domingo, 28 de marzo de 2021

La sorprendente y triste historia de 9036885

La naturaleza es hermosa, sorprendente, cruel,…nunca dejará de asombrarnos. La siguiente historia es un ejemplo que engloba todo lo anterior, es la historia de una cigüeña blanca que fue encontrada herida en junio de 2002 y llevada a un centro de recuperación de fauna de Ourense; era una cigüeña adulta que tras ser recuperada fue marcada con una anilla de metal y soltada el 6 de junio de 2002 en As Regueiras de Limia (Ourense).
Leer una anilla de metal es muy, muy complicado, se tienen que dar una serie de factores para poder leerla: cercanía, posición de la anilla, luz…pues bien, tuve la inmensa suerte de poder leerla casi 19 años después, en el vertedero de Zamora, el 20 de enero de 2021. Era la cigüeña blanca con anilla metálica número 9036885 y era la primera vez que se veía.
Tan enfrascado estaba intentado leer la anilla
que no le hice ninguna foto de cuerpo entero.
El anillamiento de carácter científico tuvo su inicio en Dinamarca, donde H. C. Mortensen, en 1899 anilló 164 estorninos pintos. Desde ese momento el anillamiento de aves se fue extendiendo por todo el mundo hasta que en 1930 se empieza a anillar en España. En 1963 se crea el Banco de Datos a nivel Europeo llamado Euring.
Cada año, en España, se anillan unas 350.000 aves por anilladores de La Oficina de Anillamiento de Aranzadi (fundada en 1949) y del Centro de Migración de la SEO (fundada el 15 de mayo de 1954). En nuestra provincia, sobre todo, en Villafáfila, se marcan unas 500 al año.
El problema de las anillas metálicas es la dificultad de su lectura. Es muy complicado leerlas a distancia, razón por la cual se empezaron a usar anillas de colores y con códigos en algunos individuos de los anillados (collares, anillas de colores, anillas con código de color, marcas alares o marcas nasales), para que se pudieran leer desde lejos. Pero todas las aves que se anillan con colores, también llevan su anilla de metal en la pata.
Una vez leída la cigüeña comenzó el proceso de investigación para encontrar su procedencia y, tras las gestiones de Pablo Santos y Arantza Leal (de SEO Birdlife), a los que les estoy enormemente agradecido, me llegó un mensaje sorprendente: “la cigüeña ha sido encontrada muerta, depredada por un zorro”.
Era increíble, casi 19 años sin saberse nada de ella y 11 días después de que la pudiera ver yo en el CRSU de Zamora, Alberto Navarro (al que le agradezco enormemente sus fotografías y amabilidad) la encontró muerta en Sandías-A Limia (Ourense), a escasos 3 km de donde fue soltada en 2002. Había vuelto a su lugar de origen como seguramente hiciera todos los años pero sin poderse comprobar.
Cigüeña blanca que murió con más de 20 años, que nunca se pudo saber donde estaba por la dificultad de leer su anilla y, da la casualidad, que en 11 días se lee por primera vez y aparece muerta. Triste historia de esta cigüeña que pone de manifiesto lo sorprendente y cruel que puede llegar a ser la naturaleza.
(Estos son los tweets que escribió Alberto Navarro que pusieron punto y final a la historia de esta cigüeña: pincha aquí ).

martes, 23 de marzo de 2021

El viaje de regreso de las espátulas.

