Las aves se han ido adaptando progresivamente al hombre y lo
han hecho de una manera sorprendente en muchos casos. Viven entre nosotros; forman parte de nuestro entorno y a mucha gente sorprendería la gran
variedad de fauna que podemos encontrar en nuestras ciudades, sin ir más lejos
en Zamora, donde su fauna urbana es de una enorme variedad en jardines, orillas
del río Duero, Bosque de Valorio, Los tres Árboles o simplemente la muralla.
Las aves han sabido adaptarse a estas ciudades y muchas de
ellas son un integrante más de nuestra vida cotidiana. En la época de
reproducción también construyen sus nidos entre nosotros y ante la falta de
árboles (en muchos lugares) o espacios que consideraríamos idóneos para la
construcción de un nido, las aves nos sorprenden con nidos construidos en
lugares que nunca hubiéramos pensado o imaginado. Es uno de esos nidos el que
me encontré en Toro (Zamora).
Habían pasado por el lugar más de cien personas y nadie
había reparado en el nido. Entré el último y oí un débil piar: "¿Un pollo?
Aquí dentro". Instintivamente miré hacia arriba y allí estaba, el nido
construido sobre una gran lámpara en la entrada.
No me lo podía creer. Allí arriba, una golondrina, había
construido su nido. Llevaba un cámara pequeña y esperé en una esquina. Cuando
el silencio envolvió nuevamente el lugar, los pollos empezaron a piar
alternativamente unos y luego otros hasta que se estiraron, abrieron sus
grandes bocas y comenzaron a mover las alas en un afán de llamar la atención y
ser el que consiguiera su preciado premio. Comida. La golondrina entró volando.
Se posó en el borde del nido y cebó a uno de sus pequeños. Después, nuevamente,
silencio. Había que esperar la siguiente oportunidad.
La golondrina entraba y salía cada pocos minutos para ir
dando de comer a sus pequeños alternativamente. Era increíble. Allí estaba el
nido, en un lugar inverosímil por completo pero perfecto para las golondrinas
que lo habían elegido. El lugar era cálido. Estaba protegido y estaba tan a la
vista que nadie reparaba en él. Alucinante.
Este es el último nido curioso que me he encontrado pero los siguientes que os voy a mostrar también son, cuanto menos, sorprendentes. Alguno de ellos ya lo he puesto en alguna entrada del blog pero otros no.
Este es el último nido curioso que me he encontrado pero los siguientes que os voy a mostrar también son, cuanto menos, sorprendentes. Alguno de ellos ya lo he puesto en alguna entrada del blog pero otros no.
El primero de ellos es en Fuentalpeña. En una finca de unos
familiares me sorprendió que un carbonero entrara y saliera de un tubo de
hormigón. "¿Tendría allí el nido?" Así era. Había construido su
pequeño nido en el suelo. En la base del tubo. Junto a los tubos azules que sobresalían. Allí crió
a sus pequeños sin ningún problema.
El siguiente nido es en Puebla de Sanabria donde, en un
extractor de humos, todos los años, una pareja de gorriones saca adelante a su
prole. Lo más sorprendente todavía es que ese extractor es de una cocina que funciona normalmente.
En la comarca de Sanabria también se encuentra este curioso nido.
Nido en un cráneo humano empotrado en una pared en un lugar muy concurrido del pueblo. Nido que es utilizado por
gorriones o por una pareja de colirrojo tizón que van criando en este hueco
unos años unos y otros los otros incluso, el mismo año, han criado los dos.
Si el lugar del siguiente nido es sorprendente la historia no lo es menos. Una pareja de golondrinas construyó el nido, en un pueblo sanabrés, sobre este grifo, con lo que quedó totalmente
inutilizado pero, el dueño del lugar, no lo destruyó sino que dejó que allí criaran sus
preciadas golondrinas; es más, incorporó una manguera para poder (mediante otra
llave) seguir sacando agua del mismo lugar sin destruir la preciosa obra de
ingeniería. Estaba convencido que el hecho de criar allí las golondrinas le traía suerte.
Como veis, nidos sorprendentes. Adaptados a lugares que ni
nos imaginamos pero que a sus constructores le han servido perfectamente para
sacar adelante a sus pequeños. La adaptación es cada vez más sorprendente.
Es increible los lugares que buscan..muy guapa la entrada...y si me permites la broma...el del craneo..Ese si que tenía pájaros en la cabeza..jeje.
ResponderEliminarSalud!!
Hola Xurde. Hay nidos en lugares increíbles. Un saludo y gracias por estar ahí.
EliminarEs alucinante ver la capacidad de adaptación de los animales.
ResponderEliminarTe recomendaría ver el documental llamado "Lobos radioactivos"
Seguro que te gusta.
Un cordial saludo
Hola Carlos. Nada más leer tu mensaje busqué el documental (no lo he acabado de ver pero lo veré entero) pero me parece fascinante. Nunca me hubiera imaginado que los animales hubieran resurgido así en la zona. Gracias por la recomendación y por tu comentario. Un saludo.
EliminarBuenas,
ResponderEliminarCuriosa entrada, la verdad es que hay algunos pajarines que hacen el nido donde sea. A nosotros una pareja de golondrinas nos hizo el nido en el guardabarros de una vieja bici, está claro que no se usaba mucho... Saludos, y a seguir disfrutando de la naturaleza, hasta cuando se nos mete en casa jeje
El recopilatorio que has llevado a cabo se corresponde perfectamente con el lema que distingue a tu blog, y nos recuerda a todos que la naturaleza siempre asombra y sorprende, muy por encima de lo que la imaginación humana es capaz de pensar.
ResponderEliminarMuy interesante el tema y un resumen muy adecuado. Enhorabuena, José.
Un saludo de 'Ojolince y Sra.'