lunes, 25 de junio de 2012

Última visita a Villafáfila por esta temporada.

Hace unos días fui al Centro de Interpretación de las Lagunas de Villafáfila con el objetivo de ver y hacerles unas fotografías a las polladas de tarros blancos que han criado allí. Pero, como siempre, Villafáfila tiene sus sorpresas...
La primera sorpresa surgió en el camino, en la Laguna Grima de Pajares de la Lampreana me encontré con una garza real, una garceta grande, un grupo de azulones y, sobre todo, con una espátula.
Lo que primero destaca al fijarse en esta ave es su pico. Pico largo y aplanado en su extremo que utiliza para comer ya que al introducir la cabeza en el agua e ir moviéndola de lado a lado, este pico es como un detector de cualquier presa que toque.
Continué camino hasta el Centro de Interpretación pero como llegué demasiado pronto me acerqué hasta la zona del puente romano donde pude observar un buen número de cernícalos comunes y primilla que volaban bajo o "cernían" . De ahí le viene su nombre de cernir, es decir, la habilidad que tienen para permanecer quietos, volando, sobre la vertical en un punto inmóvil. Así es como estaban cazando. Se quedaban "quietos" y caían sobre un insecto que estuviese en el suelo.
Cernícalo primilla macho.
Una abubilla comía tranquilamente en la misma zona de los cernícalos. Por cierto, este año, estoy viendo muchas en lugares insospechados como por mitad de la Avenida Carlos Pinilla en Toro volando por encima de los coches o en plena plaza de la catedral en Zamora.
Cernícalo acosando a un milano negro.
La abubilla solamente se preocupaba cuando un milano negro volaba por la zona. Curiosamente no empleó uno de los actos típicos de las abubillas cuando están amenazadas, desplegar su cresta, sino que lo que quería hacer era pasar desapercibida por completo y, simplemente, giraba la cabeza y miraba al milano negro que, en cuanto asomaba por allí, los cernícalos se tiraban a por él, acosándolo y picándolo hasta que conseguían expulsarlo de la zona. Esa era su zona de caza.
Según me iba una "águila" demasiado blanca llamó mi atención. Venía volando muy baja, la enfoqué con el telescopio y...era una culebrera casi blanca que, seguramente, haya mudado recientemente.
De camino al centro un mochuelo me observaba curioso y expectante a la vez.
Llegué al Centro de Interpretación en busca de los tarros blancos y me dirigí a la laguna de abajo, donde sabía que estaban. Nada más llegar una preciosa pollada de 9 pequeños tarros surgió entre los carrizos.
Nunca los había visto tan pequeños. Se movían todos a la vez, como una pequeña máquina de nueve engranajes, pareciera que remaran sobre el agua. Rápidamente se ocultaron en los carrizos. Allí se encontraban seguros.
Pude ver 5 polladas de tarros blancos de diferentes edades que, cuando sean un poco mayores, se reunirán en un sólo grupo, una guardería. Los juntarán a todos y serán vigilados por alguna hembra o por algún adulto que no haya conseguido criar este año.
El tarro blanco es una ave esbelta y elegante que, podemos decir, está a medio camino entre un ganso y un pato pero que a mí siempre me ha parecido muy hermosa. Estas aves crían en huecos o agujeros del terreno. Aquí, en Villafáfila, suelen hacerlo en viejas bodegas o en huras de los conejos abandonadas. Estos del centro lo habrán hecho en cualquier agujero del entorno de la laguna.
Algo curioso de los tarros blancos es que los adultos, cuando sus crías son un poco mayores, las abandonan y se van a lugares específicos como la desembocadura del Elbe (norte de Alemania) donde se reúnen miles, en bancos de arena, para mudar sus plumas. Durante ese tiempo de muda no podrán volar, lo cual supone un enorme riesgo de cara a los depredadores y por eso se reúnen miles; es una manera de defenderse o de sobrevivir.
Aparte de los tarros pude ver varias polladas de azulones y una de avoceta cuyos pequeños son muy curiosos ya que poco a poco empiezan a tener sn su pico la típica forma curvada que después les caracterizará de adultos.
Pollo de avoceta.
Avocetas adultas, azulones, cigüeñuelas, varias garzas bueyeras, una garza común y un garceta grande deambulaban tranquilamente por sus orillas buscando comida o refugio. También había sus más y sus menos por el terreno como esta cigüeñuela que no paró de picotear a la pobre avoceta hasta echarla de lo que ella consideraba "su territorio".
Un chorlitejo grande deambulaba entre el lodo y un correlimos menudo, identificado por Alfonso Rodrigo, ya que mis dudas tuvieron que ser aclaradas por un experto como él (birdingzamora.blogspot.com.es), se movía rápidamente de un islote a otro en busca de alimento.
Correlimos menudo.
En la laguna de arriba una nutrida colonia de gaviotas reidoras incubaba en los nidos de las isletas mientras sus compañeras volaban sin cesar emitiendo su típica "risita" que las delata.

Entre un nutrido grupo de gansos pude descubrir varios pollos grandes que nadaban tranquilamente entre los adultos. Seguramente fueran alguno de los que pude fotografiar hace unas semanas (pinchar aquí) que han conseguido sobrevivir al constante acoso y ataque de milanos, águilas calzadas e incluso gaviotas que también pueden intentar capturar pollos tanto de tarro como de azulón o ganso. La verdad es que me alegró verlos.
Aquí terminó mi última visita por esta temporada a las Lagunas de Villafáfila ya que en los próximos días me iré a Puebla de Sanabria, al campamento organizado por el C.E.I.P. Sancho II donde estaré buena parte del verano.
Según me marchaba me fijé en dos fochas anilladas (104 y 132) que nadaban tranquilamente en la laguna. Fochas anilladas que tienen su historia como el anillamiento pero eso, será, otra entrada...

2 comentarios:

  1. Nos ha venido muy bien tu ilustrada 'crónica repaso' de Villafáfila porque, aunque estamos bien informados de lo que allí sucede, gracias a El Pernil, con tu última visita, nos has dado un verdadero repaso de su avifauna y costumbres, de manera que refrescamos nuestros empolvados conocimientos y adquirimos otros nuevos y bien interesantes.
    Muchas gracias y un saludo desde Pucela.

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    1. Visita que aproveché lo máximo posible. Hasta la temporada que viene. Un saludo.

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