Desde 1988 SEO/Bird Life elige un ave (por votación) cuya
situación se encuentre en un estado preocupante o que haga falta que nos
fijemos un poco más en sus problemas. Este año 2015 ha sido elegida la
tórtola europea como ave del año, una especie que ha pasado de ser común en
nuestros campos a verse mucho menos, aún siendo una ave con una buena población
hay que tener una seria concienciación del enorme declive que ha experimentado en
los últimos tiempos.
Hace años se veían tórtolas europeas con bastante frecuencia,
en buenos números y en muchas localidades de nuestra provincia algo que ha
cambiado por completo; el declive de esta especie es espectacular y alarmante;
como ejemplo valga que solamente he visto tórtola europea en el 2014 en dos
ocasiones, en dos comarcas zamoranas, una al sur, La Guareña y otra al
noroeste, Sanabria. Este hecho quizás para muchos de vosotros no sea
significativo pero para mi si ya que hace años las veía en muchas localidades sin
ni siquiera buscarlas, había un número muy importante de ejemplares.
La tórtola europea es la más pequeña de las palomas; es un
ave realmente hermosa de colores vistosos donde los ocres, marrones, grises, negros o rosados se entremezclan como si hubieran sido pintados por un pintor de renombre, tiene una estilizada figura y penetrante
mirada envuelta en una mancha orbital de un rojo intenso que rodea un ojo naranja-rojizo despierto y atento a cualquier peligro que se pueda acercar.
La tórtola europea viene a la península Ibérica a finales
del mes de abril para criar en nuestros campos y migrar a África sobre el mes
de octubre. En España está catalogada como Vulnerable en el Libro Rojo de las
Aves, estimándose una población de entre
800.000 y 1.000.000 de parejas.
Aún con estas cifras su descenso ha sido alarmante y
preocupante, según la Fundación Biodiversidad a través del Ministerio de
agricultura, alimentación y medio ambiente: "En España se ha cifrado ese
descenso entre un 20% y un 49% de la población en 20 años".
Las razones fundamentales de este declive son la degradación
de sus zonas de cría y la enorme presión de la caza que tiene que soportar en
épocas muy sensibles de su ciclo vital. Así, durante el mes de agosto, en el
que se abre la media veda, muchas tórtolas son cazadas mientras están criando
aún, con lo cual, sus pollos, también morirán; si no son cazadas y los pollos
comienzan a salir de los nidos son fácilmente cazables dada su inexperiencia e
incapacidad para poder hacer vuelos de huida de los cazadores.
A la degradación de sus zonas de cría o la caza hay que
añadir un competidor relativamente nuevo, la tórtola turca, una ave invasora
que apareció por primera vez en Asturias en 1960 (Castroviejo) y comenzó a criar en 1974 en
Santander (González Morales) para
ir extendiéndose y creciendo exponencialmente por toda la península Ibérica
hasta convertirse en un verdadero problema en muchas zonas.
Todas las especies invasoras son introducidas pero no todas
las introducidas son invasoras. Para que una especie se considere invasora debe
de asentarse y ser capaz de criar, es decir, se debe asentar y si entonces
afecta a las especies autóctonas, se considerará invasora; por lo tanto la
tórtola turca es una especie invasora que se ha hecho muy común y abundante.
El declive de la tórtola europea es un hecho relevante que
debería de tener más repercusión ya que la concienciación de su enorme bajada
pasa, como con muchas cosas relacionadas con la naturaleza que nos rodea,
totalmente desapercibida o no se le da la importancia que merece y tiene.
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