La invernada ha terminado y las espátulas se disponen a regresar a sus zonas de cría. En los últimos días he podido ver varios grupos que, en su viaje de regreso, han parado en algún punto de la tierra zamorana para descansar y alimentarse durante algunas horas, coger fuerza y continuar su viaje hacia el norte.
La población de espátulas de la zona atlántica se congrega fundamentalmente en dos grandes áreas: una situada en la parte sur de la península ibérica (Andalucía y parte del sur de Portugal) y otra situada principalmente en Holanda aunque también se distribuyen por zonas de Alemania, Bélgica, Francia y Dinamarca.
Una vez finalizada la etapa de reproducción en estas dos grandes zonas, las espátulas comienzan su migración postnupcial hacia el sur, desplazándose hasta Mauritania (Banc d’Arguin) y el Delta del Senegal en África aunque también un buen número invernará en el sur de la Península Ibérica (Algarve portugués y sureste de Andalucía). Es, en estas zonas, donde han pasado los últimos meses. Meses en los que se han estado alimentando en unas condiciones inmejorables y que, con la llegada de las altas temperaturas y la proximidad de la época de cría, deciden regresar a sus zonas de reproducción.
Invernada que ha llegado a su fin. Comienza el viaje de vuelta. Este largo viaje requiere de zonas intermedias en las que descansar y alimentarse durante un periodo de tiempo; así las que provienen de Mauritania y Senegal entran en la Península Ibérica por el suroeste de Andalucía y sur de Portugal; ahí quedarán las que crían en la zona pero las de procedencia centroeuropea atravesarán la península ibérica hasta sus zonas de reproducción. Su paso por el interior suele ser rápido, con muy pocas escalas para la mayoría de ejemplares aunque algunos grupos permanecen horas o días en embalses o lagunas para reponer fuerzas y así poder seguir su largo viaje. 
Normalmente salen hacia Francia por el estuario de Txingudi (Guipuzcoa), la Reserva de la Biosfera de Urdaibai (Vizcaya) o el Parque Natural de las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel (Cantabria) que constituyen la salida y entrada de esas viajeras en la península ibérica, lugar de descanso y alimentación en los que pasarán semanas e incluso algunas todo el invierno.
En ese paso por el interior de la Península Ibérica, algunos grupos, paran en el embalse de Ricobayo, las Graveras de Coreses o las Lagunas de Villafáfila. Grupos, normalmente compuestos por pocos ejemplares que siempre tienen algo que contarnos y certificar, con datos, todos estos movimientos migratorios.
El pasado día 20, dos de esos grupos pararon en el mismo punto del Embalse de Ricobayo, en la zona de Montamarta. Dos grupos diferentes que estuvieron unas horas. En el primer grupo descubierto por Alfonso Rodrigo por la mañana y, que pude ver al mediodía, viajaba una espátula anillada que, curiosamente, había visto el 23-9-2020 en un lugar muy cercano en su migración postnupcial; es decir, había podido ver, a la misma espátula en el viaje de ida desde su Holanda natal hasta su zona de invernada y en su viaje de vuelta, en la misma temporada, algo que nunca me había sucedido.
