Hace unos días he podido observar uno de los hechos más
curiosos y sorprendentes que he podido ver en la
conducta de un lobo; creo que será muy difícil, prácticamente imposible, que
pueda volver a presenciar una experiencia como esta pero, vayamos por partes.
En dos días en la sierra en compañía de buenos amigos hemos
podido disfrutar de unas jornadas fantásticas de observación de lobos, entre ellos seis lobatos que
comienzan a descubrir su territorio y lo recorren solos o en compañía de alguno
de sus hermanos o miembros adultos de la manada; lobatos que juegan, corren,
investigan su basto territorio. Han sido dos días de una enorme satisfacción
personal observando lobos. Días en los que he podido comprobar que cada vez me
gusta más este animal; da igual cuantas veces lo puedas ver, siempre te
sorprende con algún comportamiento, experiencia o situación que no esperas o que
no te puedes creer lo que estás viendo; eso es lo que quiero contar en esta
entrada; ya habrá tiempo para otras entradas con algunas de las experiencias
vividas.
Dos lobos ocultos entre las altas hierbas. |
Estábamos controlando los movimientos de dos lobos que se
acababan de separar; después de que uno se ocultara en un espeso brezal nos centramos en el
otro que, para nuestra sorpresa, se sentó. ¿Qué miraba? ¿Qué era el objetivo de su atención?
Estaba mirando a un cazador que iba con dos perros. ¿¡Estaba mirando al cazador!? Así era. Lo controlaba. Observaba a donde se movía. Como se movía. Que hacía.
Estaba mirando a un cazador que iba con dos perros. ¿¡Estaba mirando al cazador!? Así era. Lo controlaba. Observaba a donde se movía. Como se movía. Que hacía.
El resto de animales ante la presencia del cazador habían
salido huyendo despavoridos como hizo un grupo de ciervas que se puso
rápidamente a salvo o un gran macho de ciervo acompañado de un vareto; la
presencia del hombre siempre es un peligro y los animales lo saben. Este
comportamiento es el normal pero el lobo no hizo eso; tuvo la entereza y el
aplomo de controlar el peligro. Se sentó y lo observó. Era realmente impactante
ver cómo se movía el cazador y el lobo. Si el cazador se movía para la derecha,
el lobo, lo hacía para la izquierda pero siempre en una especie de círculo
sincronizado, como si fuese un baile de salón en el que el lobo lo controlaba. Para que sea un poco más claro lo
expondré como si fuera la aguja pequeña de un reloj; si el cazador estaba a las
tres, el lobo estaba a las nueve; si el cazador se movía a las cuatro, el lobo
lo hacía a las diez, si uno estaba a las cinco el otro se movía a las once y
así guardando siempre una distancia de entre 100 y 125 metros . Todo sin
perder ni un momento de vista al cazador. El lobo se movía. Se sentaba y
controlaba. Se movía. Se sentaba y controlaba.
Las fotografías de esta entrada no corresponden con ese momento pero forman parte de esos dos días vividos en la sierra. |
Pasados más de veinte minutos de control absoluto del lobo
al cazador y ante nuestra incredulidad el lobo se fue detrás del
cazador. ¿Qué hacía? ¡Se le acercó hasta unos 70-80 metros ! ¿Por qué había
hecho eso? La respuesta la comprendimos enseguida. ¡No lo veía! Lo había perdido
de vista por el terreno así es qué se levantó y se acercó hasta una posición en
la que lo pudiera volver a ver, aunque esa posición supusiera más riesgo al
acercarse, le daba igual, quería verlo, saber dónde estaba y a dónde iba;
cuando lo volvió a ver se volvió a sentar. Lo tenía todo controlado otra vez.
Estas fotografías forman parte de otra vivencia que aparecerá en una entrada próxima. |
Las cinco personas que allí estábamos no dábamos crédito a lo
que acabábamos de ver. Los cinco lo interpretamos de la misma forma. El lobo
había estado controlando la situación en todo momento; esta era nuestra
interpretación, seguramente que otras personas pudieran entender que aquello
fue un episodio de curiosidad por parte del lobo ante un cazador pero, desde
luego, para los que allí estuvimos la sensación fue de control del lobo al
cazador.
Agradezco enormemente a Fernando prestarme sus magníficas fotografías para ilustrar esta entrada. |
En varias ocasiones he podido sentir esos ojos que me
observan; en una de ellas también sentimos su presencia y escuchamos su jadeo; en
otra caminábamos tres personas por un camino cuando por una extraña sensación me recorrió la espalda, me giré y, ante mi sorpresa, un lobo cruzó el camino
a escasos diez metros nuestros; venía detrás nuestro. Nos observaba. Me quedé
tan impactado que con un susurro avisé a mis compañeros: "Jose un lobo acaba de cruzar el
camino detrás nuestro". No lo volvimos a ver. Lo buscamos durante un buen
rato pero no apareció; seguro que él sí nos veía.
