La primera sensación al llegar a la zona del Parque Nacional de Cabañeros fue la de estar llegando a un gran cráter al estar rodeado por los Montes de Toledo, llamados así porque durante cientos de años pertenecieron a la ciudad de Toledo. Una vez que comienzas a bajar hacia Cabañeros una enorme llanura se abre ante tus ojos, llanura rodeada por todos los lados por los Montes que conforman una barrera natural en un aislamiento de siglos.
Buitre leonado. |
Buitre negro. |
Águila calzada cayendo en picado sobre una presa. |
Cernícalos primilla y comunes crían en este magnífico hotelito. |
Cabañeros hasta bien entrado el s. XIX pertenecía a la ciudad de Toledo pero, a raíz de la desamortización de 1835 grandes terratenientes como el duque de Medinaceli o el duque de Gavia comenzaron a comprar enormes extensiones de terreno. En 1949 la hija del conde de Gavia vende a la familia de navieras Aznar alrededor de 40.000 hectáreas que dedican a ser su coto privado de caza.
Entramos por la raña, una zona de enormes pastizales salpicados de encinas, en las que los ciervos son sus protagonistas. “El Serengueti español” como se denomina vulgarmente es una enorme extensión de terrero en la que los usos tradicionales de siglos han modelado su paisaje. Isabel nos va mostrando el interior del Parque Nacional de una manera amena, didáctica y muy elocuente, le gusta su trabajo y ama a su tierra, eso se nota en sus explicaciones, comentarios y anécdotas familiares.
En 1983 el Ministerio de Defensa compra las 40.000 hectáreas por 800 millones de pesetas (casi 5 millones de euros) a la familia Aznar lo que actualmente es parte del Parque Nacional de Cabañeros que estamos recorriendo. La familia se queda con una “pequeña finca” de 7.000 hectáreas para su uso personal.
La idea original era crear un campo de tiro para el ejército del aire pero la movilización y protestas de los habitantes de la zona hizo que, gracias a Dios, no se llevara a cabo y, en 1988, se catalogara como Parque Natural por la Junta de Castilla La Mancha para el 20 de noviembre de 1995 declararlo Parque Nacional por el Ministerio de Medioambiente.
Avanzamos hasta la zona de monte bajo mientras algunos buitre negros nos mostraban su majestuosa silueta sobre pinos, jaras y brezos hasta llegar a una de las chozas que dan nombre a Cabañeros. Chozas cónicas con techos de vegetación que sirvieron de refugio a pastores y carboneros durante siglos.
Pico picapinos. |
Salimos nuevamente a la raña donde los enormes grupos de ciervos pastaban tranquilamente o se movían hacia las zonas más frescas donde la fina hierba estaba saliendo en todo su esplendor.
Cabañeros tiene una superpoblación de ciervos, más de 4.000 ejemplares viven en el parque y todos los años se capturan cientos para repoblar dehesas, otros parques o ser vendidos. En Cabañeros no tienen un depredador que controle sus poblaciones, el lobo no ha llegado hasta aquí desde que se extinguió por la caza en el s.XX.
A muchas ciervas se les notan unas enormes barrigas. La nueva generación está en camino. |
Alcaudón común. |
Joven macho desmochado. |
Bareto (ciervo de un año de vida). |
Cernícalos y milanos negros nos despidieron al caer la noche. Llegamos a nuestro destino con una agradable sensación de haber conocido un lugar muy peculiar e interesante.
Menuda entrada más chula y que bien la cuentas. Es como visitar el paraíso. ¡Vaya envidia!. ¡Enhorabuena!
ResponderEliminarGracias. Es un lugar curioso y muy interesante. Un saludo.
EliminarUn reportaje espectacular, he disfrutado mucho leyendo y viendo las fotos. La última vez que estuve en Cabañeros no era aún parque nacional, imagínate lo que ha llovido desde entonces. Un abrazo desde Cantabria!!!
ResponderEliminarLas calzadas son tan señoriales como las restantes águilas. Su tamaño reducido de da una ventaja especial si cabe en los picados con esa bravura que las caracteriza. Uno siguiendo el vuelo de una de estas joyas, puede terminar presenciando un espectáculo incomparable en sus disputas o picados de caza.
ResponderEliminarSaludos.