El primer objetivo era la gaviota enana ya que era la que tenía más posibilidades de continuar en el lugar. En mi primera visita al punto en el que se había visto no la pude localizar así es que me fui hasta la Salina Grande por si se encontraba en esa zona. No la localicé pero en cambio pude ver uno de los charrancitos que volaba rápido y ágil sobre la fina lámina de agua de la salina.
Pasados unos minutos Juanjo González (al que agradezco enormemente sus fotos para ilustrar esta entrada) llegó al punto en el que se había visto a la gaviota enana el día anterior y, según me dirigía hacia allí, apareció la tan deseada gaviota.
Pasados unos minutos Juanjo González (al que agradezco enormemente sus fotos para ilustrar esta entrada) llegó al punto en el que se había visto a la gaviota enana el día anterior y, según me dirigía hacia allí, apareció la tan deseada gaviota.
La gaviota enana es la gaviota más pequeña. Es un ave
rechoncha, de pico negro y corto, con una mancha sobre el oído (los no
reproductivos) y una especie de gorra negra en la cabeza. Allí estaba:
alimentándose de los insectos que había sobre la lámina de agua.
Es una gaviota que cría en centro Europa (Polonia, Rumanía,
Ucrania, Países Bajos) además de la zona que va desde Escandinavia y el Báltico
hasta el este de Siberia. Su zona de invernada en España se centra en el delta
del Ebro, del Llobregat y la albufera de Valencia. De forma muy escasa y
esporádica aparece en el interior de la península en sus pasos migratorios y es
aquí: La Reserva Natural de las Lagunas de Villafáfila, uno de los principales puntos
en los que aparece esporádicamente.
Continuaba alimentándose sin parar. De vez en cuando
levantaba el vuelo y con una agilidad y rapidez sorprendentes atrapaba más
insectos en el aire para bajar nuevamente a la pequeña laguna para seguir
recogiendo alimento de la superficie del agua.
El 10 de marzo de 2017 Alfonso Rodrigo y José Miguel San
Román disfrutaron de la observación del mayor número de ejemplares de esta
especie en las Lagunas de Villafáfila: 4 ejemplares (3 adultos y 1 de 2º año)
(Si pincháis aquí podéis entrar en el gran blog el pernil y recordar ese fantástico
momento).
La gaviota enana hace honor a su nombre. Es muy pequeña. Su
comparación con una cigüeñuela no deja lugar a dudas de su tamaño. La cigüeñuela
era un Gulliver y la gaviota enana casi un liliputiense.
Pasado un tiempo de continuo movimiento para alimentarse,
se levantó y con un vuelo rápido se dirigió hasta un punto de la Salina
Grande fuera del alcance de nuestra vista. La habíamos podido disfrutar a una
magnífica distancia, dadas las enormes distancias que se manejan en las lagunas.
Esta fotografía está tomada el día 9-6-20. Nueve días después de su descubrimiento la gaviota enana sigue en las lagunas, algo verdaderamente inusual. |
Que buena cita para la altura del año en la que estamos, enhorabuena Jose. Un abrazo desde La Tierruca.
ResponderEliminarMuy buena. Además está aguantando muchos días. Un saludo.
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