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viernes, 18 de noviembre de 2022

¡9 Falaropos picogrueso juntos en las Lagunas de Villafáfila y 12 en la provincia de Zamora!

Al terminar de trabajar me dirigía hacia las Lagunas de Villafáfila cuando saltó la sorpresa. Ángel Álvarez, Yolanda Ruiz y José Antonio López habían visto 7 falaropos picogrueso juntos. Al llegar estaba Alfonso Rodrigo que había visto 9 simultáneamente (8 juntos en una zona y 1 solitario en otra).
Nunca se habían visto tantos juntos en el interior peninsular. La máxima cita en Villafáfila es de 2 ejemplares vistos por J.M. Devesa el 28-11-2003 (datos del fantástico archivo de Alfonso Rodrigo. Muchas gracias). Ahí estaban. Inconfundibles en la lejanía que supone observar en Villafáfila.
Al poco de estar observándolos llegaron más amigos a disfrutar de la impresionante cita. José Javier Orduña y Gary Losada se me unieron en la increíble observación del grupo de falaropos. Según estábamos mirándolos apareció otro volando que se les unió: ¡¡¡9 falaropos juntos!!! No salía de mi asombro. Ver 9 falaropos juntos es impensable, inimaginable.
Pequeños pájaros provenientes de la tundra ártica de Islandia, Noruega o Rusia que han parado en Villafáfila durante su viaje hasta sus zonas de invernada en las costas africanas del oeste y el sur.
El grupo se movía nervioso, inquieto. No paraban en ningún instante de buscar insectos en la superficie del agua que comían con enorme rapidez para buscar otro y otro y otro. Necesitan reponer fuerzas rápidamente y acumular grasa para continuar su largo y peligroso viaje.
Se podía apreciar perfectamente su sorprendente y curiosa forma de alimentarse: dan vueltas en círculos en aguas poco profundas para revolver el fondo y alterar a sus presas para hacer que se acerquen a la superficie y así poder capturarlas.
Estos pequeños falaropos de blanco inmaculado, pico negro, corto y grueso, gris en la parte superior y negro entorno al ojo son completamente diferentes en época de cría, su transformación es espectacular, sobre todo en las hembras, con un plumaje rojizo pardo y negro, con mejillas blancas, vientre rojo, píleo negro y parte superior del cuerpo oscura con bordes claros; una verdadera preciosidad.
Extraordinaria fotografía de Manuel Segura al falaropo picogrueso
 descubierto ayer (17-11-22) por Juan José González en Mombuey.
En España es un invernante muy escaso (solamente en zonas de la costa cantábrica, Galicia y costa atlántica de Andalucía) pero es un migrante regular en sus movimientos desde sus zonas de cría en la tundra ártica y su zona de invernada en las costas africanas.
Fotografía de Alfonso Rodrigo del falaropo picogrueso
que descubrió el 17-11-22 en Valdellope (embalse de Ricobayo).
Muchas gracias por la fotografía.
Allí estaban, en la laguna, alimentándose sin parar en un constante frenesí de búsqueda del alimento que les debe de dar fuerzas para continuar su largo viaje. Me admira que un ave tan pequeña tenga la fuerza, orientación y capacidad suficiente para viajar miles de kilómetros desde su zona de cría en el Ártico hasta sus zonas de invernada. Miles de kilómetros recorridos en un viaje lleno de peligros. Miles de kilómetros realizados por un pequeño limícola de 21 cm de longitud; me impresiona.
Descansarán y se alimentarán hasta que consideren que ha llegado la hora de reemprender su larga marcha hasta el sur donde invernarán para volver hasta la otra punta del planeta en primavera y comenzar un curioso ciclo reproductivo en el que las hembras, más vistosas que los machos, se encargan de defender un territorio y, una vez que han puesto los huevos, será el macho el encargado de incubarlos y cuidar a los pequeños.
Extraordinaria fotografía de Manuel Segura
del falaropo picogrueso en Mombuey. Gracias y enhorabuena.
Hoy (18-11-22) se han visto en la provincia de Zamora 11 falaropos. Los 9 de Villafáfila más 1 en Villardeciervos descubierto por Juan José González y otro en Mombuey que descubrió ayer Juan José González y que sigue hoy presente. A estos 11 de hoy hay que sumarle otro descubierto por Alfonso Rodrigo ayer (17-11-22) en Valdellope en el embalse de Ricobayo y 2 que vio Daniel García en Villafáfila (supongo que serán de los de hoy); con lo cual son ¡¡¡12 falaropos picogrueso!!! en dos días en la provincia de Zamora ¡Impresionante! 