Esta espátula: aPR/YNfR anillada el 30-6-2018 formaba parte del gran grupo que pudimos ver varios naturalistas zamoranos el pasado mes de septiembre en el que viajaban, al menos, 533 ejemplares. (Si queréis recordar ese increíble momento pinchar aquí).
Ese 20 de marzo, por la tarde, un nuevo grupo de 16 ejemplares descansaba en el mismo punto del embalse (el primer grupo ya había marchado). En este nuevo grupo 3 espátulas portaban anillas y, como siempre, una historia que contarnos.
WO[Y6]/WB[Y6]
es una “jovencita” de casi 17 años, anillada en Holanda el 5-6-2004 y que seguramente inverna en el sur de la Península Ibérica ya que ha sido vista en Cádiz (San Fernando) y el Algarve portugués, además entra en la Península Ibérica por estuario de Txingudi (Guipuzcoa) o por la Reserva de la Biosfera de Urdaibai (Vizcaya) donde ha sido vista en el mes de septiembre de diferentes años.
La segunda espátula es la GfPG/aGR anillada en Alemania (31-5-2015), seguramente, también inverna en la zona del Algarve portugués donde tiene observaciones. Su probable recorrido sea: Alemania (zona de reproducción), Francia, España, Portugal (zona de invernada).
La tercera espátula anillada de este grupo también era de procedencia holandesa, la: aYYf/YBL anillada el 26-6-2013 con observaciones en Holanda y Francia, siendo esta su primera observación en España.
Viaje de la espátula YfaL/BYR
Entre las espátulas anilladas hay historiales que nos muestran su migración completa. Así la espátula con código de colores YfaL/BYR vista por Gary Losada, Alfonso Rodrigo, Miguel Rodríguez, Juanjo Gonzáles y por mi en septiembre de 2020, fue anillada el 3-6-2010 por Leon Kelder en Holanda. Ha sido vista en diferentes puntos que nos marcan su impresionante recorrido: 4.459 km desde su lugar de anillamiento hasta su lugar de invernada. Partiendo de Holanda y pasando por Francia, España, Marruecos y Mauritania para terminar en Senegal.
O la espátula con anillas YfaG/LYL que pude ver, el septiembre pasado, al igual que Juanjo González, Gary Losada, Miguel Rodríguez, Alfonso Rodrigo y Manuel Segura que llegó todavía más lejos: 4.749 km de recorrido desde Holanda (anillada el 8-6-2009) hasta el sur de Senegal.
NfPN/aYR
la pude ver en otro grupo de 11 ejemplares en las Lagunas de Villafáfila el pasado día 17. Espátula holandesa anillada el 5-6-2015, vista en Holanda, Bélgica y Portugal, donde seguramente inverne siendo esta es su primera observación en España, en Villafáfila, donde ha parado a descansar en su viaje de regreso hasta Holanda.
Espátulas que están de vuelta. Espátulas viajeras. Espátulas que recorren miles de kilómetros desde sus puntos de reproducción hasta sus lugares de invernada y regreso. Espátulas con historias que nos cuentan sus increíbles recorridos que realizan año tras año sorteando peligros y adversidades para completar su ciclo vital de supervivencia, aunque siempre hay algunas que no aguantan o son depredadas en su viaje. Un viaje fantástico digno de contarse.

