martes, 21 de septiembre de 2021

Otras opiniones sobre el lobo.

Hace unos días escuchaba en la radio la entrevista a uno de los pastores alistanos que bajaba de la Sierra de Porto en la Alta Sanabria después de pasar todo el verano con casi 4.000 ovejas. Uno de los titulares de cabecera de la entrevista era: “El lobo les había merodeado todos los días”. Cuando le preguntaron al pastor por el lobo, comentó que no habían tenido ni un solo ataque durante todo el tiempo que habían estado allí arriba; sí había merodeado pero que sus perros hicieron un buen trabajo. El titular ahí quedaba.
Durante cientos de años el hombre ha subido con sus ovejas hasta los frescos pastos de verano de la montaña y el lobo ha estado ahí. Ha atacado a las ovejas y, los pastores, lo entendían como algo natural. Todos los años tenían alguna baja que consideraban normal. Las ovejas que se quedaban para atrás eran el “pago” que se llevaba el lobo, preferían que atacara a esa y no a todo el rebaño.
Las fotografías de esta entrada están realizadas
 en el Centro del Lobo Ibérico de Robledo (Zamora).
Este mes de septiembre se ha publicado en la revista Quercus un artículo titulado: “Impacto del lobo en el ganado: las cifras no mienten” escrito por Abraham Prieto, Jose Antonio de la Fuente y Jesús Anero. En dicho artículo, que se basa en cifras oficiales de la administración, se llega a la conclusión: “…en las regiones con más conflictividad entre el cánido y la ganadería extensiva, su incidencia nunca supera el 0.7% sobre el total de cabezas”.
El pasado 30 de agosto se publicó en el diario Público (on line) un artículo titulado: “Leandro y sus hermanos, los lobos y 1200 ovejas”. Ahí van algunos párrafos de dicho artículo:
"Lo primero que nos ha aportado el lobo es que nos ha hecho cambiar el modelo de gestión del ganado hacia un modelo de bienestar animal. Para empezar, a nuestro padre todos los años los lobos le mataban ovejas, algunos años hasta decenas, han sido cientos a lo largo de su vida; a nosotros, en estos 12 años, ninguna. Eran otros tiempos. Pero ahora sabemos lo que hay que hacer. Conocemos las medidas. Y hemos cambiado, cuidamos las ovejas, las pastoreamos. Tenemos perros mastines que las cuidan y que ahuyentan al lobo. Porque no las dejamos a su aire en el monte y vamos a verlas una vez cada 15 días, como hacen otros. Es que hay que ser ganaderos. No ganaeuros, como hay muchos: ellos en el bar y las ovejas en el monte. Hay que ser ganaderos y pastores. Si decides dedicarte a esto, te tienes que dedicar a esto, y ser profesional, como en cualquier otro trabajo; no solo propietario de animales o de terrenos"
"El lobo nos ha dado la lección de que tenemos que cuidar del ganado. Además, el lobo mantiene sana la fauna salvaje, se encarga de limpiar los excedentes o los ejemplares más dañados, y así pone control, por ejemplo, a las epidemias de sarna de los corzos, que se pueden pasar fácilmente al ganado"
Estos artículos y opiniones también existen aunque no sean comerciales, ni tengan un gran tirón en la prensa, ni se hable de ellos. 
Lo peor que puede suceder en muchos ámbitos de la vida es el radicalismo absoluto, las cosas casi nunca son blancas o negras, tienen matices y esos matices hay que tratarlos, pulirlos y negociarlos para llegar a acuerdos.
El tema del lobo hay que tratarlo con mesura, con tranquilidad y con cabeza; en este tema sobran los extremismos, radicalismos, exageraciones, insultos, salidas de tono y utopías imposibles. Hay que ser, lo primero, educado y si defiendes tus argumentos con exabruptos pierdes toda la razón que puedas tener.
¿Por qué es tan complicado llegar a un acuerdo en el tema del lobo?
Hoy ha salido en el Boletín Oficial del Estado la prohibición de cazar al lobo en todo el territorio español que se hará efectiva a partir de mañana. Pero ¿de verdad creemos que será su protección definitiva? Seguramente no sea así. Las posturas están muy enconadas, cada vez más distantes, más alejadas.
Nos vamos a encontrar con varios actores en discordia absoluta y guerra total: los ganaderos, los conservacionistas, los cazadores, la administración y los sindicatos agrarios. Sin olvidarnos de los medios de comunicación que se frotan las manos con editoriales desmedidos, entrevistas incendiarias o noticias que buscan el morbo por encima de todo. Cada cual con sus intereses. Cada cual con sus peticiones inflexibles en algunos casos. ¿Tan difícil es entenderse? Parece que si. No se acercan posturas. No se ceden pretensiones hasta un punto intermedio. Los actores están condenados a entenderse pero parece que no se escuchan.
¿Tan difícil es entenderse?
Van surgiendo voces que no están de acuerdo con las posturas oficiales de sus sectores. Voces como las de estos ganaderos que tienen otro punto de vista, que tienen otra visión del problema. Voces que deberán hacerse oir e intentar ir cambiando y acercando posturas. 
Jesús Nicolás en su espléndido blog: Cuadernos de un nómada, hace unas magníficas reflexiones acerca del problema del lobo:
“El mundo rural no quiere pagar los costos que pueda generar la conservación de la especie; esto es evidente y no requiere explicación alguna. Los conservacionistas por su parte tampoco desean que los ganaderos sean los damnificados que asuman las consecuencias. Este axioma elemental puede necesitar para alguno una explicación en profundidad. Por un lado, si el ganadero tiene daños podría llegar a perseguir ilegalmente al lobo y eso es lo que no queremos, por lo que es útil para nuestros intereses que él no sufra las consecuencias”.
“El nuevo panorama se muestra difícil. Delicado. Pero en el fondo tanto el mundo rural como el conservacionista desean lo mismo: que la conservación de la especie no afecte a los intereses económicos de los ganaderos. Si en lo principal estamos de acuerdo, ¿por qué resulta tan complicado armonizar posturas y exigir juntos que las administraciones hagan su trabajo por una vez, que los sindicatos dejen de incendiar el ambiente y que la prensa simplemente sea equidistante de la cuestión y se limite a contar hechos, en vez de vender la ristra de eslóganes irritantes de unos cuantos?”
¿Pero tan difícil es ponerse de acuerdo?

5 comentarios:

  1. Maravillosa e interesante entrada. Una más de las que ya nos tienes acostumbrados. ¡Enhorabuena!

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  2. Muchas gracias también por tu artículo sobre el problema que suscita siempre esta especie. Destila moderación y comprensión del mismo. No sé si seremos capaces de minimizar el conflicto de esta especie, pero artículos así son completamente necesarios. Un saludo, compañero.

    Jesús Nicolás

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  3. Muy interesante la entrada, me ha encantado. Efectivamente las cosas nunca son negras o blancas siempre hay matices, que como dices, hay que tratarlos. Muchas gracias.

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  4. Interesante entrada, muchas gracias por todo el conocimiento que compartes, siempre de calidad y bien relatado, sigue así.

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  5. Precioso relato de la berrea y muy bien introducida esa realidad paralela . Muchas gracias por compartirla

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