jueves, 17 de noviembre de 2022

Correlimos menudillo, gaviota del Caspio y mucho mas en el entorno de Arteixo.

El pasado puente nos acercamos hasta Arteixo, una localidad situada muy cerca de A Coruña desde la que recorrimos su entorno privilegiado de playas, dunas y paseos. En ella vive Xabi Varela una persona amable y paciente con una enorme sabiduría al que quiero dar las gracias enormemente por sus consejos, indicaciones y su magnífica compañía. Xabi es de un hablar tranquilo que rebosa sabiduría por los cuatro costados, indicaciones claras y explicaciones precisas, muchas gracias Xabi.
En estos días pude ver 79 especies de las cuales tres eran nuevas para mi: correlimos menudillo, gaviota del Caspio y estrilda.
Impresionante fotografía del correlimos menudillo de Manuel Segura
al que le agradezco enormemente cedérmelas
 para que ilustren parte de esta entrada.
Gracias y enhorabuena por las fotografías.
El correlimos menudillo es la estrella del momento. Pequeñísimo correlimos descubierto por Damián Romay que se encuentra en el embalse de Cercebre (Abegondo-A Coruña).
Pequeño correlimos americano que cría entre Alaska y Terranova e inverna hasta el norte de Chile y el este de Brasil. Sorprende cuando lo ves por su tamaño, más pequeño que un correlimos menudo; es el correlimos más pequeño.
Montaje comparativo de dos magníficas fotografías de Manuel Segura
 en la que se puede ver a la izquierda un correlimos menudo
y a la derecha un correlimos menudillo.
Entre correlimos comunes, zarapitines y chorlitejos grandes parece un liliputiense en un mundo de Gulliver. Su vuelo es de un agitar muy rápido de alas como cuando vuela una mariposa. Sus patas amarillas destacan como pequeños faros en la orilla lodosa del embalse. Embalse lleno de vida en el que un ibis sagrado o un morito destacan entre las gaviotas patiamarillas, espátulas y garzas.
Es verdaderamente increíble que un ave de 15 cm de largo y 21 gramos de peso haya recorrido unos 5.000 km atravesando el océano atlántico para llegar hasta aquí.
Correlimos menudillo en el embalse de Cercebre (Abegondo-A Coruña).
En menos de una semana he podido ver y disfrutar dos correlimos americanos: el correlimos menudillo (Calidris minutilla) del embalse de Cercebre (A Coruña) descubierto por Damián Romay y el correlimos de Baird (Calidris bairdii) que descubrieron Alfonso Rodrigo y José Javier Orduña en la Reserva Natural de las Lagunas de Villafáfila (ver entrada aquí). Dos auténticos pelotazos. Enhorabuena a todos y gracias.
Una especie que tenía muchas ganas de ver era la gaviota del Caspio (Larus cachinnans). Gaviota grande y potente que pude ver con Xabi Varela en Baldaio.
Baldaio es un lugar fantástico; es un tres en uno: playa, marisma y laguna. Lugar privilegiado para observar la gran variedad de aves que llegan hasta allí para descansar en su viaje de migración o que vienen a criar o pasar el invierno.
