martes, 8 de abril de 2025

Picogordo: el cachas del jardín.

Muy cerca de mi casa puedo disfrutar de un pájaro que me llama mucho la atención: el picogordo. Cabeza voluminosa, pico grande y fuerte, cuello ancho y cuerpo grueso con alas relativamente cortas que se mueve cautelosamente de un árbol a otro o al suelo en busca de alimento.
Es un pájaro hermoso, elegante, cuya sensación al verlo es la de ser el cachas de los pájaros de los jardines. Se alimenta fundamentalmente de los frutos y bayas de los tejos y almendros de la zona además de las pequeñas semillas que caen al suelo y busca entre la hierba y la tierra de forma exhaustiva. Es desconfiado y cauteloso, ante cualquier movimiento extraño se ocultará rápidamente en los abetos de la zona y nunca bajará todo el grupo al suelo a la vez. Lo hacen, normalmente, solos o en grupos de tres o cuatro, el resto permanece en una rama vigilando; cuando suben unos, bajan los otros.
Hembra.
Su aspecto de pájaro de gimnasio le hace envalentonarse con aves más grandes como los mirlos, estorninos e incluso urracas a los que echa rápidamente de donde están comiendo ya sea un árbol o el suelo, por el contrario es, relativamente permisivo, con otros pajarillos más pequeños como los gorriones comunes, los verderones o los pinzones que muchas veces campean entre los picogordos picoteando el suelo en busca de cualquier semilla caída que llevarse al pico.
Siempre veo adultos, tanto machos como hembras. Nunca he visto ningún joven. Se pasan todo el invierno por el jardín y aguantan hasta bien entrada la primavera, luego desaparecen, normalmente, hasta el comienzo del siguiente invierno.
Si algo destaca en el picogordo es su pico. Pico grande, fuerte, ancho y potente que cambia de color en los machos, en primavera (actualmente), a azul metálico en el periodo de reproducción. Pico que utiliza como una herramienta para abrir semillas e incluso titos. Pico sustentado en una potente musculatura que "en función de una alimentación basado en semillas duras, ha desarrollado una extraordinaria musculatura en el cráneo para el movimiento de las mandíbulas. Dos unidades de músculos actúan a la vez: una desde encima y detrás del cráneo y la otra alrededor de la región orbital. Esta gran masa muscular es la que ocasiona el considerable tamaño de la cabeza del pájaro. Los huesos de las cerezas y aceitunas son partidos con relativa facilidad. La rotura de aquellos, aun haciéndolo por la sutura de las dos cáscaras, supone la aplicación de un esfuerzo equivalente a una carga de 30-47,5 Kg. Los huesos de las aceitunas necesitan un esfuerzo mucho mayor. En las pruebas realizadas, no menos de 53-80 kg. de carga serían necesarios. Estas sorprendentes cifras deberían ser consideradas en relación con peso del pájaro vivo, que da un promedio de 55 gr (Mountfort, 1957)" (fuente pajaricos.com).
Observar sus movimientos, las tremendas precauciones para bajar al suelo, donde comienza a buscar semillas que machaca con su fornido pico para seguir buscando y buscando, se alimenta sin parar, al menor movimiento que considere extraño o peligroso volará hasta la profundidad de un arbusto o árbol cercano donde permanecerá hasta que considere que el peligro ha pasado.
Hembra.
Parte del grupo en unárbol.
Pocos son los puntos en los que los picogordos se pueden ver en Zamora ciudad, este, los jardines de Trascastillo, es quizás, el mejor de todos para ver las evoluciones de un grupo de picogordos que invierno tras invierno alegran con un toque de color, elegancia y espectacularidad este precioso jardín de la ciudad.

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