Una de las aves mas peculiares y abundantes de Sanabria es el arrendajo. Córvido desconfiado y ruidoso de colores llamativos, algo muy extraño para un córvido, que vive en los bosques sanabreses y tiene unos comportamientos muy peculiares.
En los años de vida de este blog nunca había hecho una entrada dedicada a este curioso córvido así es que ya era hora de hablar un poco de él. Córvido del que siempre, en las rutas que hacemos en el verano con los niños de Las Convivencias Medioambientales organizadas por el AMPA del colegio Arias Gonzalo de Zamora, encontramos una de sus plumas características: pluma pequeña de color negro, azul y blanco ajedrezada que me sirve para poder hablar de él a los niños que escuchan embelesados lo que hace este curioso pájaro.
El arrendajo es desconfiado por naturaleza y en cuanto te acercas lo mas mínimo emite uno de sus chillones graznidos que resuenan en el bosque poniendo en alerta a todos los habitantes del robledal.
Verlo pasar volando es relativamente común pero poder fotografiarlo quieto a una buena distancia es muy complicado porque rápidamente detecta cualquier amenaza y desaparece emitiendo su poderoso graznido.
El arrendajo tiene una costumbre que solamente he tenido la suerte de ver en una ocasión, a cierta distancia: el baño de hormigas.
En determinados momentos el arrendajo se posa en un gran hormiguero y comienza a dar golpes con patas y alas, de esta manera las hormigas se empiezan a poner nerviosas y suena la voz de alarma en la colonia, cientos de ellas salen a atacar al intruso. En ese momento, el arrendajo, se queda quieto y deja que las enfurecidas hormigas suban por su cuerpo con el objetivo de expulsar al intruso atacándole sin contemplaciones; en ese ataque enfurecido las hormigas sueltan lo que el arrendajo quería y había venido a buscar: ácido fórmico, que se va a extender por su cuerpo.
Cuando el arrendajo considera que su “baño de hormigas” ha sido suficiente se sacude como si fuera un perro saliendo del agua para quitarse las hormigas de su cuerpo y levanta el vuelo satisfecho. ¿Qué ha conseguido con este baño? Algo muy importante para él: el ácido fórmico actúa como un insecticida que elimina parásitos y le deja el plumaje en perfectas condiciones. Esta curiosa acción la realizará cada cierto tiempo para mantener siempre a raya los parásitos, hongos o bacterias de su cuerpo permitiéndole tener un plumaje perfecto.
En otras ocasiones puedes ver al arrendajo llevando en su pico una cereza, castaña, baya o bellota que no come ya que su objetivo es guardarlo para una ocasión mejor. Se posará e un lugar elegido y lo enterrará convenientemente o lo guardará en un agujero elegido adecuadamente. Este simple hecho está contribuyendo a la buena salud del bosque ya que, como hacen las ardillas, en muchas ocasiones, no vuelve a consumir el tesoro guardado y, ese pequeño tesoro, germinará surgiendo una cerezo, un nogal, un roble, un castaño o un almendro en un lugar al que esa semilla no hubiera podido llegar por si sola. Está contribuyendo a la expansión y buena salud del bosque.
El arrendajo es un imitador nato. Puedes ir por el bosque y escuchar un busardo ratonero y ver que de donde procede el sonido sale un arrendajo o escuchar un azor y vuelve a salir otro arrendajo de entre la espesura del bosque. ¿Por qué lo hace? ¿Por qué imita a otras aves o incluso a un gato montés?
He preguntado a diferentes amigos y no llegamos a una conclusión única; quizás lo único que se me ocurre es pensar que lo hace para tener él mayor cantidad de comida ya que si ha encontrado una fuente de alimento, ese arrendajo va a imitar a un depredador como un busardo ratonero, un azor o un gato montés para que otros posibles competidores (que podrían competir con él por ese alimento) se asusten y se vayan.
Si alguno de los que leéis el blog tenéis otra idea me gustaría que la comentaseis para ver posibles opciones.
Este es el arrendajo, un ave curiosa, inteligente, despierta y una gran ayuda en el cuidado del bosque.