Dunas de tres kilómetros que separan la playa de la laguna y las marismas. Lugar que Xabi Varela conoce como la palma de su mano. Lugar del que habla con verdadera pasión demostrando todo el cariño que le tiene. Lugar lleno de vida en el que al minuto de poner el telescopio Xabi dijo: “Gaviota del Caspio”. A lo que le contesté: “No me digas nada que quiero encontrarla yo”.
Una vez que la localicé Xabi comenzó su clase magistral en directo. Estás viendo a la gaviota del Caspio de primer invierno y Xabi te está narrando sus principales características que puedes ir descubriendo según él habla: “Cabeza blanca, pequeña, ojo pequeño, sin máscara oscura alrededor del ojo, patas con tibias muy largas…”. Da gusto oírlo hablar con su acento gallego que le da un toque de distinción de alguien que ama lo que hace, lo que ve y donde está.
“Hasta no hace mucho, la gaviota del Caspio (Larus cachninans) se trataba como una subespecie de la gaviota argéntea (Larus argentatus). Cambios posteriores en la taxonomía de las gaviotas de patas amarillas (Liebers et al. 2001, 2004; Yésou 2002) propusieron tratar esta subespecie como una especie monotípica por sí misma denominada gaviota del Caspio (AERC TAC 2003; Olsen y Larsson 2003; Sangster et al. 2007).”
(Testo extraído de birdingiberia)
En los últimos tiempos la gaviota del Caspio se ha extendido desde sus zonas de cría en el Mar Negro, Aral y Caspio hasta Países Bajos, Alemania y Polonia donde se ha hibridado en algunas colonias con gaviota argéntea y patiamarilla.
En el grupo de gaviotas pudimos ver también gaviota argéntea, reidora, cabecinegra, patiamarilla y sombría.
Charrán común de primer invierno en Baldaio.
Agujas colipintas y colinegras, zarapitos reales y trinadores, correlimos, chorlitejos, espátulas, garcetas y garzas buscaban frenéticamente su alimento en la laguna mientras un charrán común nos sobrevuela o un correlimos gordo volaba en compañía de varios chorlitos grises.
Correlimos gordo volando con tres chorlitos grises en Baldaio.
Aguja colipinta en Baldaio.
En la playa el mar estaba movido. Grandes olas sacudían la costa mientras los alcatraces se lanzaban en impresionantes picados, cormoranes grandes, pardelas cenicientas y baleares pasaban volando hacia el sur y varios cormoranes moñudos eran acunados por las grandes olas que batían la costa.
Alcatraz en Baldaio.
La tercera especie que pude bimbar fue el estrilda común en la playa de Barrañán. Observación fugaz en un arbusto de varios ejemplares que inmediatamente levantaron el vuelo. Ave de origen subsahariano que tras diversos escapes se ha ido extendiendo por Portugal hasta Galicia.
Chova piquirroja en la playa de Alba.
Vuelvepiedras en la playa de Matadoiro.
Gaviota cabecinegra inmadura en la playa de Matadoiro.
No faltaron historias de anillas que ilustrarán un nueva entrada. Días de mar, playa, paseos, magnífica compañía y descubrimiento de una preciosa zona a la que volveremos.

