La mañana estaba fresca y los barcos pesqueros entraban en
el puerto de Cangas cuando zarpábamos hacia Vigo atravesando la ría. En el
trayecto tuvimos la primera sorpresa ya que nos encontramos con un grupo
familiar de delfín mular (llamado arroaz por la gente de la ría).
Hace mucha ilusión ver a estos simpáticos animales que son
sorprendentes en muchos de sus comportamientos. Siempre me ha llamado la
atención la solidaridad que tienen entre ellos; son capaces de ayudar a un
compañero enfermo o herido subiéndolo a la superficie para que respire o su
táctica en grupo para cazar o defenderse de los depredadores. Son muy
familiares y pudimos ver en el grupo algunas crías. Los pescadores de la zona
nos dijeron que eran comunes en la ría pero la asociación Gremmar (Grupo de
Estudio de Mamíferos Marinos) alerta de la bajada de un 85% de la población de
delfines en la ría en los últimos veinticinco años. Actualmente hay unos 230
delfines en la ría de Vigo de los que pudimos ver dos grupos familiares.
Tras la parada en el puerto de Vigo continuamos hacia las
Islas Cíes. Según te vas acercando ves la belleza de las islas que están
incluidas en el Parque Nacional de las Islas Atlánticas desde 2002.
Playa de Rodas desde el embarcadero. |
Recorrimos las islas Norte y del Medio admirando su tremenda
belleza que en la cara oeste es de fuertes acantilados de casi 200 metros y en su cara
este es de suaves playas y costa. En nuestros recorridos destacaron dos de las especies
más comunes de las islas: el cormorán moñudo y la gaviota patiamarilla.
El cormorán moñudo es muy parecido al cormorán grande que
estamos acostumbrados a ver en el interior. Es un poco más pequeño y tiene el
pico delgado con las comisuras amarillas y en época de cría exhibe un curioso
moñete en la cabeza.
Agradezco enormemente a mi amigo Ernesto prestarme esta fotografía para ilustrar esta entrada. |
En sus aguas azul turquesa se movían un pequeño grupo de cormoranes
moñudos que seguí por toda la playa al caer la tarde. Nadaban en un baile
sincronizado patrullando la playa; metían la cabeza dentro del agua para buscar
una posible presa y después sumergirse en una inmersión que puede durar casi
minuto y medio en busca de alimento.
Desde la blanca arena de la playa que parecía situarnos en
una paradisíaca playa tropical (todo cambia cuando metes un pie en el agua y
compruebas lo fría que está) no perdía detalle de las evoluciones del pequeño
grupo de cormoranes moñudos que se recorrieron la playa arriba y abajo mientras
otros cormoranes, situados en las rocas, nos ofrecían con las alas extendidas,
una de las imágenes más comunes de estas aves.
Cormorán grande con las alas abiertas en el río Duero a su paso por Zamora. |
Cormoranes moñudos. |
El habitante más común en las islas es la gaviota patiamarilla
que se encuentra por todas partes. Hasta unas 20.000 parejas crían en las islas Cíes siendo la
colonia más grande de España.
Haciendo una fotografía a la gaviota patiamarilla que dormitaba sobre una roca... |
...la fotografía que estaba haciendo (sin recortes ni retoques). |
Al acabar la tarde una espesa niebla cubrió las islas dándonos
la sensación de encontrarnos en otro lugar completamente diferente pero
igualmente bello.
El sol se iba escondiendo pero sus últimos rayos iluminaban con su rojiza luz a las islas Cíes que dejábamos en el horizonte en una puesta de sol espectacular y hermosa.
El sol se iba escondiendo pero sus últimos rayos iluminaban con su rojiza luz a las islas Cíes que dejábamos en el horizonte en una puesta de sol espectacular y hermosa.
El día terminaba y nos íbamos con la sensación de haber
estado en un pequeño paraíso de aguas azul turquesa, arena blanca y naturaleza
salvaje que tenemos la obligación de mantener y conservar.
Al llegar al hotel la luna nos mostró todo su esplendor poniendo un magnífico broche a un día muy especial. Volveremos.
Leyendo con tranquilidad tu pormenorizada crónica sobre la naturaleza y belleza arrebatadora de las Cíes, 'Ojolince y Sra.' hemos quedado de acuerdo en buscar una fecha para ir a conocerlas.
ResponderEliminarEn el último viaje a Rías Baixas nos quedó pendiente su visita y hoy, disfrutando de esta lectura nos hemos dado cuenta que debemos ponerle remedio.
La confianza que muestran las patiamarillas de esas tierras es algo que te deja estupefacto. Son precisamente de las playas de Sanxenxo y O'Grove de donde tenemos las mejores fotos de ellas.
Como siempre, Jose... una crónica excelente.
Un saludo de 'Ojolince y Sra.'
Apuntad la visita. Si venís por aquí y podéis, no dejéis de visitarlas os van a encantar. Un saludo y gracias por vuestro comentario.
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