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martes, 29 de mayo de 2012

Fochas y gallinetas. Tiempo de pollos.

Si hay dos aves típicas y muy comunes de nuestros ríos y lagunas son las fochas y las gallinetas de agua, comúnmente llamadas pollas de agua. Estas aves son tan comunes que casi no les hacemos caso, no nos preocupamos por ellas o cuando las vemos pasamos. Por eso me gustaría contar algunas curiosidades de ellas que a algunos os sorprenderán y a otros os parecerán insustanciales, pero como en estos días he visto varias polladas de estas dos aves voy a hablar un poco de ellas ya que forman parte de nuestras lagunas y ríos.
Para levantar el vuelo, las fochas, necesitan "correr sobre el agua"
unos metros para impulsarse, levantando espuma.
Alrededor de las fochas ha existido una leyenda en la que se decía que cuando algún animal les atacaba lo expulsaban lanzándole espuma. Como toda leyenda, tiene parte de realidad ya que al ser atacadas por un depredador se pondrán a chapotear, levantando una gran cantidad de espuma y así poder huir ya sea sumergiéndose o volando hacia los seguros carrizos.
Focha cogiendo impulso para sumergirse y coger "materia vegetal" del fondo.
Las fochas no construyen solamente un nido. Hacen un nido principal y varios nidos o plataformas secundarias. En el nido principal nacerán los pollos pero cuando van al agua podrán utilizar cualquiera de los otros nidos para protegerse o pasar la noche.
Una vez conseguida "la materia vegetal" se la dará a su pequeño
que espera en la superficie.
Algo muy curioso de las fochas y, que se puede observar muy bien, es que a los pocos días de nacer la pollada se divide en dos partes. Un grupo irá con la hembra y el otro con el macho. Se encargarán de ir cebando pacientemente a sus pequeños con materia vegetal que cogerán del fondo de la laguna o del río y se la darán ante la insistencia de los pequeños qué esperan en la superficie.
Los pollos van creciendo pero sus padres siguen cebándoles.
Es frecuente ver pollos de diferentes edades que se entremezclan, pero cuando uno de sus padres los llaman acudirán raudos a su lado.
Focha llamando desesperadamente a sus pollos. Tenía siete.
Las fochas pueden criar hasta tres veces en un año y ninguna al siguiente, seguramente este hecho esté relacionado con la cantidad de comida existente en la zona de cría, las condiciones climatológicas de ese año o la pérdida de alguna puesta.
Las fochas y las gallinetas pertenecen a la misma familia pero tienen costumbres diferentes. Mientras a las fochas les gusta nadar en aguas abiertas, las gallinetas están mucho más tiempo entre los carrizos. También es mucho más normal ver a las gallinetas salir mucho más fuera del agua, a tierra firme, que a las fochas, aunque estas saldrán de vez en cuando, sobre todo, si hay una pradera cercana al agua en la que buscarán comida.
Algo que llama poderosamente la atención cuando ves una focha fuera del agua son sus patas de color verde negruzco y sus pies con dedos palmeados lobulados mucho más grandes en proporción a su cuerpo, como si fueran un hobbit de las aves. Si está lo suficientemente cerca o la ves por un telescopio hay que fijarse en su ojo. Si es rojo es una focha adulta, si es marrón es todavía joven.
Pollo de gallineta  pidiendo comida.
Las gallinetas se emparejan para toda la vida. El macho llegará a la zona donde está la hembra y la buscará para criar. Lo harán dentro de los carrizos y su pollada será bastante complicada de ver. Se moverán entre hierbas, juncos y carrizos. Siempre a cubierto. Resguardados de posibles depredadores acompañarán a sus padres buscando comida sin descanso saliendo muy poco a zonas abiertas.
Gallineta cebando a su pequeño pollo. Observar su tamaño respecto
de la hembra de azulón del fondo.
Estas dos aves, aunque sean tan comunes, merecen que les hagamos algo más de caso.

2 comentarios:

  1. Un interesante resumen de curiosidades de dos aves que, como bien dices, forman parte habitual de nuestros ríos y lagunas, pero no por ello hay que darles menor importancia ya que contribuyen, como la que más, al sostén de esa biodiversidad que tanto peligra.
    Te ha quedado una crónica bien ilustrada.
    Un saludo desde Pucela.

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    1. En muchas ocasiones no hacemos caso a lo que mas cerca tenemos y nos damos cuenta de su importancia cuando nos falta.Muchas gracias por vuestro comentario.Un saludo.

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