martes, 8 de noviembre de 2022

Correlimos de Baird y falaropo picogrueso en Villafáfila.

La Reserva Natural de las Lagunas de Villafáfila con las últimas lluvias ha cogido un poco de agua. El agua es un imán para las aves. Agua que permite descansar y reponer fuerzas a las que están migrando hacia sus cuarteles de invierno y tener la opción de quedarse a aquellas aves que están a punto de llegar a pasar el invierno procedentes del norte de Europa.
Creo que desde la dirección de la Reserva Natural de las Lagunas de Villafáfila se deberían de estar replanteando una modernización de las lagunas, me explico. Está claro que la manera de llover, el cuándo y el cuanto ha cambiado. No llueve como lo hacía hace un tiempo. Las lagunas están secas en momentos muy importantes para las aves; momentos en los que miles de aves pasan por nuestra tierra y, si tuvieran agua, pararían a descansar, alimentarse y reponer fuerzas antes de seguir su viaje; quizás se debería de aportar agua a una parte de las lagunas, no digo que se llene la Salina Grande, digo que se debería de aportar agua para cubrir una parte de la salina, la suficiente para permitir a estas aves tener un lugar al que acudir; si no se hace de esta manera las Lagunas de Villafáfila corren el terrible riesgo de desaparecer y entonces sí que lo lamentaríamos de verdad.
Esta agua que ha cogido la Salina Grande ha permitido que las aves paren, descansen y tengamos la opción de verlas. Entre ellas el pasado día 2 de noviembre saltó un sorpresón: Alfonso Rodrigo y José Javier Orduña descubrieron un correlimos de Baird (Calidris bairdii) juvenil en la Salina Grande.
2-11-22: Fotografía histórica de Alfonso Rodrigo que supone
la primera observación del correlimos de Baird en la provincia de Zamora.
Oportunidad única para ver esta especie americana procedente del norte de Canadá, Groenlandia y Alaska que inverna en Sudamérica y supone, según datos de Alfonso Rodrigo, el primer registro para la provincia de Zamora y el segundo para Castilla y León, citas que son las únicas para el interior de la península Ibérica.
En este mapa realizado por Antonio Gutiérrez (muchas gracias por permitirme que ilustre esta entrada) se pueden ver todas las observaciones históricas de correlimos de Baird en España.
Amantes de la naturaleza y las aves provenientes de Zamora, Salamanca, Valladolid, Palencia, Ávila, León o Madrid se han acercado hasta Villafáfila para poder ver y disfrutar de este pequeño correlimos de Baird que es un poco más grande que un correlimos menudo y un poco más pequeño que un correlimos común.
Correlimos de Baird que lleva el nombre de Spencer Fullerton Baird, naturalista estadounidense del s. XIX. Este correlimos se distingue perfectamente del resto de correlimos con los que se mueve. Su larga proyección alar sobresale muy por detrás de la cola lo que le da un aspecto alargado, pico corto, pecho canela, movimientos rápidos, eléctricos manteniendo casi todo el tiempo la cabeza gacha o paralela al suelo y, cuando vuela, lo ves aletear mucho más deprisa que los correlimos comunes.
Correlimos de Baird fotografiado por Manuel Segura el 3-11-22.
Oportunidad única para disfrutar de un ave americana que habrá llegado hasta nuestra tierra impulsada por alguna tormenta o borrasca, ave de unos 15 cm de largo y 46 cm de envergadura que ha recorrido más de 5.000 km a través del océano Atlántico, un viaje lleno de peligros y problemas. Increíble.
En las lagunas también se encuentra un falaropo picogrueso (Phalaropus fulicarius) descubierto por Gary Losada el 27 de octubre. Otra preciosidad proveniente de la tundra ártica de Islandia, Noruega o Rusia que ha parado en Villafáfila durante su viaje hasta sus zonas de invernada en las costas africanas del oeste y el sur.
Fotografía de Gary Losada en el momento de su descubrimiento.
El falaropo picogrueso es un limícola que se alimenta nadando (es un gran nadador, tiene dedos lobulados) cogiendo todo tipo de invertebrados e insectos de la superficie del agua o a muy poca profundidad. Lo hace de una forma muy curiosa ya que da vueltas en círculos en aguas poco profundas para alterar a sus presas y hacer que se acerquen a la superficie y así poder capturarlas.
En España es un invernante muy escaso (solamente en zonas de la costa cantábrica, Galicia y costa atlántica de Andalucía) pero es un migrante regular en sus movimientos desde sus zonas de cría en la tundra ártica y su zona de invernada en las costas africanas. 
El último falaropo picogrueso que se vio en Villafáfila, anterior a este, fue el descubierto por Juan Carlos Milán el 30 de noviembre de 2021.
Fotografía del falaropo picogrueso
tomada el 6-11-22 por José Miguel San Román.
Correlimos de Baird y falaropo picogrueso, dos preciosas aves que dan la importancia que se merece a la Reserva Natural de las Lagunas de Villafáfila.
Enhorabuena y gracias a Alfonso Rodrigo y José Javier Orduña por el descubrimiento del correlimos de Baird que nos ha permitido disfrutarlo a muchos amantes de la naturaleza; oportunidad única de observar esta especie americana tan rara en nuestro país y, además, en nuestra querida Villafáfila.
(Quiero agradecer enormemente a Alfonso Rodrigo, Gary Losada, José Miguel San Román y Manuel Segura cederme sus fotografías para ilustrar esta entrada. Gracias y enhorabuena a todos).