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jueves, 7 de febrero de 2013

Por los arribes de Almaraz.

El pasado sábado, como todos los primeros sábados de mes, realicé una ruta por la provincia de Zamora con el grupo "Ruteros". En esta ocasión nuestro destino fue Almaraz de Duero y su espectacular entorno con el río Duero de protagonista.
Salimos desde el pueblo hacia las ruinas de la ermita de San Pelayo situada en un promontorio con unas estupendas vistas del río y uno de sus meandros. Las ruinas de la ermita se asientan sobre un santuario rupestre en el que se observan cubetas y cazoletas con pequeños canales que según Benito del Rey y Grande del Brío estaban relacionados con rituales en los que el agua era la protagonista.
Según llegábamos un águila real se levantó de la parte más cercana del arribe y, entre que cambié el objetivo de la cámara y no, se alejó, permitiéndome sacar unas fotografías más testimoniales que otra cosa pero en las que se ve la majestuosidad de un águila especial, un águila espectacular, de vuelo poderoso que cuando caza sigue el relieve del terreno para lanzarse a por su presa a la que coge desprevenida. Según se iba alejando otra águila apareció en el cielo, seguramente la pareja ya que crían por esas tierras.
El águila real era una de las alimañas que había que erradicar en las malditas Juntas de Extinción de animales dañinos que destrozaron la fauna española durante demasiados años. Entre los años 1954 y 1962 se mataron 1.207 águilas reales en 18 provincias españolas. Cifra irreal porque hubo un número muy elevado de huevos, pollos y águilas que no fueron incluidos en las cifras oficiales, por ejemplo en Madrid  los guardas forestales eliminaron 76 águilas reales en un año o en Teruel donde entre 1959 y 1962 se eliminaron 232 pollos y 30 huevos. Pero todavía se mataron más ya que las provincias que no tenían esas juntas de extinción también se perseguía a los mismos animales, por ejemplo en Zamora. Cifras terribles y vergonzantes que deberían de hacernos reflexionar sobre las barbaridades que se cometieron en esos oscuros años con la fauna cuyas consecuencias seguimos padeciendo en la actualidad.
Enfrente de este promontorio se puede ver la central hidroeléctrica de El Porvenir construida en 1902 y que tiene el privilegio de ser la primera central hidroeléctrica que se hizo en el Duero y una de las primeras de España. Con esta central se abastecía de luz a Zamora, Valladolid, Salamanca, Toro y muchos pueblos.
Desde este punto se puede observar uno de los últimos territorios del lince ibérico en Zamora, ya que el felino más amenazado del mundo habitó nuestra provincia hasta finales de los ochenta o principios de los noventa y, en esta zona, hay numerosos avistamientos de este maravilloso animal que, tristemente, ante la apatía general y la incomprensión de la administración, dejó de recorrer nuestros territorios.
Desde allí bajamos hasta la misma orilla del río donde nos sorprendió ver una nutria. Otro animal que también fue perseguido por las Juntas de Extinción de animales dañinos que eliminaron 104 ejemplares entre 1954 y 1962 (desde 1944 ya se perseguía a esos animales dañinos hasta 1968 con lo cual serían muchas más).
La nutria cruzó el río para resguardarse en la orilla contraria bajo la sombra de unos árboles. En el río Duero siempre ha habido nutrias y, como he dicho en muchas ocasiones, no es un animal que viva solamente en aguas limpias y cristalinas sino que lo hace donde tenga comida y tranquilidad.
Tras numerosas subidas y bajadas llegamos hasta las buitreras de Pereruela donde, ante nuestra sorpresa, no había ni un sólo buitre pero las vistas nuevamente hacían del lugar un entorno privilegiado y lleno de sensaciones.
Nuestro siguiente punto fue una de las muchas minas de estaño que hay por la zona ya que desde época romana se explotaron hasta finales del siglo XIX. Ismael Calvo Madroño en La Descripción geográfica, histórica y estadística de la provincia de Zamora de 1914 comenta en diferentes párrafos: "1863: ...minerales de estaño en filones de cuarzo que arman dentro de la formación granítica en Almaraz y Arcillera...no hubo durante el año, más que dos minas productivas,...dieron 11 quintales y medio de estaño, que se consumió en la provincia". En en 1875 habla de la mina La niño en Almaraz y en 1910 comenta que ya no había ninguna en marcha.
Entramos en diferentes galerías y en una de las minas encontramos tritones ibéricos. Un anfibio muy especial ya que es un endemismo de la península ibérica y vive, digamos con dos estilos, una vida terrestre desde, más o menos, el verano hasta noviembre y una acuática el resto del año.
Los cormoranes estuvieron presentes en buena parte del recorrido.
La belleza del paisaje se veía jalonada por alguna perdiz que entonaba su típico canto o que volaba costosamente de una ladera a otra. Los milanos reales pasaban por nuestras cabezas e incluso un compañero pudo ver algún zorro que huía asustado ante tanto extraño o un gavilán que volaba hacia el arribe. Pudimos observar numerosas huellas (tejón, zorro, gato montés) y nidos en los cortados del arribe, lugar idóneo para muchas aves.
Parte alta de la primera cascada de Las Pilas.
Las cascadas de Las Pilas era otro punto importante en la ruta. Llegamos hasta ellas por la parte alta y fuimos bajando hasta acabar en la parte más baja, junto al río Duero. Es increíble que nos encontremos con sitios tan impresionantes como este y que sean tan desconocidos. Desde arriba la vista es impactante pero todavía lo es más cuando comienzas a atravesar la montaña por un túnel que te permite salir al otro lado, en la primera caída de agua, desde donde, por un estrecho sendero, llegas hasta la parte más baja de estas hermosas cascadas donde se encuentra el segundo gran salto de agua.
Túnel para atravesar la montaña y salir al otro lado de la primera cascada.
Primera cascada, nada más salir del túnel.
(la primera foto de la cascada está hecha desde arriba)
Desde aquí sale la segunda cascada.

