domingo, 22 de junio de 2014

Censo del lobo: llegó la controversia.

El pasado mes de enero publiqué una entrada en la que hablaba de la controversia que iba a generar el censo del lobo (de Castilla y León) cuando se hiciera público. Hace unos días salió el informe oficial y desde entonces no hago más que escuchar barbaridades acerca del "aumento significativo de los lobos en Castilla y León"; que "si hay tantos se podrán matar más", o "la única especie en extinción es el ganadero", sin olvidarnos del "teníamos razón. Están por todos lados".
La Junta de Castilla y León ha sacado unos datos oficiales en los que hay 179 manadas (152 al norte del Duero y 27 al sur) lo que supone una población de alrededor de 1.600 lobos en nuestra comunidad, siendo aproximadamente el 60% de la población total en España y habiéndose producido un aumento del 20% desde el censo realizado en el 2000-01. Para llegar a estas conclusiones desglosan todo el trabajo realizado entre 2012 y 2013: 1.073 avistamientos, 93 escuchas, 89 fototrampeos, 328 indicios, 143 restos de alimentación, 1068 celdas UTM, 51.229,5 km prospectados a pie, 10.085 excrementos, 2.828 huellas, 438 rascaduras....datos, datos y más datos, algo que a la Junta de Castilla y León le encanta (en cualquier sector).
Estos datos ya han tenido contestación entre naturalistas, científicos y ecologistas que no están de acuerdo con la manera de realizar el censo, ni con los resultados obtenidos, lo cual no quiere decir que su manera sea la correcta. Detrás de todos esos datos hay un pequeño ejército de agentes medioambientales que realizan su trabajo de la mejor manera posible, supongamos que haya algunos que no lo hayan hecho correctamente pero el resto si y han conseguido un montón de datos que no hay que menospreciar porque sí.
Creo que el tema se debería de centrar en dos aspectos básicos:
1º: La población real de lobos.
2º: Qué hacer para convivir con el lobo.
En la inmensidad de la sierra nevada aparece la figura del lobo...
1º: La población real de lobos.
Lo primero que habría que hacer es ponerse de acuerdo en la cantidad de lobos que hay. La Junta ha elaborado el censo con su personal junto con la Consultoría de Recursos Naturales S.L. algo que a buena parte de los científicos no acaba de convencer.
En el censo deberían de participar biólogos, naturalistas o expertos independientes junto con el personal de las guarderías para poder ver los diferentes enfoques y así llegar a un número lo más acertado posible en el que todos estén de acuerdo. 
El mar de datos que nos ofrece es como una inmensa cortina de humo, como un paraguas gigante en el que todo cabe y todos caben, es como una barra libre que sirve para que todos pidan de lo suyo. Según estos datos diferentes asociaciones y colectivos ya le están pidiendo el aumento de cupos para matar lobos, o el aumento de batidas, o mayor eliminación de ejemplares por parte de la patrulla lobo o la declaración de especie cinegética al sur del Duero.
...dejemos que continúe viviendo en nuestros campos.
Si lo perdemos será lamentable.
2º: Qué hacer para convivir con el lobo.
Este es el tema básico en el que hay que ponerse de acuerdo, en el que las posturas encontradas son cada vez más inflexibles, en el que los puntos de encuentro se distancian inexorablemente.
No todos los ganaderos opinan igual. Hay un número creciente de ganaderos que hace todo lo posible para adoptar medidas para convivir con el lobo y minimizar daños, e incluso erradicarlos, pero, por desgracia, las voces que más se oyen son las de los ganaderos que quieren ver al lobo muerto, que solamente les interesa que no haya lobos en su zona.
¿Por qué el ganadero no se acostumbra a la presencia del lobo? La respuesta es sencilla porque, donde había lobos, desaparecieron hace años y ahora, que están volviendo, se han acostumbrado a vivir sin ellos, con lo cual, deberán volver a usos tradicionales como defensa con mastines y cercados, además de pastores eléctricos, incluso, en determinadas zonas, se están metiendo burras entre el ganado para detectar la presencia del lobo.
El ganadero debe de acostumbrarse a convivir con el lobo; por cierto, los rebaños peor protegidos son, en general, los más atacados y, curiosamente, donde menos ataques hay es donde más lobos hay, en la Sierra de la Culebra; ya sé qué alguno me dirá que hay menos ganaderos, cierto, pero a esos ganaderos ¿cuánto les atacan? mucho menos que a otros ya que tienen mastines y están acostumbrados a la presencia del lobo y conviven con él. Comprendo a aquellos ganaderos legales que pierden sus ovejas y la Junta no les paga pero, disiento de aquellos que olvidan encerrarlas, dejan a las más viejas solas o dicen que ha sido el lobo cuando han sido perros y acusan al lobo de haberlas atacado. Seamos serios. Unos que digan la verdad y otros que paguen.
En definitiva, el problema del lobo es, simple y llanamente, un problema de dinero. Unos porque quieren recuperar el dinero de sus ovejas muertas, seamos francos ¿solamente las matadas por ataques de lobos? No. Se intentan colar como ataques muchas más. Y otros porque no quieren pagar en tiempo y forma, más el lucro cesante, lo causado por el lobo. Es decir, dinero y mentalidad.
El lobo debería de ser un bien rentable o el inicio de un despegue económico, el revitalizador de la economía y vida para determinadas zonas de nuestra provincia y comunidad y no una fuente constante de conflictos que por la cerrazón de unos y otros tiene muy mala solución.
Agradezco enormemente a mi amigo Fernando
prestarme sus fotografías para ilustrar esta entrada.
“Este animal tiene que convivir siempre con el hombre y hay que conjugar políticas medioambientales que favorezcan la integración del lobo en su hábitat y los intereses de los ganaderos, sin perder nunca la perspectiva”. Estas declaraciones hechas por Juan Manuel de la Torre, presidente nacional de ASCEL (Asociación para la Conservación y el Estudio del Lobo Ibérico), sí me parecen unas declaraciones coherentes y responsables. Intentemos esa integración y no busquemos, como diría mi abuela, "duros a cuatro pesetas". Hagamos que haya políticas de apoyo al ganadero y al lobo, a los dos, ya que no son excluyentes y deben convivir. Todos ganarán y ganaremos.
Por lo tanto, determinar el número de lobos y qué hacer para convivir con ellos son dos puntos básicos para solucionar el problema del lobo. Pero ¿cómo llegar a un acuerdo si los extremos se separan cada vez más? Siempre hay intereses que distancian a los interlocutores, intereses que esperemos se vayan acercando, intereses que priman sobre el bien común, intereses que solamente son válidos "los míos". Traten de acercarse. De adoptar posturas integradoras. De ver el bien común. De ver el bien general. Sino el conflicto tendrá muy mala solución o ninguna.
(Mas información  en: 

2 comentarios:

  1. Hola Jose,
    interesante entrada y estoy totalmente de acuerdo contigo. Es una vergüenza la campaña publicitaria de la JCy L estos días en los medios de comunicación, piensan que la gente es tonta.
    Una vez más el Lobo en el punto de mira, un lujo en España y en Castilla y León y sin embargo denostado por la mayoría.
    Yo estoy con el Lobo, estoy con el hombre, y con la naturaleza.

    Saludos

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  2. La JCyL hace lo que le dá la gana en este y en otros muchos temas, tanto o mas importantes. Es una verdadera vergüenza lo de esta GENTUZA con mayúsculas. Que dejen a la gente que sabe, eso es de sentido común.
    Gracias por contarnos las cosas tal y como son
    Un saludo

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