentación le ha empujado hasta nuestras latitudes.
Otro ganso nuevo es el del collar “raro”, me explico, el
pasado día 11 Alfonso Rodrigo y yo más tarde pudimos ver un ganso con collar
azul LZ5 que descansaba en la laguna de San Pedro; lo curioso de este collar es
que tiene la letra L puesta al revés. Este ganso fue anillado el 16 de junio de
este año en Noruega y es su primer avistamiento y su primera migración en la
que ha llegado hasta las lagunas de Villafáfila.
Esperemos que estos dos días haya caído la suficiente
agua para que, al menos, no se vayan los ánsares que ya han llegado. Con ellos, casi siempre, viene algún infiltrado, como
la barnacla cariblanca que nos acompaña desde el pasado 1 de noviembre.
Las grullas están en los números más altos de este año,
hay alguna más de 1.000 y entre ellas siempre aparece alguna anillada como es
el caso de dos ejemplares que pude ver y que iban juntos a todos lados, no se
separaban ni un instante; la lastima es que de los dos, solamente pude leer una,
ya que la otra siempre me ocultó una de las patas pero, lo que si es seguro, es
que las dos están anilladas en Alemania.
La grulla con código BuBuR- YGY es muy curiosa porque no
tiene informe de datos pero si tiene 5 observaciones: 3 en Alemania y 2 en
España. Presumiblemente fue anillada en Alemania el 13 de octubre de 2008 y
solamente se ha visto allí, hace tres años en Villafáfila y la observación del
otro día. La verdad es que me quedé con las ganas de saber la historia de la
otra grulla porque al ir siempre juntas podría suceder que tuviesen una
historia tan singular y hermosa como la de dos grullas que pude observar en
noviembre de 2014 (pinchar aquí para recordarla).
Azulones, combatientes, ánade rabudo, silbón, cerceta
común, tarro blanco, agachadizas, gaviotas reidoras, estorninos negros y pintos, aguiluchos
laguneros o cernícalos vulgares son algunos de los habitantes de las lagunas que se
pueden ver estos días al igual que los espectaculares y preciosos búhos
campestres.
La invernada tiene muy buena pinta esperemos que llueva
lo suficiente y se cumplan las expectativas...
viernes, 18 de noviembre de 2016
Búhos campestres y ánsares en Villafáfila.
El sol había salido hacía pocos minutos pero las nubes
ocultaban su luz dando un aspecto triste y desangelado a la mañana. Acababa de
llegar a las Lagunas de Villafáfila e iba en busca de los habitantes
principales en esta época, los ánsares, cuando, según avanzaba, comenzaron a levantarse
búhos campestres a ambos lados. Era increíble. Se levantaban, volaban unos
metros y se volvían a posar. 1, 2, 3, …16 preciosos búhos campestres
aparecieron ante mi asombro y mi cara de incredulidad.
No esperaba encontrármelos y, muchas veces, cuando surge
algo que no esperabas la sensación es de perplejidad, admiración y un asombro
que pasa a ser una maravilla cuando los disfrutas a placer; cuando los puedes
observar en todo su esplendor, observar sus grandes y preciosos ojos, sus
inmaculadas plumas, sus fuertes patas y las diferencias de tono en sus colores.
Había más de 16, seguramente estarían entre 20 y 30 pero
era imposible contarlos. Su penetrante mirada me taladraba como una afilada
lanza. Sus preciosos ojos amarillentos no dejaban de observar al intruso.
El búho campestre es un invernante común en España
llegando desde zonas nórdicas y rusas; hasta hace pocas décadas no criaba aquí,
pero desde los años noventa del siglo pasado cría en nuestra tierra, sobre todo
en Tierra de Campos, donde encuentra una buena despensa de comida necesaria
para sacar adelante a sus pequeños.
El búho campestre es la rapaz nocturna más diurna, se
alimenta fundamentalmente de pequeños roedores, siendo junto con otras rapaces
un fantástico controlador de sus poblaciones. Mucho mejor que el
maldito veneno o las quemas. De entre todos ellos, dos me llamaron poderosamente la
atención.
El primero estaba posado en un campo cuando comenzó a
mover el cuello y el cuerpo de una forma convulsiva, como cuando
tenemos ganas de vomitar y, ante mi asombro, abrió el fuerte pico y vomitó una
egagrópila, es decir, estaba devolviendo una especie de bola con todas las
partes que no puede digerir de sus presas (huesos, plumas…) el proceso es
similar a cuando los gatos devuelven una bola de pelo. Estas egagróplias son
una fuente de información ya que con su estudio se puede saber la alimentación
de esa rapaz.
El segundo por su color. Era mucho más blanco que los
demás, me recordaba a los búhos de las películas de Harry Potter. Era realmente
precioso.
Al ver posado al búho campestre en el suelo tienes la
sensación de que se va a caer de cabeza, que va a perder el equilibrio, ya que
está de una forma muy horizontal, casi paralelo al suelo, no como otras rapaces
nocturnas que están muy verticales. La explicación de esa postura es muy
sencilla: como pasa gran parte de su tiempo posado en el suelo, tiene que
adquirir una posición que no destaque demasiado; si estuviera más vertical se
le vería inmediatamente en la llanura; por el contrario otras rapaces nocturnas
están mucho más verticales porque tienen que pasar desapercibidas en lo alto de
un árbol y deben asemejarse a las ramas que están a su alrededor.
Dejé a los búhos campestres y busqué a los ánsares que
este año, toquemos madera, parece que, hasta estos momentos, han venido más que los que había, por estas fechas, el año pasado. Actualmente
hay algunos más de 4.000 y, entre ellos, mis dos primeros ánsares caretos (en una visita anterior), un par de ánsares con
collar y al ánsar chico que nos ha estado volviendo locos durante las últimas semanas.
El pasado verano José M. San Román descubrió un ánsar chico
en el Centro de Interpretación y, a principios de septiembre, Alfonso Rodrigo
descubrió que portaba una anilla, lo cual, en principio era síntoma de que
procedía de una colección privada o un parque.
Durante las últimas semanas se ha visto un ánsar chico
entre los grupos de ánsares salvajes que se mueven por las lagunas surgiendo la
duda de si era el mismo ejemplar.
El pasado día 12 lo pude ver en una zona de la Salina
Grande entre un grupo de ánsares comunes que llegaban volando. Me llamó
poderosamente la atención su gran cojera y el enorme barrado, no se parecía al
del ejemplar que había visto el pasado 30 de septiembre en las lagunas del
Centro de Interpretación. Como no pude verle la anilla surgió la duda. ¿Era el
mismo?
En días sucesivos otras personas lo han conseguido ver y
certificar que tiene la anilla al igual que lo he visto hoy, con lo cual, la duda y el misterio se han
resuelto.
Es un ave preciosa y verlo entre los ánsares comunes es especial y, si fuera un ave que viniera con ellos desde el norte de Europa, sería un
auténtico lujazo. Hay más ánsares, collares pero eso será otra
historia.