Segunda cascada. La que llega al río.
Junto a ella se encuentran las ruinas de un poblado minero como si se tratara de un pueblo fantasma que se niega a desaparecer.
Pasamos junto a muros, ventanas, huecos de puertas y piedras para continuar paralelos al río y seguir disfrutando de la parte inicial de los arribes del Duero donde los aviones roqueros no paraban un sólo instante y nos encontramos con unas nuevas buitreras, también vacías, de sus habitantes habituales.
En Almaraz hay una leyenda que dice que había siete poblados y se decidieron unir en uno sólo, en el centro, para ser más fuertes y así es como nació el pueblo actual, cuyo nombre proviene del árabe y significa labrantíos. Como todas las leyendas tiene algo de verdad ya que alrededor del pueblo actual se han encontrado numerosos restos de asentamientos y castros y a uno de ellos nos dirigimos, El Castillo, en el que solamente se puede ver un montón de piedras que forman lo que sería una antigua muralla. Nuestra ruta terminó tras unos 26 kilómetros de vistas increíbles, naturaleza desbordante y sorpresas que harán que vuelva para poder disfrutarlos nuevamente.
(Doy la gracias a José Antonio Parro y Joaquín Calvo por prestarme alguna de sus fotografías para ilustrar esta entrada)
(Los datos de animales cazados han sido tomados del trabajo realizado por Eduardo J. Corbelle Rico y Eduardo Rico Boquete titulado “La actividad de las Juntas de Extinción de animales dañinos en España, 1944-1968.Fuente: Dirección General de Montes, Caza y Pesca fluvial, Sección de caza. Juntas provinciales de extinción de animales dañinos y protección a la caza y relación estadística de alimañas capturadas y premiadas  por las Juntas, 1954-1962. Archivo de la Dirección General de Conservación de la Naturaleza, Fondo Documental del Monte, sección Caza, cª 150.)

6 comentarios:

  1. hola,
    preciosa salida, tengo que ir alguna vez por ahí, que todavía no lo conozco.

    Saludos

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    1. Preciosa y espectacular zona. Un saludo y enhorabuena por ese lince tan maravilloso que pudisteis ver.

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  2. Las arribes siempre nos han parecido un espacio natural de singular belleza donde, como demuestras sobradamente con esta crónica, la observación de fauna (y flora en su momento) está garantizada.
    Esta ruta no la conocemos y la dejamos anotada como pendiente pues entre los avistamientos, las cuevas y cascadas no tiene desperdicio.
    Un saludo de 'ojolince y sra.

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    1. Los arribes son impactantes y bastantes desconocidos, igual que los arribanzos de Muelas. En cuestión de aves se puede ver una gran variedad a lo largo de todo el año. Un saludo y gracias por vuestro comentario.

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  3. El otro día quise escribir un comentario y me daba error, espero que hoy no me suceda lo mismo.
    Me han parecido unos lugares maravillosos, había oído hablar de las piletas de Almaraz, pero no sé por donde se va, espero enterarme y acercarme un día hasta allí.
    Un abrazo.

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