Cuando los cazadores y sus perros se alejaron el lobo se
levantó, se dio la vuelta y bajó al denso brezal en el que se había metido el
otro lobo. Era como si le avisara que el peligro había pasado. Minutos después
volvieron a salir los dos y continuaron hasta casi las doce y media deambulando
por su territorio para reunirse con otro lobo más con el que se tumbaron entre
unas hierbas altas y un cuarto lobo lo hizo, cerca de ellos, junto a un roble.
A las 13:30 horas nos fuimos dejando a los lobos allí tumbados. Descansando.
Dormitando hasta que cuando comenzara a anochecer se levantaran y comenzaran
sus actividades como así fue.
Alegría, Fernando, Miguel, Ignasi Castellví y yo sentimos lo
mismo. Esta fue nuestra interpretación. Nuestra vivencia. Nuestro sentir.
Quizás el lobo lo hizo por otros motivos que desconocemos pero desde luego
nuestra sensación fue que estuvo controlando en todo momento la
situación. Situación que será muy complicado que podamos volver a ver, diría
que imposible pero que deja a las claras la inteligencia de un superviviente,
de un animal sorprendente y fascinante, el lobo.
Al final de la mañana disfrutamos del eclipse parcial de sol. |
Menudo relato!!!
ResponderEliminarLa sensación que citas, la de darte la vuelta y mirar, la he tenido, en la Vega de Peñasillada por Geras de Gordon, donde los lobos mataron una vaca a los pocos días.
Y tu relato me recuerda a los textos de Murakami, el cazador es observado por el lobo, que a su vez es observado por los naturalistas. Al más puro estilo del japonés.
Un saludo.
La sensación de que te observan la he tenido varias veces; estoy convencido que lo hacen pero nunca lo había podido ver hasta este día. Un saludo y gracias por el comentario.
EliminarUn relato intenso como las sensaciones que, con toda seguridad, habéis disfrutado y recopilado de vuestra experiencia.
ResponderEliminarLa absoluta certeza no tenemos pero, si nos remitimos a los hechos... quizá la supervivencia del lobo tras años y años de acoso y exterminio se deba a comportamientos como el que habéis podido comprobar ete día y que, seguro no sea tan extraño como pensamos.
Magnífica tu crónica de hoy, José.
Un saludo de 'Ojolince y Sra.'
Hola Juan Miguel fue un cúmulo de sensaciones enorme, de sorpresa, admiración o incredulidad. No tenemos la absoluta certeza pero la sensación que tuvimos fue esa y los cinco pensábamos lo mismo. Un saludo y muchas gracias por participar.
EliminarEspectacular relato de un hecho que difícilmente nadie podrá volver a observar. Enhorabuena por saber transmitirnos esas sensaciones.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Hola Jesús. Todos estábamos convencidos de que lo qué acabábamos de presenciar sería casi imposible de volverse a repetir, era algo único. Muchas gracias por seguir el blog y participar. Un saludo.
EliminarQué maravilla poder tener esas experiencias y la habilidad para transmitirlas tan bien. Parece que esté ahí con vosotros. Enhorabuena.
ResponderEliminarSaludos.
Antonio Córdoba
Hola Antonio. Me alegra mucho tener noticias tuyas; muchas gracias por tus alagos y por seguir el blog desde el primer momento. Un saludo.
EliminarMuy buena la experiencia que nos relatas, fruto de un buen trabajo de campo y muchas jornadas de campo. A mi modo de vista, la única manera en la que se forja un auténtico naturalista. Enhorabuena por el momento vivido. Saludos
ResponderEliminarUna experiencia única y como bien dices las horas de campo compensan. Un saludo y gracias.
Eliminarahí te va este enlace, creo que te puede interesar
ResponderEliminarhttp://www.quesabesde.com/noticias/lobos-caza-espana-picos-de-europa_11102
Atención especial a lo de "objetivos de grandes dimensiones". Lo que no pase en este país de opereta...
Hola Joaquín. Muchas gracias por el enlace (ya lo había visto). Andoni Canela es uno de mis fotógrafos favoritos y sigo su nueva aventura de la vuelta al mundo (http://www.lookingforthewild.com/?lang=en). Muchas gracias por seguir el blog y un saludo.
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