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viernes, 26 de agosto de 2022

Esfinge colibrí: un prodigio alado.

No para ni un segundo. De una flor a otra, de esta a aquella, movimiento constante, elegante, rápido, preciso, tremendamente parecido al de un colibrí. Así es la esfinge colibrí una mariposa nocturna que vive de día.
Es un prodigio en el arte del vuelo; es capaz de mover sus alas 85 veces por segundo y volar a 60 kilómetros por hora. Y todo eso con una envergadura de alas de entre 3,5 cm y 5 cm. En vuelo saca su larga trompa llamada espiritrompa para alimentarse del néctar de las flores (al igual que los colibrís).
Todo un prodigio alado que migra desde las zonas frías del continente europeo hasta zonas más cálidas de África. Gran parte de la población mediterránea no migra sino que en invierno entran en una especie de semi hibernación escondidas en cualquier grieta o agujero para salir si las condiciones meteorológicas mejoran y alimentarse hasta el final del invierno.
Así es la esfinge colibrí: una mariposa superdotada para el vuelo que cuando vemos no queda otra que admirarla.

lunes, 15 de agosto de 2022

Gaviotas veraniegas en la provincia de Zamora.

En lo que va de verano he podido disfrutar en la provincia de Zamora de varias observaciones de gaviotas interesantes. La primera y más importante fue la observación de una gaviota de Audouin el pasado día 3 de agosto en el embalse de Valparaiso en Villardeciervos.
Gaviota de Audouin en Villardeciervos el 3 de agosto..
La gaviota de Audouin está catalogada de “interés especial” en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas y como “vulnerable” en el Libro Rojo de las aves de España. Preciosa gaviota que se han ido recuperando lentamente de una situación alarmante en los años sesenta del s.XX; siendo, actualmente, la población española la más importante a nivel mundial.
Gaviota que se encontraba en un grupo de gaviotas reidoras que descansaban en el centro del embalse. Gaviota que corroboró Miguel Rodríguez, joven biólogo pero de un enorme conocimiento y sabiduría, gracias Miguel.
Gaviota de Audouin en Villardeciervos el 3 de agosto.
Era un ejemplar juvenil que destacaba en el grupo de gaviotas reidoras. Solamente se movieron una vez presionadas por una moto de agua que pareciera tuviese una imperiosa necesidad de levantar al grupo de gaviotas.
Era la segunda vez que veía gaviota de Audouin en Zamora. La primera fue el 24 de julio 2017 en el Lago de Sanabria, gaviota descubierta por Hipólito Hernández “Poli” dos días antes, el 22 de julio, momento en el que vio dos ejemplares juveniles, uno de ellos con un anzuelo clavado en el pico (si queréis recordarlo pinchar aquí).
Gaviota de Audouin el 24 de julio de 2017 en el Lago de Sanabria.
La gaviota de Audouin se distribuye por la zona mediterránea con lo cual verla en esta zona supone una rareza. Gaviota que es la cita número doce para la provincia de Zamora. En este enlace de Gaviotas raras de Galicia, España y otros lugares se puede ver el listado completo de las observaciones de Gaviota de Audouin en la provincia de Zamora. Obra del incansable Antonio Gutierrez que hace una enorme labor de recopilación de citas de gaviotas raras por toda Europa. Enhorabuena.
Recopilación elaborada por Antonio Gutiérrez
 de citas de gaviota de Audouin en España
 en las provincias considerada como rara.
El grupo de gaviotas reidoras más la Audouin era un grupo en paso, en movimiento y coincidió que descansaron en el embalse justamente uno de los días que pasé yo.
Gaviota patiamarilla cerca de Puebla de Sanabria el 29 de junio..
Dos gaviotas patiamarillas he podido ver también. La primera fue otra preciosa casualidad ya que el 29 de junio me encontraba en la sierra observando unos ciervos cuando mi vista se fijó en “algo” que venía volando de una forma nada habitual en la sierra. Parecía una gaviota. Me dio el tiempo justo para coger la cámara, apuntar y tirarle algunas fotos. Era una gaviota patiamarilla que cruzaba la sierra zamorana al anochecer.
Gaviota patiamarilla en Villardeciervos el 12 de julio de 2022.
La segunda era un inmaduro que descubrió el gran ornitólogo Alfonso Rodrigo el 12 de julio horas antes de que yo pasara por el embalse de Valparaiso en Villardeciervos.
Junto a estas observaciones quiero unir la de una gaviota cabecinegra juvenil que descubrió Hipólito Hernández “Poli” en el Lago de Sanabria el pasado 25 de julio.
Gaviota cabecinegra juvenil en el Lago de Sanabria el 25 de julio.
Gaviotas a las que uno varias observaciones de gaviotas reidoras, mucho más comunes en la provincia de Zamora pero que merecen también nuestra atención. 
Gaviotas reidoras.
Quizás para la gente que está acostumbrada a ver gaviotas en las zonas costeras esta entrada no despierte gran interés pero, para la gente de interior, ver una gaviota siempre es una gran satisfacción y si son poco comunes mayor aun.

