sábado, 9 de septiembre de 2023

Pagazas piquirrojas, correlimos de Temminck y vuelvepiedras en Valclemente (Zamora).

El embalse de Ricobayo es uno de los principales embalses de la provincia de Zamora. Se construyó entre 1929 y 1935 en el río Esla, suponiendo una enorme transformación del entorno ya que ocupa casi 6.000 hectáreas y divide la provincia en dos partes: al oeste, la comarca de Aliste y, al este, Tierra de Campos.
Este año tiene agua (no han cometido la barbaridad de vaciarlo) y eso, a nivel ornitológico, es una fantástica noticia ya que las grandes zonas de limo y zonas propicias para pescar y descansar atraen a limícolas, gaviotas, fumareles o espátulas que en estas zonas encuentran lugares idóneos para descansar o alimentarse.
El pasado día 5 de septiembre Daniel García descubrió dos majestuosas pagazas piquirrojas en el paraje de Valclemente, un enclave que, actualmente, reúne todas las condiciones necesarias para que en él paren a descansar o alimentarse las aves migrantes que pasan por la zona. Dos días antes Gary Losada había descubierto otras cuatro pagazas piquirrojas que no pude llegar a ver así es que tenía que intentar ver a estos dos ejemplares ya que nunca había visto a esta especie en la provincia de Zamora.
La pagaza piquirroja es un ave imponente en la que destaca por encima de todo su poderoso pico rojo. Es un ave grande, mas o menos como una gaviota sombría, patas negras y cuerpo blanco menos las alas y dorso grises con un capirote negro en la cabeza.
Al llegar no estaban así que temí que me habían dado esquinazo nuevamente. Mientras buscaba, un par de agujas colinegras se alimentaban en compañía de andarríos chicos, correlimos comunes, un solitario correlimos menudo y una cigüeñuela que iban y venían en la gran playa de limo.
La pagaza piquirroja en España en un migrante escaso procedente del mar Báltico (Suecia y Finlandia) que en sus viajes a la zona de invernada en África podemos ver en sus pasos migratorios. La primera cita en la provincia de Zamora es de José Miguel San Román y José Antonio Casado Coco el 4 de abril de 2008 en la Reserva Natural de las Lagunas de Villafáfila (datos sacados del magnífico blog de Alfonso Rodrigo: el pernil).
Aparecieron volando sobre la lámina de agua. Vuelo poderoso y majestuoso en el que, de repente, se paraban, se cernían y se lanzaban con una enorme fuerza sobre el agua chocando poderosamente para conseguir en algún lance su preciado tesoro.
Era impactante verlas pescar. El golpe que daban al chocarse contra el agua para levantarse poderosamente con fuertes aleteos. Recorrieron la zona haciendo intento tras intento. Habían hecho una parada en su largo y peligroso viaje para descansar y alimentarse.
Eran un adulto y un juvenil que se posaron junto a un grupo de gaviotas reidoras que descansaban en la orilla. Al joven se le podía ver el poderoso pico más anaranjado y cuando volaba se le veía perfectamente el plumaje salpicado de plumas marrones.
Ahí estaban. Tranquilas. Poderosas. Potentes. Descansando. Continuarán su viaje hasta el sur de España y podrán seguir hasta las zonas tropicales de África o quizás se queden en el Golfo de Cádiz a invernar como hace un reducido número de ejemplares.
En España ha nidificado en una ocasión, en 1988 en el Delta del Ebro (De Juana y Garcia, 2015) algo verdaderamente sorprendente.
Fumareles comunes en vuelo y junto a gaviotas reidoras.
Las dos pagazas se pasaron el tiempo descansando y pescando en el embalse zamorano mientras un grupo de fumareles comunes se movían constantemente aguas arriba y aguas abajo, en la misma zona, zona en la que dos días después Alfonso Rodrigo descubrió un correlimos de Temminck del que pude disfrutar al día siguiente.
Este pequeño correlimos es un visitante ocasional en nuestro país durante las migraciones que realiza desde el norte de Euroasia hasta sus zonas de invernada en África.
El pequeño Temminck se movía inquieto pero tranquilo. No paraba un sólo instante, se alimentaba sin parar, junto a él correlimos comunes, chorlitejos chicos y grandes, andarríos chicos y grandes, agujas colinegras más un par de combatientes y una solitaria cigüeñuela que parecía un auténtico gigante, incluso dos correlimos menudos que pasaban rápidamente de un lugar a otro como si alguien los persiguiese.
Minutos después surgió una sorpresa: dos pequeños vuelvepiedras recorrían la orilla entre los ánades azulones, garzas reales y espátulas ante la atenta mirada de un grupo de cormoranes que pescaban en grupo.
El vuelvepiedras es una pequeña y compacta ave que busca comida entre grietas, piedras y agujeros además de levantar con su pequeño pico a modo de cuña pequeñas rocas y piedras que encuentra en su camino.
Al igual que las pagazas piquirrojas y el correlimos de Temminck han hecho un alto en el camino en su migración postnupcial que les llevará desde el norte de Europa hasta las costas africanas aunque también invernan en las costas cantábricas españolas.
Grupos de espátulas descansan también en esta zona del embalse de Ricobayo. Grupos entre los cuales podemos encontrar algunas aves anilladas como las jóvenes W[NDNN] y W[NDRT] que pude ver el día 4, W[NFNR] vista por Alfonso Rodrigo el mismo día y W[NDJ2] que localizó Daniel García el día 6. Todas anilladas en mayo y junio de este año en Holanda y que supone la primera observación fuera de su lugar de nacimiento. Estas observaciones son la constatación de su primer viaje migratorio hacia el sur.
Junto a ellas se encontraban: aRL/YLGf anillada el 8-6-2009 por Klaus Gunther en Alemania y la vieja conocida YfaG/LYL anillada el 8-6-2009 por Harry Horn en Holanda que pudimos ver en 2020 en el mismo lugar. Espátula viajera con avistamientos en Holanda, Francia, España y Senegal, todo su viaje migratorio completo. También pude ver, aunque debí de leer mal (una verdadera pena) algún número, una espátula con anilla ESLA octogonal negra perteneciente a un proyecto alemán que anilló entre 2000 y 2003.
Valclemente está fantástico para poder disfrutar de las aves que paran en sus orillas para alimentarse y descansar. Todo un verdadero lujo.