Hace unos días leí una frase de un gran amante de los lobos como es John Hallowell, decía: “Un lobo no es el diablo. No es Dios. Un lobo es un lobo”. No puedo estar mas de acuerdo. Lo he dicho muchas veces, el lobo es un animal con sus cosas buenas y sus cosas malas. Es un animal muy importante en la cadena trófica. Básico en la regulación de especies en nuestros campos. No es el causante de mil males, ni un pobre angelito. Es un animal mítico, emblemático, que atrae odios y parabienes a partes iguales. Un animal que genera pasiones encontradas. Un animal que genera adversidades. Un animal. Es, simple y llanamente, un animal. Un lobo es un lobo, con todo lo que conlleva serlo.
Los lobos cazan, mueren, matan. Los lobos sobreviven en un mundo que los ha marcado desde tiempos inmemoriales. Los lobos son inteligentes, audaces, listos. Los lobos tienen enfermedades, son heridos e incluso mueren prematuramente. Su vida es dura. Su vida es complicada. Llena de adversidades y, en muchas ocasiones, corta. Me gustaría hablar de esos lobos que pasan adversidades y siguen adelante. De esos lobos que sufren y se reponen. De esos lobos que, en muchas ocasiones, no se les hace el caso que merecen. Los lobos heridos, lisiados o muy viejos. Esta es la historia de esos lobos.
Calcetines. |
Su pata trasera izquierda está rota. No la puede apoyar. |
Calcetines a la izquierda y plumero a la derecha. |
Tanto "Calcetines" como "Plumero" pertenecen al mismo grupo familiar. Es chocante, curioso e impactante verlos correr entre brezos, carqueisas y escobas. Uno con el plumero al viento sobresaliendo por encima de la vegetación y el otro cojeando. Seguramente hayan sufrido algún percance de caza o quizás alguna pelea o una caída en una persecución, nunca se sabrá pero lo que sí se sabrá es que aun siendo poderosos, fuertes y potentes siguen siendo lobos y como lobos que son sufren los avatares de su vida diaria.
En el punto contrario nos encontramos a "Malamute". Un gran macho de porte altivo y aspecto imponente. Es viejo, muy viejo, de cabeza enorme, fuertes patas, pecho ancho, gran alzada y un aspecto que causa una tremenda impresión nada más que lo ves. Es viejo, muy viejo, las canas afloran por gran parte de su cuerpo dándole un aspecto blanquecino que denota su experiencia, su fuerza, su poderío.
El lobo de la izquierda es el segundo del grupo. Es un lobo grande y fuerte pero, Malamute, a la derecha, es todavía más impresionante. Fotografía tomada en 2015. |
Este verano he vuelto a saber de él. Sigue vivo. Sigue dirigiendo a su grupo familiar. Sigue imponiendo su jerarquía. Su presencia y su aspecto son aun mas sobrecogedores. Tiene muchos años y ahí sigue. Es un superviviente.
Este gran lobo es muy viejo pero todavía controla la manada, quizás, en un tiempo no muy lejano su reinado termine y entonces su vida dará un gran vuelco; cuando sea derrocado podrá permanecer en su mismo grupo familiar siendo un miembro más de la familia pero, tendrá otras ocupaciones, como cuidar y enseñar a los pequeños cachorros o, abandonarla, y ser un paria, un exiliado que vagará sin un territorio, en constante peligro por pasar por el territorio de otros grupos familiares o acercarse demasiado al hombre; quizás encuentre un lobo joven, su escudero, que le acompañe y le ayude; él le enseñará todo lo que sabe y el joven lobo le ayudará a conseguir comida.
El viejo y gran Malamute. |
De lobos heridos, lisiados o muy viejos casi nunca se habla. Esos lobos también son lobos y tan importantes como los que se encuentran en plenas facultades o son preciosos cachorros que comienzan su dura existencia. Existencia llena de peligros que, en muchas ocasiones, les lleva a una muerte prematura. Un lobo es un lobo.
Muy curioso, Pepe.
ResponderEliminarGracias por ese relato familiar.
Gracias por el comentario. Un saludo.
EliminarMe ha encantado. Una historia de superación y la lucha por la supervivencia.
ResponderEliminarUna historia de superación total. Todos son importantes. Un saludo y gracias.
EliminarMuy buenas fotos y los nombres
ResponderEliminarLos nombres les vienen al pelo. Un saludo y gracias.
EliminarGracias por compartir tantas horas de observación. Curiosa familia de lobos. Espero nos sigas dando noticias de ella
ResponderEliminarEl grupo familiar de Calcetines y Plumero es muy amplio, una gran manada. Un saludo y gracias.
EliminarSe saborea tu relato. Tu amor por los lobos queda bien plasmada. Así tus lectores aprendemos a verlos de otra manera.
ResponderEliminarEsa es la idea, ver a los lobos como lo que son. Un saludo y gracias.
EliminarEspectacular, enhorabuena Jose!!!
ResponderEliminarMuchas gracias Germán. Un saludo.
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