Villafáfila está preciosa, impresionante de vida y movimiento. Cada día surgen nuevas sorpresas y una de ellas surgió el pasado viernes 30 de abril cuando Alfonso Rodrigo descubrió un porrón pardo en la Salina Grande.
Parada 1: A primera hora del día siguiente me encontraba en la laguna con la esperanza de poder ver al precioso porrón pardo. Nada mas llegar lo localicé. Nadaba junto con una pareja de cercetas comunes de las que no se separaba en ningún momento.
Descansaba y se alimentaba en la zona mas profunda de la laguna con lo cual la distancia era enorme para cualquier fotografía decente pero daba igual, lo estaba viendo y disfrutando. Era mi primer porrón pardo. (Gracias Alfonso Rodrigo).
Este porrón pardo es la cita histórica número 10 para Zamora (datos de Alfonso Rodrigo, al cual se lo agradezco enormemente). Porrón pardo al que le gustan las zonas de humedales profundos con abundante vegetación y muy poco las aguas salinas. Las citas anteriores en Villafáfila se produjeron en la balsa de decantación que es de agua dulce siendo mas inusual verlo en plena salina donde se encontraba este.
El porrón pardo es un ave escasa, muy escasa. En España sobrevive en ciertos puntos del Levante, Castilla la Mancha y Andalucía donde se encuentra en profunda decadencia. Está catalogado en Catálogo Nacional de Espacies Amenazadas como en peligro de extinción y en Europa como especie casi amenazada.
Zarapito trinador. |
Parada 2: Estos días en Villafáfila se están viendo grupos enormes de limícolas como el que estábamos viendo en un encharcamiento en el que miles de mosquitos salpicaban la superficie del agua que estaba repleta de comida en su fondo, lodo que albergaba un suculento alimento en el que un gran grupo de correlimos comunes se alimentaba sin descanso junto con una garceta común, dos andarríos bastardos, tres archibebes claros, cigüeñuelas, frisos y azulones mientras las pagazas piconegras patrullaban la zona seguidas de milanos o ratoneros que observaban las preciosas lavanderas boyeras con sus mejores galas.
Correlimos tridáctilo. |
Archibebe claro. |
Comencé a contar el grupo y cuando me llegaba por el correlimos común 602 una flecha negra cayó como un rayo del cielo sobre el gran grupo que se levantó asustado y espantado. Un halcón peregrino se lanzó sobre los asustados correlimos que salieron despavoridos ante la violencia del ataque.
El halcón falló pero levantó todo el gran grupo que huyó a toda velocidad. El halcón busco una nueva presa, cogió altura y volvió a caer sobre unas golondrinas que vieron como el halcón las perseguía insistente pero sin éxito. El halcón se fue y me quedé sin saber cuantos correlimos había en el grupo pero el momento fue espectacular.
Parada 3: la laguna de La Rosa es una pequeña laguna que es de las primeras que se quedan sin agua; tiene poca profundidad y mientras tiene agua es un lugar muy bueno de observación. Junto a ella me encontraba cuando un grupo enorme de correlimos comunes aparecieron sobre la pequeña laguna. Cientos de pequeños correlimos volaban apelotonados como un enorme cardumen de peces en la inmensidad del océano.
Es increíble como vuelan tan juntos. Ir en gran grupo tiene muchas ventajas pero ¿como se mueven? ¿qué hace que uno de estos correlimos no se choque con otro en el grupo?
Un pájaro que vuela en una gran bandada debe de preocuparse de no chocar con los que están a su lado, de moverse en la misma dirección que los demás y debe estar siempre cerca de los de alrededor. Tiene que cumplir esas tres normas dentro de una bandada de cientos o miles de aves como él.
En el año 2010, K. Bhattacharya y Tamás Vicsek científicos de Budapest (Hungría) publicaron en la revista New Journal of Physics una teoría en la que "... se ve a las aves representadas por partículas con parámetros como la posición y la velocidad. En ausencia de un líder que tome la decisión, el cambio colectivo que hace pasar a los pájaros desde la situación de vuelo hasta la del aterrizaje viene determinado en buena parte por las perturbaciones aéreas a las que cada ave está sujeta, como por ejemplo las derivadas de la posición de vuelo del pájaro dentro de la bandada. Una perturbación provoca otras, esas a su vez tienen el mismo efecto, y así sucesivamente. El fenómeno puede compararse con una avalancha en un montículo de arena".
Por lo tanto un ave cambia su posición dentro de la bandada fijándose en las aves que tiene a su alrededor. Estas aves, que tiene alrededor suyo, son unas seis o siete que se encuentran en su entorno inmediato, sin importar lo cerca o lejos que se encuentren. Es decir, hará lo que hacen los que están a su lado y así hará otra ave y así otra, es como una pequeña explosión de acciones con su onda expansiva.
Pero ¿qué hace que se muevan esas seis o siete aves a la vez? Los mismos investigadores en el año 2012 fueron más allá y lo explicaron cómo si las aves fueran partículas de un metal que se orientan cuando sufren un fenómeno de magnetización. Es decir, cuando un ave de la bandada decide cambiar de rumbo se produce un efecto de “imantación” que hace que sus vecinos inmediatos (esos seis o siete individuos) le imiten. Y cada uno de estos vecinos afectará a la trayectoria de sus vecinos y estos a los otros y así sucesivamente, haciendo que todo el grupo se mueva a la vez, al unísono.
El enorme grupo de correlimos se movía al unísono en un espectáculo deslumbrante, se movían como un todo, es como si hicieran magia, se mueven como uno sólo.
721 correlimos comunes conté en casa en una de las fotografías que les hice, además llevaban algunos infiltrados: 15 correlimos tridáctilos, un correlimos zarapitín y un chorlitejo grande volaban entremezclados con los correlimos comunes en el gran grupo.
Las distancias en Villafáfila son enormes. El gran grupo junto con otros tres grupos parecidos bajaron en la orilla de unas islas en el centro de la laguna de Barillos, demasiado lejos para poder ver o distinguir nada mas. En el mismo entorno agujas colipintas, chorlitos grises, espátulas y garcillas bueyeras se alimentaban o descansaban.
Parada 4: La mañana llegaba a su fin y la reverberación era enorme. Paré en Otero de Sariegos para ver la parte mas cercana de la Salina Grande en la que un grupo de 72 combatientes se exhibían con sus mejores galas nupciales. Preciosos. Imponentes. Altivos. Gallardos. Pavoneándose delante de las hembras que veían como imponentes y espectaculares machos con golas y plumajes blancos, dorados, negros o marrones se pegaban exhibiendo sus fuerza y elegancia, incluso alguno que había conseguido alejar a sus oponentes se subió sobre una hembra simulando una cópula.
Enhorabuena por la cita y por el reportaje, muy guapas las fotos. Un abrazo desde Cantabria.
ResponderEliminarMuchas gracias Germán. Fue un gran día.
EliminarImpresionante la variedad de vida que alberga actualmente Villafafila, que afortunado de poder observar las lagunas en todo su esplendor. Saludos José
ResponderEliminarEste año están imponentes. El agua es vida. Un saludo y gracias por seguir el blog.
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