domingo, 7 de enero de 2024

Hablando de lobos a los niños.

Educación ambiental. Dos palabras que unidas deberían de formar una dupla indestructible pero, por desgracia, estamos muy acostumbrados a verlas por separado aun sabiendo que su unión debería de ser constante y formar parte de nuestro día a día. Si les unimos la palabra lobo, reducimos todavía más la extensión de su conocimiento a la población en general. Si la educación ambiental está en horas bajas que decir de la educación ambiental sobre el lobo, prácticamente no existe.
Son muy pocas las iniciativas para dar a conocer la importancia de nuestro lobo ibérico entre la población en general y todavía menos a los niños en particular. El lobo es un engranaje fundamental en el medio ambiente de nuestra tierra al que debemos conocer para poder valorar y respetar.
Estamos acostumbrados a que las noticias sobre el lobo estén siempre relacionadas con problemas con el hombre o ser el protagonista de cuentos y leyendas en los que es el malo, el tonto, el cruel o el despiadado; esa es la idea general que tienen nuestros niños sobre el lobo ibérico. No saben cómo vive, qué hace, cómo cría a sus pequeños o la importancia que tiene en el medio ambiente.
Las iniciativas para darlo a conocer son muy, muy pocas; todo lo que se hace al respecto surge de acciones personales o privadas con puntuales programas educativos de administraciones públicas.
En estas pasadas Navidades desde la librería Ler de Zamora, Marta y Tomás me ofrecieron su librería llena de vida para lo que quisiera hacer con respecto al libro “Observaciones de campo del lobo ibérico 2.0”. Mi respuesta fue inmediata: “Quiero hablar a los niños del lobo”. Dicho y hecho: “Hablando de lobos” fue el escueto y directo título que atrajo a 23 niños hasta la librería para escuchar hablar de la vida del lobo (más sus acompañantes adultos).
Qué importante es la divulgación. Qué importante es dar a conocer la naturaleza tal y como es, sin añadidos que alteren la concepción de un animal y en el caso del lobo ibérico todavía más. Las siguientes palabras aparecieron en el Facebook de la librería al día siguiente:
“Cuando más de una veintena de peques, de entre 6 y 9-10 años, están cerca de hora y cuarto atentos y participativos sólo pueden pasar dos cosas:
-Hemos tenido los mejores peques de la ciudad en la librería. No hay duda.
-El taller que Pepe Barrueso ha preparado de "Hablando de lobos" ha sido simplemente espectacular. Fotos, vídeos, cuernas, huellas de lobos, etc.
Desde ayer, todos, grandes y peques, sabemos más de lobos…” (enlace)
Palabras que me llenan de orgullo pero sobre todo la principal satisfacción es ver las caras de los niños cuando les hablaba de los componentes del grupo familiar o de cómo se comportan los pequeños cachorros, caras llenas de ansias por saber más que no perdían detalle de todo lo que les iba explicando; hicieron preguntas y más preguntas, expusieron sus opiniones, gustos y anécdotas….simplemente eran niños ansiosos de saber, de conocer.
Educar a los niños y jóvenes en el respeto y cuidado del medio ambiente se puede hacer desde muchos puntos de vista y desde diferentes ángulos. Educar es una tarea apasionante y educar en el medio ambiente que nos rodea lo es más. Tengamos esperanza y fe en nuestros niños pero hay que enseñarles.
(Muchas gracias a la Librería Ler, Marta y Tomás, por esta oportunidad).

1 comentario:

  1. ¡Qué razón tienes y qué gran labor haces con los chavales! Son esponjas que aspiran a saberlo todo, y si la educación que les ofrecemos es la adecuada habremos ganado mentes críticas para el futuro, capaces de analizar la realidad que les rodea. Hablar de esto en relación con el medio ambiente es hablar de futuros mujeres y hombres concienciados con la importancia de conservar lo que hereden, y a ser posible mejorarlo. Grandísima labor, José. ¡Chapeau!

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