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miércoles, 5 de marzo de 2025

Tres porrones bola y tres porrones acollarados en una Villafáfila rebosante de agua.

Llegué a las Lagunas de Villafáfila en una mañana ventosa, fría y desapacible pero con la esperanza de ver el porrón bola que el pasado 1 de marzo Gonzalo Pardo y Pedro Arratibel descubrieron en la laguna de Barillos (Reserva Natural de las Lagunas de Villafáfila); primer registro de porrón bola para la provincia de Zamora. Además, Alfonso Rodrigo y Gary Losada habían visto el macho con una hembra en la Salina Grande el día 3, con lo cual había dos porrones bola que intentar ver.
Ese era mi principal objetivo: localizar y poder ver a esta especie americana que nunca había visto. Especie que se vio por vez primera en Europa, en 1987 en Irlanda; cuyo primer registro para España se produjo en A Coruña en 1991.
Después de buscarlos durante toda la mañana del día 4, conseguí localizarlos en la Salina Grande pero mi sorpresa fue mayúscula ya que según miraba a la pareja que no paraba de zambullirse para alimentarse, el macho se sumergió para aparecer casi inmediatamente en una zona alejada, no podía ser…era muy extraño así que esperé porque algo no cuadraba.
El macho volvió a salir junto a la hembra y, de repente, otro macho salió en el campo de visión de mi telescopio…¡Había dos machos! ¡Había tres porrones bola!
No daba crédito. Hacía cuatro días había aparecido el primer porrón bola para la provincia, el día anterior la hembra y hoy un tercer ejemplar. Increíble.
Había que conseguir alguna fotografía para documentar el histórico avistamiento. Algo que me resultó muy complicado ya que el objetivo era que aparecieran los tres ejemplares juntos o los dos machos en alguna de las fotografías.
En Villafáfila las distancias son enormes a lo que había que añadir el fuerte viento que provocaba un oleaje en la laguna y que los porrones estaban constantemente sumergiéndose y saliendo en diferentes puntos. Después de bastante tiempo conseguí algunas fotografías testimoniales de la gran noticia de la aparición de los tres porrones bola en nuestra provincia.
Otro porrón americano también llevaba varios días por las lagunas: el porrón acollarado. Al igual que el porrón bola hay tres ejemplares en las lagunas pero esta vez un macho (descubierto el día 15 de febrero por Juan José González) y 2 hembras.
Aunque ya había visto el macho y una hembra en días pasados, según buscaba a los porrones bola, pude ver a los tres ejemplares. En una laguna el macho con una hembra y en otra laguna la hembra solitaria.
Hembra de porrón acollarado.
El porrón acollarado “En Europa era consideraba como una especie divagante, pero desde la década de los 70 se cataloga como invernante regular, incluso con posibles puntos de cría en el norte de Escocia, noroeste de Finlandia y varios humedales en Irlanda e Inglaterra, donde se ha constatado su presencia durante todo el año.
En España, como ha ocurrido en otros países de Europa, es un invernante regular, aunque mucho más escaso que en el resto del continente”. (SEO BirdLife)
Mañana fantástica en una Villafáfila que está rebosante de agua en la que pude disfrutar enormemente de sus habitantes alados pero, eso será en otra historia.

jueves, 27 de febrero de 2025

Santoña y III: desde el Calidris de Aves Cantábricas.

