viernes, 13 de marzo de 2015

Han vuelto los patos colorados.

El pasado 8 de marzo Alfonso Rodrigo descubrió en las graveras de Coreses cuatro ejemplares de pato colorado, dos hembras y dos machos que han llegado a las pequeñas lagunas casi un año después de que lo hicieran por primera vez.
En abril de 2014 también Alfonso Rodrigo descubrió la presencia de dos hembras y un macho de pato colorado; el 28 de mayo de 2014 descubrí la presencia de cuatro preciosos pollos, hecho que supuso la primera cita de cría de esta especie en Zamora.
El 27 de junio de 2014 fue la última vez que pude ver a los dos pollos supervivientes; pudiendo comprobar que uno de ellos apareció nuevamente por las lagunas el 23 de septiembre de 2014. Desde entonces nada de nada hasta el pasado 8 de marzo, día en el que apareció un macho más de los que vinieron en abril de 2014, ¿pudiera ser ese segundo macho uno de los pollos supervivientes del año pasado? Quién sabe, es una posibilidad que nunca se podrá confirmar.
¿Dónde han estado todos estos meses? ¿Han bajado al sur o han estado ocultos en cualquier otro punto cercano hasta la época de cría? Preguntas sin respuesta que dan paso a todo tipo de especulaciones pero desde luego aquí están nuevamente y uno más, lo que si podremos saber es si van a criar o no, el tiempo lo dirá; esperemos que una o las dos parejas consigan sacar adelante una nueva prole que será la segunda pollada que nace en la provincia de Zamora y segundo lugar de cría en Castilla y León junto con el embalse de Monteagudo en Soria.
Las dos parejas se han asentado en una de las pequeñas lagunas; los machos están preciosos con sus llamativos colores destacando en la laguna y ya se puede ver a los dos machos sacando materia vegetal del fondo de la laguna para ofrecérsela a las hembras que rápidamente la cogen de su pico y la comen. El tiempo dirá si crían o no.
Las graveras de Coreses han pasado un invierno complicado, el número y variedad de aves han sido muy bajos siendo una de las causas principales la extraña invernada que hemos tenido en general pero también la presión que han ejercido sobre ellas ciertos cazadores que se han dedicado a cazar en un lugar prohibido; parece que esta llegada de la primavera ha supuesto una bocanada de aire fresco a las lagunas.
En este otoño-invierno pasado algunos de los habitantes más curiosos que he podido ver ha sido la presencia de un tarro canelo (anillado), 21 ánades rabudos o tres espátulas anilladas cuyos anilladores no han contestado desde su observación hace varios meses (algo que por desgracia sucede más de lo que sería deseable); las tres espátulas han sido anilladas en Alemania, Francia y Holanda, pero de sus historiales nada de nada, sin contestación (una lastima, luego querrán que se le manden las observaciones). 
Grupo de ánades rabudos junto a patos cuchara.
Tarro canelo junto a azulones.
Otros habitantes que se pueden ver en este momento por las graveras son: chorlitejo grande y chico, cormorán grande, somormujo lavanco, ánade friso y azulón, pato cuchara, andarríos grande y chico, agachadiza, porrón moñudo, focha común, zampullín chico, cigüeñuela, gallineta o garza real; sin olvidarnos de una buena variedad de pajarillos como el escribano palustre o el gorrión molinero o algunas rapaces como el aguilucho lagunero.
Confiemos que los patos colorados críen también este año, veremos...

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