Hace un par de semanas nos encontrábamos en una zona
céntrica de Zamora ciudad cuando un sonido llamó nuestra atención. Un "houuuuu,
ho, ho, ho, houuuuu" resonaba poderosamente en la noche. Nos acercamos al
parque y, siguiendo el sonido, localizamos de donde procedía. Un cárabo situado
en lo alto de un árbol estaba "como loco" emitiendo su sonido
característico pero, para nuestra sorpresa, otro cárabo le contestó y otro y
otro...¡cuatro cárabos se encontraban en menos de cien metros en plena ciudad!
El espectáculo era impactante. La fría noche recibía el
canto de estos cuatro preciosos cárabos que localizamos rápidamente siguiendo
la potencia de su voz. Estuvimos hasta casi la una de la madrugada disfrutando
de la exhibición de estas aves de aspecto rechoncho, de voluminosa cabeza, sin
"orejas" y poderosa voz.
Durante los siguientes días no los volví a ver juntos pero
si a localizar otros (o quizás esos mismos) por separado en las cercanías
incluido uno que canta muy cerca de mi ventana muchas noches (en plena ciudad).
Muy cerca de mi casa vive J. Alfredo Hernández que tiene un
enorme conocimiento de la fauna zamorana. Oírle hablar es aprender, es empaparte de conocimientos que expresa tranquilamente, de forma clara, precisa y llena de sabiduría. Hablamos
sobre ellos. Comentamos qué pueden hacer allí, de
donde vienen o cuantos hemos visto. Muy cerca tenemos el Bosque de Valorio en el que también hay cárabos. Cárabos que conoce muy bien Alfredo. Pocas personas conocen tan bien a los habitantes del
Bosque de Valorio como él. Bosque de
incontables paseos buscando a sus habitantes. Bosque en el que vive el cárabo de la siguiente historia. Pero antes quiero agradecer enormemente a Alfredo su inestimable colaboración para la realización de esta entrada. Sin él hubiera sido imposible.
Mimético. Está pero parece que no está. Asomado desde su
atalaya. Dormido. Tranquilo. En su posadero diurno. En su bosque. En Valorio.
Su tranquilidad se vio alterada por un escarabajo carpintero
europeo (Xicolopa violacea) que vuela a su alrededor (Gracias, nuevamente, Alfredo por tu ayuda). Se le acerca como un pequeño bombardero. Se le aproxima cauteloso. Se aproxima más y más y más hasta que, para mi sorpresa, se
posa encima de él. La reacción fue inmediata. El cárabo se
escondió en su agujero como si le hubieran activado un resorte.
A los pocos minutos volvió a salir. A su posición. A su forma de dormir. A su tranquilidad.
El cárabo es una rapaz nocturna de gran adaptabilidad que tiene una amplia dieta que quizás sea la calve de su éxito. Desde otras aves hasta insectos, mariposas nocturnas, larvas, gusanos, ranas y, sobre todo, micromamíferos forman su dieta habitual.
El cárabo es una rapaz nocturna de gran adaptabilidad que tiene una amplia dieta que quizás sea la calve de su éxito. Desde otras aves hasta insectos, mariposas nocturnas, larvas, gusanos, ranas y, sobre todo, micromamíferos forman su dieta habitual.
Vuelve a salir. A colocarse en su posición. Su mimetismo es
absoluto. Allí permanecerá todo el día hasta que llegue la noche, momento en el
que se activará y comenzarán sus movimientos por su territorio, por su bosque.
La luz se apaga. La luna ilumina el bosque y el cárabo
despierta. Su canto lastimero retumba en la noche. Su poderosa voz marca su
territorio, indica a otros cárabos que él está allí; los habitantes del bosque
se ponen en guardia, ha despertado el rey nocturno del bosque que compartía
territorios con una buena población de búho chico que vivía en el Bosque de Valorio
pero que desde hace un par de años han ido desapareciendo
progresivamente, de una forma extraña, sin una causa aparente.
Adulto de búho chico en el Bosque de Valorio. |
Joven búho chico en Valorio. |
Pollo de búho chico en el Bosque de Valorio. |
Búhos que se han ido esfumando al igual que los autillos y las lechuzas comunes. El cárabo resiste. El cárabo se mantiene. El cárabo sigue en el bosque. Esperemos que los demás tengan otra oportunidad y se recuperen. Esperemos volver a verlos en este rincón tan querido y entrañable de Zamora.
Me han encantado las fotos, sobre todo las del cárabo.
ResponderEliminarMe pongo a buscar donde se encuentra el bosque de Valorio.
Saludos.
Es un bosque al que los zamoranos le tenemos mucho cariño y lleno de vida. Gracias por tu comentario.
EliminarBonita entrada de una de las estrigiformes que mas me gustan. Junto con el mochuelo me parecen de lo mas sipáticos. Un saludo
ResponderEliminarEl cárabo es un animal preciosos y bastante complicado de pillar. Gracias por tu comentario y un saludo.
EliminarQué bien se distingue al cárabo en su hueco habitáculo donde pasa el día... en tus fotos claro, porque la realidad es otra y es la de superar la dificultad que supone localizar a un bichejo tan camuflado aún emitiendo su reclamo y sabiendo que está ahí.
ResponderEliminarMuy buen resumen de tus pesquisas de localización y de la circunstancia actual del bosque de Valorio que, esperemos se recupere pronto y bien.
Un saludo de 'Ojolince y Sra.'
Está perfectamente camuflado. Es un animal muy hermoso y como la mayoría de las nocturnas complicadísima de pillar. Un saludo y gracias.
EliminarQué grandes las nocturnas, es una pasada descubrir nuevos habitantes y saber que aunque no se vean con normalidad ahí siguen estando. Muy buenas esas fotos, saludos
ResponderEliminarMuchas gracias. Hay animales por los que tienes una predilección especial por conseguir alguna foto decente ya que son muy pero que muy complicados de pillar, entre ellos las rapaces nocturnas. Hermosas y difíciles. Muchas gracias y un saludo.
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