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lunes, 28 de agosto de 2017

¡Basta ya de fuegos!

-¿Qué es eso papá?
- Es el humo de un fuego. Se está quemando el bosque.
- ¿Por qué?
- Porque alguien muy, muy malo ha prendido fuego.
- ¿Y los animalitos? ¿Y los árboles? ¿Se van a quemar y ya no podemos velos? ¿Por qué papá?
Este fue el inicio de la conversación que mantuve con mi hija de 3 años el primer día que comenzó a arder La Cabrera y que veía la enorme columna de humo que subía más y más. No lo entendía. No entendía por qué alguien prende fuego al bosque, por qué es capaz de destruir todo lo que le rodea, por qué es capaz de eliminar de un plumazo flora, fauna…biodiversidad, por qué es capaz de poner en peligro a sus propios vecinos, a sus familiares, a la gente que trabaja en apagar lo que él prendió.
Sigo sin entenderlo. Han pasado varios días y se han quemado cerca de 10.000 hectáreas. El frente oeste fueron capaces de pararlo pero como no pasó para la provincia de Zamora, desde entonces han prendido en varios lugares más, hasta en el mismísimo corazón del Parque Natural del Lago de Sanabria; 10 focos ardían en el Cañón del Tera, diez focos que han arrasando un lugar privilegiado, hermoso, único…y todo por alguien al que todos conocen pero que nadie denuncia, alguien que le da igual lo que arda a su alrededor, alguien miserable y ruin que no entiendo por qué lo hace.
Zamora se quema. 14 incendios (12 intencionados) han arrasado y están arrasando nuestra provincia en la última semana; han prendido en San Ciprián de Sanabria, Cañón del Tera, Fermoselle, Figueruela de Arriba, Codesal …¿Qué van a decirles a sus vecinos? ¿Qué van a decirles a los que les conocen y les amparan? Les han hecho perder sus tierras, sus cultivos, sus pastos, sus bosques, su fauna, su flora…se ha perdido un medio de vida para ganaderos, agricultores, bares, restaurantes, casas rurales, gasolineras…toda la gente que acudía a hacer senderismo, a visitar sus bosques, a conocer sus pueblos ya no irá porque no queda nada…¿por qué no lo denuncian? De nada vale lamentarse. De nada vale opinar de lo malo o de lo peor…¡denunciarlo! 
Los que prenden no están muy lejos. Son personas que conocen bien la zona, que saben por donde andar de noche, en el monte, donde hacer más daño, donde provocar más peligro, cuando prender. Son inconscientes, lunáticos, descerebrados, gente sin escrúpulos que lo único que quieren hacer el mayor daño posible.
¿Qué buscan la persona o personas que queman? ¿Qué? Es verdaderamente inexplicable. Es desalentador ver hectáreas y hectáreas abrasadas por el fuego. Una enorme biodiversidad paisajística perdida, aparte de los perjuicios sociales y económicos que provocará, sin olvidarnos del riesgo para poblaciones y todos los hombres y mujeres que luchan por apagar la locura de un necio.
El que quema no quiere a su tierra, no la ama, vela muy poco por ella. Su acción es un atentado contra la naturaleza. Un atentado social, económico y ecológico que tardará mucho tiempo en subsanarse; el que lo ha provocado, el que ha prendido, es un criminal sobre el que debería de caer todo el peso de la ley, lo que sucede es que es muy difícil encontrar pruebas para incriminarlo. Este tema me desespera, me cabrea y me enerva aparte de la enorme impotencia de ver arder el monte.
Quiero dar las gracias a todas esas personas anónimas que trabajan jugándose la vida por apagar unas llamas que un sinvergüenza prendió. Gracias a esos héroes anónimos de los que, por desgracia, nunca se habla y que merecen todo nuestro respeto y admiración porque hay que tener mucha sangre fría para meterse en un fuego en medio del monte.
Quiero poner nombres a estas personas, personas que se juegan la vida, personas como José Luís, Poli, Manolo, Chús y tantos otros que lo pasan realmente mal en un incendio, que se queman las manos, las pestañas o el alma por apagar lo que un descerebrado prendió. 
Esas personas que van en helicópteros o aviones, corren por el fuego cargados soportando enormes temperaturas, toman decisiones o caen exhaustos después de horas y horas sin casi descansar. Esas personas son las que apagan las llamas que devoran sin compasión todo lo que hay a su paso y que un lunático prendió. Gracias y ánimo.
Sigue ardiendo. El monte se sigue quemando. ¿Por qué? Me pregunta mi hija. ¿Por qué? No hay una respuesta lógica. No hay nada que conteste a esa pregunta. Se puede hablar de diferentes causas, de diferentes maneras de pensar pero al final no hay explicación. Qué difícil es cambiar una mentalidad.
Qué difícil es cambiar la mentalidad del que prende. Como he dicho en muchas ocasiones la educación ambiental es importantísima, la prevención y la concienciación en los niños es básica porque ellos son el futuro. Eduquémosles. Que entiendan. Que conozcan. Que respeten y que amen la naturaleza. Dependemos de ella. 

