jueves, 4 de febrero de 2016

¿Por qué hay dormideros de aves?

Muy cerca de mi casa hay varios dormideros de aves, en la zona del río hay un dormidero de garcillas bueyeras, otro de urracas, otro de estorninos y otro de grajillas; en el parque del castillo podemos ver otro de grajillas que unos días están ahí y otros en la torre de la catedral; durante muchos meses las cigüeñas blancas duermen sobre tejados de iglesias y palacios así como la cúpula de la catedral. Y, si me acercó hasta el bosque de Valorio, hasta los búhos chicos duermen durante el invierno en pequeñas concentraciones en el mismo árbol. Dormideros alrededor de donde vivo, dormideros urbanos, dormideros de aves que se reúnen durante el invierno para pasar la noche pero, ¿por qué lo hacen? ¿qué beneficios obtienen a la hora de dormir en grupo?
Dormidero de garcillas bueyeras en el río Duero a su paso por Zamora.
(con algún infiltrado)
En una entrada antigua hablaba sobre porque las aves se concentran en grandes grupos de cientos o miles de ejemplares y cuales eran sus beneficios (pincha aquí si quieres recordarla). Muchas de esas aves que se mueven en grandes bandadas también duermen juntas en grandes dormideros pero, no solamente ellas, sino que otras pasan el día solas o en pequeños grupos pero al anochecer se van uniendo en puntos específicos para así pasar la noche juntas como los milanos reales o las urracas.
Los grandes bandos de estorninos, durante el día,
comen en campos cercanos...
...al anochecer se acercan a su dormidero...
...como este entre los juncos, en una de las orillas
del río Duero a su paso por Zamora.
Los grandes dormideros se producen fundamentalmente en invierno pero, ¿por qué se reúnen en determinados sitios? ¿por qué se concentran para dormir juntos? Si nos paramos a pensar de una manera lógica, con sentido común, aunque, muchas veces, el sentido común es el menos común de los sentidos, cuando duermes junto a alguien la primera sensación es de calor, te da calor y, si es invierno, mejor que mejor, esta es una de las primeras causas por las cuales duermen en grandes grupos, muchos ejemplares juntos se dan calor unos a otros y más, si son aves pequeñas, que pierden mucho más calor corporal por la noche que un ave grande.
Si estamos en mitad del campo, ¿notaremos más o menos el frío o el viento? Evidentemente, si estamos en campo descubierto, el frío o el viento lo notaremos mucho más que si estamos a resguardo de un árbol o de un roquedo y, si estuviésemos entre edificios lo notaríamos todavía menos y, además, la temperatura en la ciudad siempre es más alta que en el campo, por lo tanto muchos dormideros están en las ciudades ya que entre edificios o en la misma ciudad se nota mucho menos las inclemencias atmosféricas que en el campo descubierto, es decir, se juntan porque se dan calor y lo hacen resguardados porque notan menos el frío o el viento.
Dormidero de gorriones molineros en el barrio de Olivares (Zamora).
Dormidero de milano real.
También sucede algo parecido con ciertos bosquetes de árboles, por ejemplo, en el interior de un bosque de acebos sube la temperatura hasta 3 ó 4º con respecto al exterior, por lo tanto, dentro de ese bosque, se refugiarán todo tipo de animales durante la noche y más durante el invierno. Como dijimos anteriormente, en la ciudad, también sube la temperatura en comparación con el exterior y, además, en un edificio sube más la temperatura y si, ese edificio tiene calefacción, notarán todavía más calor, les será más beneficioso dormir ahí.
Cigüeñas reunidas para dormir en la cúpula de la catedral de Zamora.
Por lo tanto, se juntan para darse calor, para perder menos temperatura corporal y para resguardarse de las inclemencias atmosféricas que en las ciudades son menos acusadas pero también hay grandes dormideros de grullas, gaviotas o de gansos que lo hacen en lagunas, estos no duermen en la ciudad y, por lo tanto, no se benefician de ese efecto “de calor” que se produce por la propia la ciudad, entonces ¿por qué se juntan?
Dormidero de urracas.
Pensemos un poco más, si un ganso o una grulla durmieran en campo abierto y solos, sería mucho más fácil para cualquier depredador poder atacarles por la noche, por lo tanto, lo harán en el agua o sobre islas en las que se verán más protegidos y, si duerme con cientos o miles de ejemplares más, las posibilidades de detectar a un depredador son mayores, la de ser comido menores y la de acceder un depredador a ese dormidero en una isla o laguna mucho menores, es decir, es una ventaja ante los depredadores.
Dormidero de grajillas en un parque de la ciudad de Zamora.
Lo mismo sucede con los dormideros de grajillas, estorninos, gorriones, cigüeñas o garcillas bueyeras de la ciudad, juntos son capaces de vigilar más, hay más ojos para hacerlo y más tiempo para descansar  y, si lo hacen en lugares altos o resguardados, los depredadores tienen menos posibilidades de acceso. 
En definitiva, las grandes concentraciones para dormir, los dormideros, se suelen producir en invierno; las ventajas de dormir en grupo, son mucho mayores que de hacerlo sólo, ventajas que cuando llegue el buen tiempo irán esfumándose y, lo que antes era una buena compañía, el gran grupo, ahora no, ya que primará más buscar un territorio y una pareja, con lo cual, los demás, serán competidores, aunque no siempre pasa así, ya que algunas aves seguirán criando en colonias que también tiene sus ventajas, como puede suceder con las garzas reales, las garcillas bueyeras o las gaviotas (tema en el que hablé en la entrada dedicada a la colonia de las gaviotas reidoras de Villafáfila). Pero hasta que eso suceda, al anochecer, en muchas ciudades seguiremos oyendo la algarabía y los tumultos de cientos o miles de aves que se van posando en ramas o edificios para pasar la noche.

5 comentarios:

  1. Un tema muy original el de los dormideros de las aves, nunca había visto uno de urracas. Me ha gustado mucho, tanto las fotos como la narración, un abrazo desde el oriente de Cantabria.

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    1. Muchas gracias Germán. En el dormidero de urracas que tengo muy cerca de casa puedes encontrate más de cincuenta muchos días. Un saludo.

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  2. El final de tu reportaje encaja mal con el concepto de colonia, pues la gran mayoría de aves cuando migran en busca de mayores oportunidades vuelven a juntarse.

    Un ejemplo nuestro: las grajas en León. Durante el invierno recorren los campos en pequeños grupos y vuelven a los dormideros (ahora tenemos uno en el río junto a San Marcos) al atardecer junto a grajillas, urracas y estorninos.
    Y dentro de muy poco cuando les pique el gusanillo de la procreación volverán a sus colonias, donde discutirán y se pelearán como sus vecinos.

    Estupendo reportaje, como siempre.

    Saludos José.

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    1. Tienes razón. Me ha faltado especificar al fina que muchas aves crían en colonias como puede suceder con las garzas reales, las garcillas bueyeras o las grajas que no todos se separan. Lo añadiré. Gracias por la apreciación y un saludo.

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  3. Aplicando el sentido común (demostrado queda que es el menos común de los sentidos) podemos resolver un buen montón de cuestiones en la naturaleza.
    Por suerte a nuestras amigas las aves ese sentido no les falta aunque no le llamemos por ese nombre.
    Buen tema y muy buena crónica que has completado sabiamente con el apunte de Jose Rey.
    Un saludo de 'Ojolince y Sra.'

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