martes, 1 de octubre de 2024

Juntas de Extinción de Animales Dañinos I: antecedentes.

Hace 11 años hice una entrada en este blog acerca de las malditas Juntas de Extinción de Animales Dañinos en España, creo que es un buen momento para recordar algunos de los datos de los miles de animales muertos mientras estuvieron en vigor ya que parece que se nos olvidan las atrocidades cometidas en contra de nuestra fauna y siempre es bueno recordar ciertos hechos para que nunca más vuelvan a repetirse aunque, por desgracia, a más de uno le gustaría.
Las Juntas de Extinción de Animales Dañinos forman parte de uno de los períodos más tristes, dolorosos y de consecuencias más terribles, a nivel medioambiental, de la historia de nuestro país.
Durante años se persiguieron miles de animales de nuestra fauna. Esta masacre estaba promovida y financiada por las Administraciones Públicas de nuestro país que situaron a determinadas especies al borde de la extinción. Se mataron miles de animales simplemente por el hecho de ser, según ellos, perjudiciales para la caza, la ganadería y la agricultura. Esta era la razón fundamental para la creación de Las Juntas de Extinción de Animales Dañinos y Protección de la Caza que existieron como tales entre 1954 y 1962 (el 11 de agosto de 1953 se publicó el decreto de creación y se extendieron hasta 1968. En 1970 se promulga una nueva Ley de Caza que elimina dichas Juntas de Extinción).
En esta primera entrada que quiero dedicar a este tema me voy a centrar en ciertas leyes precursoras de esta malditas Juntas de Extinción en las que se perseguía a las "alimañas" de forma más o menos oficial.
“En 1542, Carlos I dictó la primera ley sobre caza de predadores de la que existe referencia. En esta época la caza era un privilegio reservado a la nobleza, pero el rey no dudó en permitir que cualquier persona participara en batidas para exterminar a los lobos. Esta ley fijó una norma, vigente durante más de 400 años: la recompensa económica para aquellos que mataran una alimaña. Así surgieron los primeros alimañeros.
Ya en el siglo XVIII, Carlos IV dictó una ley ordenando el exterminio de lobos y zorros, estableciendo el pago de 8 ducados por cada lobo, 16 si era hembra, 24 si la apresaban con la camada y otros 4 por cada lobezno. También se pagaban 20 ducados por cada zorro y 8 por cada cría”. (Del artículo aparecido en La Nueva Crónica)
Con estas leyes a las que se les va incorporando la persecución a águilas y linces en 1902 llegamos hasta que, por ejemplo, en 1903 el ayuntamiento de Villardeciervos (Zamora) en su Ley de Caza, en el reglamento del 3 de julio de 1903, en el artículo 69 dice los siguiente: “Las personas que persigan y den muerte a los animales dañinos que a continuación se expresan, obtendrán los Ayuntamientos respectivos las siguientes recompensas:”
A continuación enumera lo que se va a pagar a cada persona que se presente en el Ayuntamiento con uno de los animales, llamados "alimañas", que detalla en la siguiente lista. Así se pagarán por cada lobo muerto 15 pesetas, cada loba muerta 20 pts y cada lobezno 7,50 pts; recordemos que el sueldo medio de un albañil en 1903 era de 3,14 pts el jornal y 125,2 pts al mes con lo cual había alimañeros profesionales que recorrían amplias zonas para eliminar cualquier animal por el que le pagaran.
Cada zorra muerta 10 pts, cada zorro 7,5 pts y cada cría de zorro 3,75 pts al igual que cada garduña, gato montés, turón o lince ibérico.
Las aves también estaban incluidas en la ley: “Por cada ave de rapiña de tamaño igual o superior al milano, 4pts”. “Por cada ave de rapiña de tamaño menor al milano, 2pts”. “Por cada cría de ave de rapiña de tamaño igual o superior al milano, 2pts” y “Por cada cría de ave de rapiña de tamaño menor al milano, 1pts”.
Fotografía situada en la Oficina de Turismo de Villardeciervos
(de su facebook).
En la misma ley del Ayuntamiento de Villardeciervos se especifica la presentación de orejas y cola si era lobo o zorro para poder cobrar el dinero; cabeza y patas si era ave de rapiña y piel si era un animal pequeño. Estos ”comprobantes” certificaban la muerte del animal y así se podía cobrar la recompensa.
Si hablamos de un ayuntamiento como Villardeciervos y lo ampliamos a más zonas del país ¿Cuántos animales se mataron con estas leyes? No quiero ni pensar los miles de animales que se eliminaron por el hecho de considerarse perjudiciales para la caza, la ganadería y la agricultura.
En los años cuarenta del s. XX desde la Administración del Estado se incentivó el fomento de la caza mayor ya que generaba una gran cantidad de beneficios económicos para los propietarios de grandes fincas. Con lo cual comenzaron a surgir grandes cotos (públicos y privados) y Reservas de caza que había que proteger de animales "dañinos" que podían afectar a las especies cinegéticas que daban mucho dinero a los propietarios de los cotos; especies cinegéticas por las que gente de un cierto nivel social y económico, además de altos funcionarios del Estado, pagaban grandes sumas de dinero.
Esos animales dañinos había que eliminarlos ya que habían sido declarados perjudiciales para la caza, ganadería y agricultura. Pero, ¿qué animal se declaraba dañino? Realmente eran todos los animales que podían afectar a la caza, sobre todo la caza mayor, pero también a la menor y a la ganadería. Así, todo lo que pudiera afectar a ciervos, corzos, jabalís, rebecos, cabra montes, gamos, conejos o perdices había que eliminarlo, además de los que tocaban a la ganadería; con lo cual, se eliminaron, sin piedad alguna, un sin fin de animales que las cifras estadísticas oficiales dejan cortos.
Año 1956.
Y así llegamos hasta algún experimento anterior y precursor inmediato de las Juntas de Extinción de Animales Dañinos como sucedió en la antigua provincia de Santander en la que existió una Junta entre 1944 y 1953 que sirvió como base para la posterior y definitiva creación de estas Juntas de Extinción de las que hablaré en la siguiente entrada.

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