Una magnífica manera de disfrutar de las aves en el estuario del río Asón dentro del Parque Natural de las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel es desde el barco Calidris de Aves Cantábricas donde, Alejandro García, con enorme tranquilidad y serenidad, además de su sapiencia y ojo entrenado te muestra todos los habitantes de la bahía.
Siempre que me acerco hasta este magnífico enclave una visita obligada es montar en el barco de Alejandro; desde el que disfrutas de otra manera, disfrutas desde dentro y ahí las aves se ven de otra forma.
En este viaje me gustaría destacar dos especies de las casi 50 vistas: el paiño europeo y el zampullín cuellirojo.
El paiño europeo es la más pequeña de las aves pelágicas que vemos en la Península Ibérica, es decir, las que pasan toda su vida en alta mar y solamente se acercan a tierra para reproducirse. Un grupo de ellos había entrado al estuario para protegerse del temporal de los días anteriores, también entraron algunos ejemplares de paiño boreal pero no pudimos verlos.
El paiño europeo es una pequeña ave, no más que un gorrión, de alas largas, coloración negruzca con el obispillo y franja blanca en las alas que no paraban de volar incansablemente en busca de alimento. Pasaban a nuestro alrededor a enorme velocidad en un constante vuelo acrobático en la agradable mañana.
Durante siglos tenían mala fama entre los marineros porque creían que estaba asociada a las tormentas, al mal tiempo. De ahí su nombre en inglés: European Storm-Petrel. Storm:tormenta.
Recuerdo hace unos años cuando recogí un paiño en el puerto de Lastres que había caído al suelo. Al tenerlo en la mano te das cuenta de lo pequeño y frágil que es. (Recordar esa entrada aquí)
El zampullín cuellirrojo es casi idéntico al cuellinegro pero, en esta época su cabeza “plana” le delata sin remisión.
Es el zampullín más escaso que tiene sus principales cuarteles en Finlandia además de Dinamarca, Suecia, Rusia o Noruega desde donde nos visita en invierno. Experto buceador, como todos los zampullines, con las patas muy atrás para facilitar la inmersión y el buceo que le permite tanto alimentarse como escapar de cualquier peligro.
Santoña es el único lugar de la Península Ibérica en el que este pequeño y hermoso zampullín inverna de forma regular año tras año en pequeños números.
Como, según se dice, una imagen vale más que mil palabras que mejor manera de apreciar algunas de las aves y experiencias que se disfrutan desde el Calidris que con una pequeña muestra de algunas de las imágenes tomadas en la salida por el estuario para mostrar la enorme diversidad de especies y la forma tan maravillosa de poder disfrutarlas: desde el agua.
Zampullín cuellinegro
Colimbo grande
Cisne vulgar
Cormorán moñudo
Somormujo lavanco
Espátula
Gavión atlántico
Chorlito gris
Tarro blanco
Correlimos tridáctilo
Gaviota cabecinegra y ostrero
Barnacla carinegra
Gaviotas patiamarilla y sombría con gavión atlántico.
Zarapito real
Gaviota reidora
Zampullín cuellinegro
Colimbo grande
Visitar el Parque Natural de las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel con Alejandro García, de Aves Cantábricas siempre es muy, muy recomendable.
(Agradezco enormemente a Fernando García sus preciosas fotografías para ilustrar parte de esta entrada)

domingo, 16 de febrero de 2025

Santoña II: escribanos nivales, barnaclas carinegras, eider y anillas.

