martes, 1 de junio de 2021

Anochece en la sierra.

Anochece en la Sierra. El sol va cayendo en el horizonte mientras una pequeña rapaz de endiablada velocidad, gran agilidad y quiebros imposibles surca el aire en busca de insectos; insectos a los que caza en pleno vuelo, en un alarde de agilidad y destreza ante, oponentes tan experimentados en el vuelo, como las libélulas, es el alcotán.
Este pequeño halcón de largas y puntiagudas alas, listas negras en el vientre y zona inferior rojiza es un verdadero maestro en la captura de insectos al vuelo. Insectos que captura y come en el aire. Insectos que en muy pocas ocasiones escapan a su maestría.
Esta ave discreta ha llegado hace unas semanas procedente de África para criar en nuestro territorio o continuar viaje hasta el centro de Europa. En España está catalogado como Casi Amenazado.
Zarcero políglota.
Vuela. Planea. Aletea. Se posa en lo alto de un roble. Descansa. Observa. No pierde detalle mientras un zarcero canta al viento y una collalba gris se exhibe ante su pareja. La sierra se va oscureciendo. El sol cae lentamente y las sombras se van adueñando de brezos, carqueisas y robles. Es el momento de las ciervas. Es el momento de salir de sus encames diurnos, encames que les han proporcionado seguridad; es el momento de alimentarse.
Van saliendo poco a poco. Avanzan lentamente por la pradera. Se agachan y comen mientras otra de las ciervas levanta la cabeza y estira las orejas atenta a cualquier sonido, a cualquier movimiento, su enemigo está en la zona, no pueden descuidarse, el lobo no perdona los errores.
Las ciervas se mueven en grupos familiares con una hembra líder, que suele ser la mayor y, por lo tanto, la más experta, la que conoce el terreno como la palma de su mano, la que decide por donde hay que moverse, la que decide por donde hay que huir en caso de un ataque, incluso la que decide donde hay que comer. Junto a ella irán sus crías de los últimos dos o tres años. Incluidos los machos jóvenes de menos de dos años. Avanzan lentamente, comiendo, vigilando, observando. Toda precaución es poca.
El alcotán levanta el vuelo. La luz es cada vez más tenue, las sombras se van apoderando de la sierra. Sigue cazando. Sigue demostrando su agilidad. Planea por encima de una pareja de liebres ibéricas que comen al anochecer.
La liebre ibérica es junto a la liebre de piornal y la liebre europea las tres especies de liebres que habitan la península ibérica, siendo las dos primeras endemismos ibéricos. Están nerviosas, intranquilas, son desconfiadas, a cualquier movimiento o ruido se yerguen, levantan las orejas, se ponen de manos.
Un suave movimiento entre el brezo las hace estar en alerta máxima, el siguiente movimiento actúa como un resorte que les hace correr a la seguridad del brezal mas cercano. El brezo se abre como una cortina, tras él tres negros jabalís asoman al claro, uno detrás de otro van cruzando. El primero se para. Nos mira. La noche se ha apoderado de la sierra. Hay que estar alerta. Cruzan el camino y desaparecen en el brezo.
Las ciervas siguen tranquilas, comiendo. Un joven macho de incipientes cuernas las sigue, seguramente el próximo año ya no estará en el grupo, irá junto otros jóvenes machos formando un pequeño grupo de "solteros".
Comienza la noche. La sierra despierta a una nueva vida nocturna llena de peligros. Nos vamos y mi hija se va muy contenta y sus padres mas todavía. Ha saboreado la maravilla que es disfrutar de la naturaleza.

2 comentarios:

  1. ¿Qué mas se puede pedir que un día en familia disfrutando de la naturaleza?. Enhorabuena por esas fotos del alcotán, ave a la que todavía no he tenido la oportunidad de fotografiar. Saludos José

    ResponderEliminar