jueves, 11 de agosto de 2022

El lobo no desperdicia energía.

El día comenzó al amanecer en la sierra. El calor era patente desde bien temprano. El sol todavía no había salido y el aire ya soplaba caliente. Las temperaturas que estamos viviendo son un indicador más del cambio climático que es imparable a menos que los gobernantes mundiales se dignen en ponerse de acuerdo y hacer algo.
Los ciervos se movían tranquilos. Las ciervas con sus pequeñas crías no pierden detalle de todo lo que pasa a su alrededor, les va la vida en ello. Siempre atentas. Siempre expectantes. Siempre dispuestas a proteger a su pequeño incluso con su vida. Campos agostados. Prados secos y…¡un lobo! Un precioso lobo cruzó la pradera a la velocidad del rayo y se introdujo en el mar de brezos, escobas y carqueisas.
Estaba cazando. Buscaba a esas ciervas con sus crías. Necesitaba encontrar comida para sus pequeños. Desapareció como tragado por un enorme agujero negro de vegetación.
El sol apareció en el horizonte calentando aun más la mañana. Iba a ser un día de mucho calor. ¿Qué es eso? Un simple movimiento. Un segundo. Un color donde no debía de estar. Algo ha pasado entre los brezos. Espero. Tiene que estar ahí. Espero. Busco en la inmensidad del brezal. Tiene que estar ahí. Lo he visto un segundo. Estoy seguro de lo que es pero quiero verlo nuevamente. Espero. Minutos de búsqueda. Minutos de escudriñar el brezal…¡ahí está!
Un imponente lobo camina con paso firme y decidido. Aparece y desaparece entre los brezos. Camina imponente. Aun estando con el pelaje de verano se le ve fuerte, musculado, potente. Es una máquina perfecta en movimiento. Avanza.
¿No lo perciben? Tres ciervas pastan tranquilas en un pequeño cortafuegos. El lobo avanza hacia ellas. 20 metros, 15 metros, 10 metros, 5 metros…sale del brezal a menos de 3 metros de ellas. Como si un invisible resorte las hubiera activado las ciervas salen corriendo despavoridas, pero aunque parezca increíble lo hacen coordinadas. La hembra vieja sale la primera, la cría del año pasado la sigue, la de este año también. El lobo las mira sin inmutarse. Quieto. Cabeza levantada. Atento. No le interesan. Su abultada barriga indica que ya ha comido. Las ciervas, tras el susto inicial, se paran. Saben que no hay peligro. El lobo no intentará ir a por ellas. No malgastará energía de forma innecesaria. Continua su camino. Las ciervas respiran angustiadas.
El lobo prosigue su avance por la sierra. De vez en cuando para. Observa. No pierde detalle de todo lo que sucede en su territorio. Una nueva cierva con su cría del año se ve sorprendida por su presencia. Esta vez lo han visto venir. Lo han evaluado y saben que hoy no es peligroso. Lo miran con la cabeza alta, orejas tiesas y músculos atentos. Se acerca. Pasa muy cerca de ellas. No se inmutan. El lobo las mira pero continua su avance. No le interesan. Lo que necesitaba ya lo lleva en su barriga. Ha comido y es hora de que sus pequeños se alimenten. Prosigue su avance. Aparece y desaparece en el mar de brezos. Pasa por claros en los que me muestra toda su potencia y esplendor. Pasan veinte minutos y desaparece de mi vista pero una amplia sonrisa de satisfacción ilumina mi cara.