sábado, 22 de marzo de 2025

Tiro al lobo.

“El ganado matado por el lobo es desperdiciar comida” ¿Cómo? Esa fue la frase que escuché en la radio cuando estaban dando la noticia de que el Congreso de los Diputados con los votos de PP, Vox, Junts y PNV con las abstenciones de BNG y Bildu, daba el visto bueno para volver a matar al lobo ¿Se estaba justificando la inclusión de varias enmiendas para matar nuevamente al lobo en “la ley de prevención de las pérdidas y el desperdicio alimentario” a través de esa frase?
Si. Así era. Además “cuando las comunidades autónomas o el Gobierno central acrediten efectos perjudiciales para la salud y seguridad de las personas, para prevenir perjuicios importantes a los cultivos, el ganado, los bosques, la pesca y la calidad de las aguas o por razones imperiosas de interés público de primer orden, incluidas las de carácter socioeconómico y consecuencias beneficiosas de importancia primordial para el medio ambiente". Sin olvidarnos de "la eficiencia del sistema productivo" también se podrá matar al lobo.
Lobo ibérico en el Centro del Lobo de Castilla y León en Robledo (Zamora)
En definitiva en el Congreso de los Diputados se aprobaron tres modificaciones relacionadas con el lobo:
Primero: Se cambiará el estatus legal de la especie para poder cazarlo al norte del Duero.
Segundo: Se incorpora una moción para que, si se produce un cambio legislativo del lobo en la normativa europea, algo propuesto por la Comisión Europea, automáticamente se aplique en España.
Tercero: Las acciones de control y extracción de ejemplares de lobo deben ajustarse a las leyes.
“Cuando esto suceda, previsiblemente en los próximos días, entrará en vigor lo que dice una de las enmiendas para que la protección del lobo y la posibilidad de matarlo pase a regirse por una ley de 2007 en lugar de por la Orden Ministerial que en 2021 prohibió las extracciones en todo el país.
La enmienda que así lo permitirá dice que "las medidas de extracción y captura de ejemplares de lobos y, con carácter general, de cualquier especie depredadora que tenga un alto impacto en el sistema productivo, se ajustarán a las exigencias previstas para la garantía de la conservación de especies autóctonas silvestres", en la que la referencia sobre las especies que se incluyen en el LESPRE ya no será la Orden Ministerial de Teresa Ribera en 2021 que incluía al lobo al norte del Duero, sino la Ley de Patrimonio Natural y de la Biodiversidad de 2007. Según la nueva ley aprobada este jueves, la protección máxima del lobo dentro del LESPRE pasaría de ser en "todas" las regiones como se fijó en 2021 a solo el "Sur del Duero" (Diario 20 minutos 20-3-25).
Lobo vivo en su habitat natural en la sierra.
Ni que decir tiene que a partir de la aprobación de estas enmiendas todos los problemas de la ganadería y agricultura serán solucionados dado que el lobo era el causante de todos y cada uno de ellos; el lobo estaba acabando con estos sectores. De golpe se solucionarán los problemas de los precios de venta muy por debajo del coste de producción, de productos importados que conlleven menor calidad o menores exigencias que los nacionales creándoles una competencia desleal, problemas de relevo generacional o elevados costes de producción entre otros problemas ¿Por qué no se defienden con tanta vehemencia y entusiasmo la solución de estos problemas como se ha hecho en contra del lobo?
Desde que en 2021 se prohibió la caza del lobo se ha venido gestando una estrategia constante de cifras, datos, artículos y discursos basados en bulos, estereotipos y datos a medias para ir creando un caldo de cultivo, una idea de que el lobo ha sido, es y será el causante de tantos problemas en la ganadería y agricultura para terminar en lo que se votó y aprobó en el Congreso de los Diputados: volver a cazar al lobo al norte del río Duero pero, esto no acaba aquí, ya que el siguiente objetivo anunciado por partidos y organizaciones agrarias y ganaderas es la caza también al sur del Duero.
Lobo ibérico en su habitat natural.
La Junta de Castilla y León lleva desde 2021 con un objetivo claro y definido: volver a cazar al lobo. Sus representantes, discursos y acciones así lo han manifestado. Tras la publicación del Censo del Lobo hace unos meses escribí una entrada de la que quiero recordar ciertas partes.
En referencia al Censo del Lobo, la Junta de Castilla y León dice: “Estos datos suponen un incremento del 8 % de las manadas de lobo en la Comunidad, con 14 nuevas respecto del censo de 2012-2013. Al norte del río Duero estos datos representan un aumento del 4 % de las manadas, pasando de 152 a 158, y de un 30 % de crecimiento al sur, pasando de 27 a 35”. ¿Un aumento del 8% es insostenible, es un aumento exponencial con una saturación como viene diciendo la administración regional durante mucho tiempo?
“El biólogo y miembro del grupo de especialistas de la Iniciativa Europea para Grandes Carnívoros (LECIE, según las siglas en inglés) Juan Carlos Blanco destaca que últimamente estaba “algo asustado” ante la insistencia de Castilla y León sobre un “aumento increíble y exponencial” del lobo, que finalmente se ha saldado en un “razonable” 8%. “Los datos son razonables, pero no la propaganda diciendo que había aumentos exponenciales, con ataques en aumento. El ministerio da nueve millones al año a la Junta para pagar daños y tienen que abonarlos, pero eso no implica que los lobos provoquen más daño”, expone el experto, partidario de que estos estudios “se separen del debate político”. (El País: 21-noviembre-2024).