Una de las aves que más ganas teníamos de observar eran los escribanos nivales así que nos acercamos hasta el entorno de Ajo para ver si podíamos encontrarlos.
El escribano nival es un ave verdaderamente hermosa que proviene de la zona del Ártico y llega hasta nuestro país oscilando mucho sus números de unos años a otros pero siempre apareciendo en cantidades reducidas sobre todo a las zonas costeras del Cantábrico y Galicia; en ocasiones también se adentra en algunas zonas de interior como en Zamora donde aparece cada ciertos años siendo 5 el máximo número de ejemplares vistos en nuestra provincia por Hipólito Hernández, Poli, el 22 de febrero de 2018.
Llegamos hasta la zona y nos dispusimos a buscarlos. El mar estaba verdaderamente precioso, no había viento y el día estaba tranquilo. Nos distribuimos el terreno, mientras Fernando García buscaba en un lado de los prados yo miraba en el otro. Al cabo de una hora Fernando los localizó bañándose en un charco en una zona de matorral y rocas.
Allí estaban las dos preciosas hembras acicalándose su plumaje mientras las observábamos embelesados por su belleza y las enormes ganas que teníamos de poder disfrutar de esta especie.
Terminado el aseo se levantaron y dieron una vuelta para situarse sobre una roca por encima de nosotros. Las dos hembras estaban tranquilas, parecía no molestarles nuestra presencia incluso a una caminante le pedimos que no pasara junto a ellas por si se podían espantar, al cabo de unos minutos pasó prácticamente junto a ellas y no se inmutaron, quizás no nos vean como una amenaza, quizás en su zona habitual de cría no hayan visto nunca a un humano y no nos asocian con problemas.
Por la parte superior de los escribanos nivales apareció un perro ladrando y siguieron a sus quehaceres sin inmutarse. Los dueños del perro, al vernos, lo cogieron y nos dejaron seguir disfrutando de la pareja de pequeñas aves llegadas desde tan lejos.
Al cabo de unos minutos se levantaron, dieron otra vuelta y se posaron en el prado para comenzar a comer, picoteando de un lado a otro para, poco a poco, ir desapareciendo entre las hierbas y el desnivel del terreno que les hacia aparecer y desaparecer como si estuviesen en un mar agitado, hasta que al final dejamos de verlas.
Otro de los grandes atractivos de Santoña son las barnaclas carinegras que esta invernada han llegado a su récord de casi 1400 ejemplares. No hay ningún punto de la península Ibérica en el que se concentren tal número de barnaclas carinegras. Su número ha ido aumentando exponencialmente en los últimos años, sobre todo por la proliferación de su comida preferida, un alga, la zostera marina de la cual se alimentan y quizás porque en la zona francesa de invernada ya han llegado a su tope de ejemplares y, cada vez más, se van desplazando hasta Santoña.
Ver a las barnaclas carinegras es un espectáculo increíble. Verlas comer y moverse en las zonas que deja el mar en su bajada en mitad del estuario es algo que te emboba y oírlas no es menor. El sonido que emiten mientras comen parece una verdadera conversación muy animada en la que todas intentan hablar en mitad de un enorme banquete de zostera.
Este pequeño y oscuro ganso proviene del ártico. De dos zonas concretas: del norte de Rusia la subespecie nominal bernicla y la hrota proveniente de Groenlandia y norte de Canadá. Aquí, en Santoña, la que se encuentra normalmente es la subespecie bernicla, aunque en 2023 pude ver una de la subespecie hrota. Todavía hay una tercera subespecie que no llega hasta nosotros, es la nigricans que vive en el noroeste de Canadá, Alaska y Siberia oriental.
Verlas volar de una zona a otra del estuario es un espectáculo verdaderamente impactante. El ruido de las alas. El sonido que emiten chillando, animándose a dirigirse hacia otro punto del estuario te deja embobado observándolas en su vuelo majestuoso desde el barco de Aves Cantábricas (la próxima entrada será sobre todo lo que vimos desde su barco).
Si las barnaclas carinegras son estrellas en Santoña qué decir del eider. Es un pato especial, diferente, con un pico muy ancho en la base que le da un aspecto curioso, conformando un perfil característico a su cabeza.
Lo vimos dormido, en una de sus zonas favoritas, descansando a la salida del sol. Al poco se activó y comenzó a nadar hacia nosotros para darnos un pase por delante nuestro en el que pudimos apreciar y disfrutar de su extraña y maravillosa belleza.
Es un pato del norte. Un pato descubierto por Alejandro García en diciembre de 2016 que formaba parte de un grupo de cinco ejemplares (dos machos y tres hembras) que se fueron yendo en diferentes momentos hasta quedar solamente el ejemplar que está actualmente. Incluso después han llegado nuevos eider con los que ha estado un tiempo pero se ha seguido quedando en su tierra de adopción, Santoña.
Es un animal extraño pero de extraño que es, es muy hermoso, por lo menos a mi me lo parece. Aparte del pico destaca, en este macho con plumaje nupcial, su intenso y precioso color, por cierto, el plumón de eider se ha utilizado y se sigue utilizando para rellenar los mejores edredones, sacos de dormir o ropa de abrigo ya que es aislante, suave, mantiene la temperatura y es ligero. Plumón que el eider utiliza para recubrir su nido y mantener aislados y calientes los huevos ante las inclemencias del frío del norte. Plumón que en algunos lugares como Islandia, es recogido a mano y comercializado, siendo un recurso económico muy importante.
Después de su hermoso pase por delante nuestro comenzó a zambullirse en busca de alimento ya sean mejillones que come enteros o cangrejos a los que, como un hábil cirujano, les quita las patas para desarmarlos y así comerlos sin problema. Entre zambullida y zambullida se fue alejando lentamente por la orilla mientras nos quedaba la satisfacción de haberlo visto nuevamente un año más.
En nuestra visita pudimos ver cuatro aves anilladas: un flamenco común, un zarapito real, una gaviota patiamarilla y la ya mencionada gaviota cocinera que anilló Gonzalo Pardo.
En estuario del río Asón quedan 4 flamencos de los 14 que llegó a haber hace unos meses. Flamencos jóvenes de los que uno de ellos porta la anilla V|AAT. Fue anillado en La Rápita, en el Delta del Ebro, el 14-7-2024 por la Sociedad de Ciencias Aranzadi.
El zarapito real es un viejo conocido desde hace 10 años que fue anillado por anilladores del grupo AQUATICA el 15-1-2015 en Cicero; solamente tiene observaciones en este punto durante su invernada, el resto del año desaparece, no se sabe a dónde se dirige ¿A Centroeuropa, a Rusia…?
La gaviota patiamarilla con anilla G:APJ fue anillada el 1-3-2020 Pasaia (Guipúzcoa) con 1 año de vida por la Sociedad de Ciencias Aranzadi. Todas sus observaciones se sitúan entre el País Vasco y la zona de Santoña.