El pasado 22 de julio Hipólito Hernández, amigo y
excelente fotógrafo así como gran amante y conocedor de la naturaleza, descubrió
dos gaviotas de Audouin en el Lago de Sanabria (Zamora), una de ellas llevaba enganchado un sedal de más de 5 metros; a este ejemplar no
se le volvió a ver, supongo que se enredaría en cualquier árbol y moriría. La otra ha estado durante las siguientes semanas en este lugar tan querido para
mí.
Gaviota con el sedal enganchado. Gracias Poli por prestármela para esta entrada. |
En esos días se produjeron varios avistamientos de esta
especie de gaviota en el noroeste peninsular, algo poco usual ya que es propia
del mediterráneo, siendo la población española la más importante a nivel
mundial.
La gaviota de Audouin está catalogada de “interés
especial” en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas y como vulnerable en
el Libro Rojo de las aves de España. Dos días después de que la descubriera
Poli me acerqué a ver si la encontraba. Nada más llegar la localicé descansando
en una roca. Era una situación extraña ya que a esta estilizada gaviota la
había podido ver en el Parque Nacional de Doñana pero no aquí, en mi provincia, en el Lago de Sanabria donde he pasado tanto tiempo.
La gaviota esperaba. Esperaba su momento, el momento en
el que los bañistas fueran desapareciendo de las playas para poder comer, para
hacer un exhaustivo recorrido en busca de cualquier desperdicio que pudiera
haber quedado en la arena.
Según anochecía y la playa se iba quedando desierta, la
gaviota se acercaba más, hasta bajar a la arena y moverse picoteando todos los
restos que encontraba. En una de esas ocasiones pude observar como encontró un
gran trozo de pan que intentó comer entero. El trozo era demasiado grande y
duro por lo que, tras una serie de intentos fallidos, decidió cambiar de
estrategia y se fue hasta la orilla del lago donde metió el pico en el agua,
mojó el pan, y se lo comió tranquilamente.
Esta curiosa operación se la vi
hacer en varias ocasiones ante la curiosa mirada de algunos que no salían de su
asombro al ver una gaviota aquí y, parsimonia de otros, que no se percataban de
su presencia.
El último día que se vio fue el día 3 de agosto, doce
días después de su primera observación, días en los que fui a verla en varias
ocasiones y que siempre aparecía al anochecer para rebuscar en las playas.
Hola José,
ResponderEliminarcomo bien sabes, yo no tuve tanta suerte como tú, y se me escapó. Una lástima porque este era el año con ese influx tan potente en el interior. Aquí en León se vieron 2 ejemplares, primera cita para León.
Un saludo
Hola Jose Alberto. Esos dias fueron muy buenos. La pena fue la segunda gaviota que desaparecio. Un saludo y gracias por el comentario.
EliminarQue bonita série de fotografias!!! Uma ave muito linda e fotogênica!
ResponderEliminarHá que se estar atento e ter paciência para avistar exemplares belos e usufruir de sua presença... bom trabalho! Grata pela partilha! ;)
Um beijo
Muchas gracias. Ha sido muy especial para mi verla aquí, en el Lago de Sanabria. Un saludo.
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