Algo que sucede muy a menudo con los datos estadísticos es la creación de un relato para la consecución de un fin, me explico. La Junta de Castilla y León lleva diciendo a bombo y platillo durante mucho tiempo que el lobo ha aumentado exponencialmente su población ¿Consecuencia inmediata tras la publicación del censo? “Castilla y León presume del aumento del lobo y reclama su gestión para abrir la vía a cazarlo” (El País: 21-noviembre-2024).
En el verano de 2024 el Tribunal de Justicia europeo vetó la caza del lobo mientras su estado de conservación siga siendo “desfavorable”.
Vamos un poco más allá: “La Junta de Castilla y León defiende que la caza del lobo hace aumentar la especie y llama “negacionista” a quien lo critica” (iLeón: 21-noviembre-2024). Lo que se olvida mencionar es que según este censo: “…que remarca que el número total de manadas ha crecido de 179 a 193 en los últimos doce años, desde el censo anterior, pero que sin embargo, apenas aumenta el 3% en la suma de las cinco provincias donde la especie ya no se caza desde 2021, León, Palencia, Burgos, Zamora y Valladolid”.
¿Cuántos estudios científicos hay que digan que matar ejemplares de una especie catalogada como “estado de conservación desfavorable” aumenta su población? Evidentemente ninguno.
¿Por qué no se separa la gestión del lobo del debate estrictamente político y se lleva a temas científicos?
¿El aumento de grupos familiares supone que haya más ejemplares o no? ¿Cuántos lobos hay en Castilla y León? En el censo se nos dice: “Se pueden establecer cálculos del número de lobos en dos momentos del año correspondientes al mínimo y máximo poblacional, además de un porcentaje de lobos no territoriales (periféricos, flotantes o dispersantes) y que pueden representar en torno a la cuarta parte de la población total de lobos. Teniendo en cuenta la composición media descrita de los grupos familiares de 3-4 ejemplares antes de los partos, y de en torno a 7 lobos en época estival, a los que habría que añadir el porcentaje de dispersantes, de acuerdo con la literatura científica se podría establecer un intervalo de entre 965 y 1.737 lobos en Castilla y León, correspondiéndose con la estima mínima, antes de los partos, y la estima en la época estival, respectivamente (unos 1.300-1.400 lobos en otoño)”.
El que conoce el mundo del lobo sabe que estimar ejemplares es muy, muy complicado. Los grupos familiares son un ente cambiante que cada año fluctúa en función de nacimientos, muertes, abandonos o incorporaciones. Aun así en el censo se establece “un intervalo de entre 965 y 1.737 lobos en Castilla y León”. Ni más ni menos que 772 ejemplares entre el mínimo y el máximo.
Sin entrar en cómo se han recogido los datos para la elaboración de la estadística (aquí también hay mucha controversia); la estadística hay que, interpretarla de forma objetiva, sin condicionantes o sesgos intencionados que te lleven a tu terreno o a tus fines. La estadística bien interpretada es una gran herramienta para conocer la realidad pero para interpretarla hay que tener sentido común y, como sabemos, en muchas ocasiones, el sentido común es el menos común de los sentidos.
Lobos ibéricos en el Centro del Lobo de Castilla y León
 en Robledo (Zamora)
“El lobo causa daños, eso no vamos a negarlo”, explica el coordinador de conservación de WWF, Luis Suárez. Otra cosa es que las partidas de muerte “resuelvan el conflicto”, continúa, porque cuando podían matarse lobos los ataques no desaparecían”
(El Diario.es).
En definitiva se ha anulado cualquier rigor científico acerca del lobo, se ha aludido a una supuesta explosión demográfica de la población de lobos, se creado una opinión de la ferocidad del lobo contra las personas y para terminar se ha mezclado con los residuos cárnicos para incluirlo en “la ley de prevención de las pérdidas y el desperdicio alimentario”. Un cóctel explosivo lleno de mentiras y bulos que se esgrimió en el Congreso de los Diputados para justificar una ley ¿Estamos volviendo a leyes como las de animales dañinos que tanto problema causaron en el pasado? (Recordar en los siguientes enlaces: juntas de extinción de animales dañinos I y II).
No demonicemos a todos los ganaderos, agricultores, políticos, defensores del lobo. No metamos a todos en el mismo saco. No todo es blanco o negro. No todo se puede solucionar imponiendo sólo tus pensamientos e ideas.
¿De verdad el mayor problema de la ganadería y agricultura en España es el lobo? ¿No se pueden dejar los extremismos por ambas partes y sentarse a gestionar desde un punto de vista coherente, científico, riguroso y llegando a un acuerdo, entre todos, razonable y justo de gestión de una especie que es vital en nuestro ecosistema?
Por lo visto estamos muy lejos de una solución consensuada mientras se mantengan extremismos, mentiras, bulos y la política esté por encima de las personas, del rigor científico y del sentido común, mientras tanto el que pierde, como casi siempre, es el lobo ibérico, un animal que debemos conocer para poder respetar y valorar.

2 comentarios:

  1. La verdad que siempre tienen que tomar las decisiones los mismos, aquellos que no saben apenas distinguir un lobo de un cernícalo.
    Es más, con esta putrefacta decisión de cazar lobos habrá consecuencias en las manadas, las cuales tienen una gran estructuración de supervivencia, claro está que esa jerarquía se romperá y no les quedará más remedio que ir a por comida “fácil” para sobrevivir, con ello me refiero a que se incrementarán los ataques a ganado.
    No obstante habría que plantear que es lo que se puede cazar, porque si el lobo hace daño puntual a un porcentaje de ganaderos… la política en este país hace daño a prácticamente toda la población, y mucho daño.
    ¿Qué cazamos?

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