Eran las doce de la mañana y parecía todo tranquilo pero un
largo aullido sonó en la sierra. Inmediatamente, como si de un resorte se
tratara, seis lobos comenzaron a bajar por la ladera hacia el lugar de donde
procedía. Bajaban decididos. Firmes. En fila. Sin prisa pero sin
pausa. Acudían a la llamada.
El siguiente vídeo fue grabado por Fernando García Roncero con una cámara fotográfica Canon Sx 50 (la calidad no es buena por la distancia pero el momento quedó grabado; para ver mejor el movimiento podéis ponerlo en toda la pantalla). En él se puede apreciar a un grupo de lobos acudiendo a un aullido que se había producido segundos antes. Por desgracia, el aullido, no está grabado pero sí como acudieron todos. Doy las gracias a Fernando y su mujer Alegría por contarme el momento y prestarme el vídeo para esta entrada.
El aullido de un lobo es algo muy especial. Algo que no se
olvida fácilmente. Algo diferente y mágico que ha cautivado, atemorizado e
intrigado a los hombres desde tiempos inmemoriales y que ha tenido múltiples
interpretaciones pero, ¿por qué aúlla un lobo?
El aullido al que acudían estos seis lobos era una llamada.
Se estaban comunicando. El lobo que aulló quería algo que los demás
interpretaron inmediatamente y a la perfección, quizás quería ayuda, o había
cazado, o simplemente estaba reuniéndolos para ir a cazar o algo que nosotros
no entendemos o no sabemos comprender pero, desde luego, era una llamada.
El aullido, en mi opinión, sirve para saber donde está el
resto de la manada, de su grupo, para transmitirse información o incluso para
informar a otros lobos que se encuentran en un territorio que no es el suyo, para
remarcar una posición social o simplemente para transmitir un sentimiento o una
emoción ya sea de alegría, de tristeza...
Está muy extendido y es muy común creer que el lobo
solamente aúlla por la noche, a la luna; algo totalmente falso ya que un lobo
puede aullar a cualquier hora del día y el aullido es totalmente diferente en
determinados momentos, no aúllan siempre igual.
El aullido de esta llamada era largo, profundo, prolongado
en cambio en otra ocasión pude oírles aullar a la una del mediodía con un aullido totalmente diferente. Un aullido corto resonó en el valle, cuando escuchas aullar
a un lobo todo tu cuerpo se pone en tensión, en alerta, se te eriza el pelo y
escuchas absorbiendo ese sonido mágico y embriagador; inmediatamente, nada más terminar
el aullido, otro, igual que el anterior, surgió de un bosquete, a más de un
kilómetro de distancia y acto seguido un tercer aullido de igual duración e
intensidad surgió en un tercer punto a más de ochocientos metros. Daba la
impresión que estaban diciéndose: "¿Dónde estáis?" "Estoy
aquí". "Y yo aquí". Evidentemente no soy científico y esta es mi
interpretación que algunos consideraràn una locura o una barbaridad.
Otro aullido, completamente diferente, lo pude escuchar una fría noche de febrero en la que me encontraba con un grupo de alumnos cerca
de Villardeciervos (estábamos en el Centro de Educación Ambiental). Nos habíamos dividido en
tres grupos para escuchar los sonidos del bosque. El silencio era absoluto. Un cárabo
se escuchaba en la lejanía mientras la hojarasca se removía a escasos metros
nuestros, seguramente algún ratoncillo huiría de nuestra presencia, el silencio
era inquietante, pasados unos minutos de escuchar el bosque iba a empezar a
leerles la carta del indio Noah Seatlh cuando, justo, antes de hablar, un aullido
surgió de la profundidad del bosque. Nos quedamos todos petrificados. Nadie se
lo esperaba. El aullido era largo, profundo, eterno..."auuuuuuuuu"; acabó pero le siguió otro
corto repetido varias veces "au-au-au" para terminar, nuevamente, en
otro aullido profundo y prolongado, con un "auuuuuu" como el de las
películas. Las respiraciones de mis alumnos se habían acelerado pero nadie
emitió una sola palabra. Estaban absortos. Estaban escuchando el aullido de un
lobo, en el bosque, de noche; el aullido se repitió varias veces y cuando
terminó nadie decía nada de nada. Estaban impresionados. Continuamos la
actividad y al terminarla nos reunimos con el resto de grupos y todos habían
oído lo mismo y estaban impactados, jamás lo olvidarán.
Tres aullidos diferentes. Tres aullidos para comunicarse. El aullido es comunicación para un lobo. Cada lobo tendrá su
voz. Cada grupo tendrá su aullido. Cada aullido tendrá un significado que
podremos interpretar de mil formas diferentes pero que solamente el lobo sabrá
su verdadero significado pero su aullido seguirá impresionándonos. Que el
aullido del lobo nunca se apague que siga siendo acunado por el viento y podamos escucharlo para seguir sintiéndolo.
No se nada de aullidos de lobos, pero como me gusta la primera foto!!!!!
ResponderEliminarSaludos.
Esa fotografía ami también me encanta. Fue una fría mañana de octubre en la sierra, con una helada considerable y capta el momento de los primeros rayos de sol que atraviesan la niebla y llegan a la helada. Muchas gracias por el comentario y un saludo.
EliminarSe me ponen los pelos como escarpias...yo solo lo he oido una vez hace años y es escalofriante.Leyendo tu articulo me he acordado del libro de George Stone "La leyenda del lobo cantor"......supongo que lo habrás leido...sinó ahí te va un enlace para un PDF...http://www.elhombresinsombra.es/biblioteca/l/Leyenda%20del%20lobo%20cantor,%20La.pdf
ResponderEliminarSaludos y Felices Fiestas amigo!!!
Hola Xurde. No lo he leído pero tomo noto. Gracias por la recomendación y el comentario. Un saludo.
EliminarPues cuando lo leas te aseguro que lo recordarás...es de esos libros que no se olvidan...
EliminarImpresionante documento.
ResponderEliminarMe gustaría haber oído el aullido del Lobo, nunca he tenido la oportunidad.
Saludos
Lo oirás, seguro, y te resultará impactante. Un saludo.
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