lunes, 8 de marzo de 2021

Las alteraciones del color en las aves.

Encontrarte un ave con una alteración de color puede resultar chocante, intrigante, espectacular o simplemente te llama tanto la atención que, por lo menos para mi (dada mi naturaleza curiosa), me surge inmediatamente una pregunta: ¿Qué le pasa? ¿Por qué es así?
Cuando lo veo, pregunto a Antonio Salazar que con sus comentarios acertados, elocuentes y fácilmente entendibles me da luz acerca de lo que acabo de ver (muchas gracias por tu amabilidad y sabiduría). Gran parte de la información de esta entrada proviene de los consejos de Antonio Salazar y del artículo: “Aberraciones cromáticas en aves de la colección ornitológica del Museo Argentino de Ciencias Naturales "Bernardino Rivadavia"” (podéis leerlo entero aquí) de Matías Ricardo Urcola.
En todo organismo nos encontramos con genotipo y fenotipo. El genotipo es toda la información genética que tiene un organismo, es decir, los genes. Por el contrario el fenotipo son sus rasgos.
Toda la información que tiene un organismo en los genes, puede manifestarse o no manifestarse, es decir, puede verse o no verse. Por lo tanto el fenotipo será la expresión de esos genes más la influencia que pueda ejercer el medio que rodea al organismo.
Estos rasgos del fenotipo pueden ser de comportamiento (etología) o de rasgos físicos (morfología, fisiología,…). En definitiva, el genotipo son los genes del organismo y solamente se pueden apreciar estudiando el ADN y el fenotipo es la manifestación visible de esos genes que se ve mediante la observación directa de ese organismo.
Los principales pigmentos que dan color a las aves son las melaninas y los carotenoides.
Los carotenoides se adquieren mediante la dieta y son transformados en pigmentos mediante la acción de encimas: por ejemplo, los que nos podemos encontrar en los flamencos que van adquiriendo su color rosa por la alimentación de pequeños crustáceos que acumulan gran cantidad de carotenos.
En las melaninas tenemos dos tipos:
Eumelanina, la responsable de los colores negro, gris y castaño oscuro y la feomelanina, responsable del castaño rojizo.
Esos dos tipos de melaninas pueden producir, cuando se ven alterados por cuestiones genéticas, distintos tipos de alteraciones del color.
Aguilucho cenizo melánico.
Las alteraciones más conocidas son por el aumento de las melaninas: melanismo que da lugar a aves oscuras o por su disminución o ausencia que da lugar a aves claras. En estas últimas nos podemos encontrar con los siguientes tipos:
Albinismo: ausencia total de ambas melaninas.
Leucismo: error genético en la deposición de ambas melaninas.
Un animal leucístico no es albino; el albinismo es la incapacidad para fabricar melanina, por eso, quienes lo portan, son completamente blancos; mientras que en el leucismo el ave produce melanina de forma normal pero no se deposita en las células de las plumas poniéndose algunas totalmente blancas; además las aves con leucismo tienen el pico, los ojos y las patas de color normal no como los albinos que tienen los ojos rojos. El leucismo tiene diferentes grados y va aumentando a medida que el ave va teniendo más edad, se va poniendo mas blanco el plumaje.
Vencejo común leucístico.
Bisbita alpino leucístico.
Focha común leucística.
Mirlo común leucístico.
Estornino negro leucístico.
Gaviota reidora leucística.
Equizocroísmo: es la pérdida de un tipo de melanina. Si falta eumelanina da plumajes pardos. Si falta feomelanina da plumajes grises, negros y castaño oscuros.
Dilución: es la reducción uniforme en la cantidad de todos los pigmentos, no su pérdida. Da coloraciones más pálidas y puede ser: pastel (reducción cuantitativa de ambas melaninas. Las plumas negras se vuelven grises y las pardo rojizas, pardo amarillentas) o isabelina (reducción cuantitativa de la eumelanina. El negro se vuelve gris).
Colirrojo tizón tipo dilución pastel.
Brown: es la reducción cualitativa de la eumelanina; produce plumas pardo oscuras en vez de negras. El plumaje se vuelve blanco con el tiempo al ser sensible a la luz, se ve que las plumas mas internas conservan el color. Es extremadamente raro encontrar un ejemplar Brown macho en la naturaleza.
Urraca tipo brown.
Avefría tipo brown.
Ino:
es la importante reducción cualitativa de ambas melaninas. La feomelanina casi desaparece.
Gorrión común tipo Ino
En definitiva podemos encontrarnos con dos grandes grupos: las aves melánicas que serán oscuros o con las aves claras (el resto de tipos).
Estas aves blancas que son bonitas y espectaculares, en la naturaleza, tienen realmente un problema, son muy visibles y cuando quieres pasar desapercibido y, por el contrario, destacas en exceso, atraes todas las miradas de un posible depredador con el aumento de probabilidades de que al que coman sea a esa ave blanca.
Zorro melánico.
Por el contrario en los animales oscuros sucede todo lo contrario. Si es un depredador, su condición de animal negro, les hace camuflarse perfectamente, sobre todo de noche, a la hora de cazar; si es una posible presa, su color negro le va a hacer poco llamativo y puede tener menos probabilidades de que le coman a él pero, como sucede en la naturaleza, todo es relativo ya que: ¿y de día? ¿Cuánto se le verá a un depredador negro? Evidentemente también se le verá mucho y tendrá, en bastantes ocasiones, problemas para cazar. Es cuestión de aprovechar tus ventajas.
Los animales melánicos suelen vivir más tiempo en condiciones salvajes que los animales claros y, por lo tanto, muchos de ellos llegarán a reproducirse sin problemas. Los animales claros vivirán más tiempo en las ciudades o en condiciones controladas como zoos, parques o colecciones privadas que incluso los seleccionarán por su espectacularidad y vistosidad.
Pavo leucístico en Cabárceno.
Cobos de lechwe leucístico en Cabárceno.
Alteraciones de color que dan aves vistosas y espectaculares que, normalmente, en la naturaleza, son raras de encontrar y, muchas de ellas, tienen una vida muy corta.
(Quiero agradecer enormemente a Manuel Segura, Juan José González e Hipólito Hernández "Poli" el haberme prestado sus fotografías para ilustrar esta entrada. Muchas gracias).