9 comentarios:

  1. No hay palabras para describir lo que sentimos la mayoría cada vez que se queman nuestros montes. Pero en estas ocasiones a mí siempre me invade la misma impotencia porque sé que si las Leyes buscaran que nadie obtuviera beneficio del monte quemado, disminuirían el número de incendios de una manera radical. Pero las Leyes no protegen realmente al monte. Simplemente en España (y Portugal) NO INTERESA una legislación que impida de una vez por todas que el monte quemado beneficie a alguien. Entre los incendios intencionados, los que son provocados por pirómanos locos son los que menos se dan. En la mayoría de los casos existe un interés detrás, no son simples negligencias (aprovechamiento maderero más barato, obtención de pastos para el ganado, etc).

    Un desastre de país. Hablas de educar a las generaciones que vienen detrás, y realmente es la única solución verdadera; porque lo que hay que cambiar al final es la mentalidad de un país entero, nuestra cultura y nuestra educación. Tenemos los políticos que nos merecemos porque los elegimos, y nos legislan porque los hemos puesto nosotros allí. Cuanto más incultos, maleables y manipulables seamos mejor para ellos, que seguirán legislando nuestro país a su antojo, con leyes que en realidad no velan por el interés general de todos nosotros. Y en esto los culpables somos nosotros mismos. Seguimos viviendo "al sur de los Pirineos" en muchos aspectos.

    El problema de los incendios en España se corregía de un plumazo si los dos pilares vinculados a ellos fueran atendidos como corresponde: el primero son unas Leyes efectivas que impidieran que nadie se beneficiara del monte quemado y que persiguieran con todo el peso de la Ley a los responsables. Y el segundo, educar a la sociedad en actitudes cívicas y solidarias, puesto que la cultura de la ciudadanía influye, y mucho, en los políticos que nos gobiernan y las leyes que al final ellos nos imponen, así como en otros factores como el callarse y no denunciar, por ejemplo (un país que elige para que le gobierne al partido político más corrupto de Europa es un país francamente inculto).

    Alguno pensará que política e incendios tienen poca relación, pero se equivoca. Leyes, Leyes y Leyes que protejan el monte, esa es la clave a corto plazo, y eso ... señores ... es política.

    Yo, como pesimista compulsivo que soy en estos temas, no veo solución a los incendios a corto plazo, lo siento.

    Un abrazo.

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    1. De acerdo contigo. Legislacion y educacion dos pilares basicos para intentar solucionar un problema que nos esta destrozando. Gracias por tu comentario.

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    2. Impressionante entrada... diz tudo o que penso e sinto em relação às queimadas... e igualmente o comentário do seu amigo Jesús. Aqui no Brasil não é diferente. De que adianta as leis se a fiscalização não é efetiva, se o povo é mal educado e não há conscientização plena sobre o assunto? Ufffffffffffff... me sinto completamente impotente...
      Um beijo

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    3. Así nos sentimos todos...impotentes ante tanto daño. Un saludo y gracias por el comentario.

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  2. Nem me fale em queimadas;
    Por aqui há estados com problemas sérios o Brasil até que
    tem um forte programa ambiental mas a corrupção é imensa
    e quem sofre é a natureza e pessoas de bem.
    Prazer em conhecer o blog.
    Boa semana.

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    1. Gracias por entrar y el comentario. El fuego es un gran problema que esperemos se vaya solucionando poco a poco pero hace mucho, mucho daño. Un saludo.

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  3. Increible, pero hay quienes buscan provecho - y están documentados los motivos -, o por venganza - cada cual sabrá si en algo pudo ser responsable indirecto - o simplemente, y es lo más grave,por fastidiar o hacer daño, o la vida imposible o destruir por placer de destruir.
    Muchas teclas para meditar...muchas posibles causas para enmendar tal vez...más vigilancia....y más y ejemplares castigos.
    Abrazos.
    Y basta ya !!!!

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  4. Excelente artículo Jose, me sumo a tus palabras. Un abrazo desde Cantabria.

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    1. Hola Germán. Muchas gracias. El maldito fuego que se extiende como una plaga y que es tan difícil de erradicar. Un saludo.

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