La mañana se presentaba muy agradable. Hacía fresco pero
se notaba que iba a calentar en condiciones, demasiado calor para estas fechas
que da un color extraño al campo, parece que estuviéramos mucho más adelantados
en el calendario pero no, estamos en abril y lo de “aguas mil”, de momento, ha
pasado a la historia pero falta que hace ya que o llueve en las próximas semanas o el agua de las Lagunas de
Villafáfila, este año, va a durar muy poco. Solamente tienen agua, aparte de
las lagunas del Centro de Interpretación; la Laguna de San Pedro, la Salina
Grande y la Laguna de Paneras, nada más, el resto está como un secarral.
En estas condiciones la variedad de especies que están en
las lagunas es enorme y, de limícolas en particular, más todavía ya que tienen
unas fantásticas condiciones de orillas enormes de limos para poder moverse y alimentarse.
(Toda esta entrada se refiere a dos visitas en días seguidos)
La primera parada la hice en la laguna de San Pedro donde
el día anterior me encontré con 36 espátulas que estaban en migración. No se
habían visto la tarde anterior y a media mañana volaron de las lagunas. Las
espátulas, ahora mismo, están en constante movimiento y este grupo seguramente
había parado a descansar para proseguir su viaje al norte.
En estos grupos de espátulas, casi siempre, hay alguna
anillada (algo que como sabéis me apasiona) que nos cuenta su historia y en
este grupo había cuatro de las que solamente pude leer dos (las otras me
quedaban más lejos y cuando lo intenté se marcharon). Uno de estos ejemplares
con código NfGP/aNP fue anillado en Holanda el 11 de junio de 2015 por Leon Kelder y
es la primera vez que se ve fuera de Holanda.
El otro ejemplar es todo un misterio. Estaba
anillada con anilla de color y dígitos en la pata izquierda y anilla de metal
en la derecha pero hay un problema ya que una cosa es lo que yo pude ver y otra
es lo que diferentes expertos me comentan, me explico. El color de la anilla
para mi era naranja pero me comentan que tenía que ser roja (seguramente
estaría muy desgastada). Los dígitos que pude observar eran negros pero me
dicen que tenían que ser blancos y estarían muy sucios o habrían perdido el
color.…así es que no tengo ni idea de donde puede ser, si alguno sabéis algo, os
agradecería la información.
Archibebe común. |
La adaptación de sus picos y patas de diferentes
formas y longitudes les permite comer a todos y no molestarse, aprovechando los
recursos que les ofrece la laguna. Así, un buen grupo de más de cien pequeños
limícolas, se movían incansables por una de sus orillas, entre ellos correlimos
de Temminck, correlimos
menudo, correlimos tridáctilo, correlimos zarapitín, chorlitejo grande,
chorlitejo chico y correlimos comunes tenían una actividad frenética en busca
de alimento. Junto a ellos algunos andarríos bastardo, andarríos chico y
avefrías.
Archibebe oscuro. |
En esta laguna había una pareja de archibebe claro y un
precioso archibebe oscuro con un plumaje espectacular además de archibebes
comunes, cigüeñuela común y avoceta común que veían pasar nadando tarro blanco,
ánade friso, cuchara común, focha común, ánade azulón y una solitaria pareja de
cerceta común que todavía aguanta en la laguna.
Garza real que parecía Gulliver junto a pagazas piconegras y ánade azulón. |
Pagazas piconegras en plena faena... |
También un buen grupo de pagazas piconegras volaban en un
baile frenético y se posaban en una de las orillas donde se dedicaban a temas
amatorios o, simplemente a descansar. Junto a ellas apareció un fumarel
cariblanco y varios comunes que estuvieron un momento y desaparecieron.
Mientras me encontraba en la animada laguna llegaron
procedentes de León dos familias de amantes de la naturaleza y excelentes
pajareros: J. Alberto Fernández Ugarte, su hijo Iker, José Rey, su mujer y su
hijo Martín con los que estuve el resto de la mañana disfrutando de la
naturaleza además de su magnífica, agradable y sabia compañía.
Precioso aguilucho cenizo melánico con una gran reverberación que aumentaba según pasaba la mañana. |
Aguilucho cenizo, milano real y negro, aguilucho
lagunero, cernícalo primilla, perdiz, búho campestre, abejarucos o un buen
número de pequeños pajarillos como jilgueros o trigueros se movían por los
agostados campos de nuestro alrededor hasta llegar a la Salina Grande donde
pudimos añadir chorlitejo patinegro y combatiente; así como varias especies que
pude ver el día anterior como aguja colinegra, gaviota cabecinegra, gaviota
sombría o agachadiza común.
La Salina Grande está llena de vida. Sus grandes orillas
son un hervidero de limícolas que se concentran en las zonas más alejadas donde
había un bando de más de 400 ejemplares de imposible observación.
Cigüeñuela gigantesca en comparación con los pequeños correlimos de Temminck. |
La Casa del Parque fue nuestro siguiente punto de observación
donde la estrella fue el correlimos de Temminck ya que pudimos ver y disfrutar
de 8 ejemplares (a la vez) pero estoy seguro que había alguno más. Estos
pequeños correlimos están regresando de sus lugares de invernada y han recalado
en las lagunas durante algunos días para descansar y proseguir su viaje al
norte de Europa.
Correlimos de Temminck y correlimos menudo. |
Junto a ellos había un buen número de andarríos bastardos
que se movían por las orillas de la laguna donde un precioso combatiente
exhibía sus galas nupciales mientras algunos gansos empollaban en sus nidos, las fochas tenían sus combates como auténticos expertos en artes marciales o
los porrones europeos y moñudos nadaban tranquilamente en la laguna.
Si en una de las lagunas eran los limícolas los que más nos llamaron la atención, en la otra fueron los fumareles comunes que nos mostraban su pericia y destreza a la hora de pasar en oleadas volando a ras de agua haciendo la siguiente operación: bajaban hasta la misma superficie, introducían y abrían el pico en el agua e iban unos metros con él abierto para capturar cualquier insecto que se pusiera en su camino. Espectaculares.
Si en una de las lagunas eran los limícolas los que más nos llamaron la atención, en la otra fueron los fumareles comunes que nos mostraban su pericia y destreza a la hora de pasar en oleadas volando a ras de agua haciendo la siguiente operación: bajaban hasta la misma superficie, introducían y abrían el pico en el agua e iban unos metros con él abierto para capturar cualquier insecto que se pusiera en su camino. Espectaculares.
Fumarel común bajando a la superficie del agua. |
Batalla de fochas. |
Cigüeñuelas junto a un precioso combatiente con sus galas. |
Un placer conocerte y poder poner cara al elaborador de tan estupendo blog.
ResponderEliminarSaludos José
Igualmente. Ya era hora de que nos conociéramos. Un saludo y a ver si coincidimos pronto.
ResponderEliminarenvidia de dia! (8 temmmicks!! que barbaridad, record alli?)
ResponderEliminary ese arch oscuro cada vez mas escaso me temo.
Saludis camperos!
Lo de los Temminck fue una pasada. Vimos 9 (8 en la casa del parque y 1 en San Pedro) pero, muy posiblemente, hubiera alguno más.
EliminarCreo que no es un record. Para mi, personalmente si. Un saludo y gracias por el comentario.
Menuda sesión os pegasteis, que envidia. La primera foto es una chulada, me ha encantado. Un abrazo desde Cantabria.
ResponderEliminarAmeno, interesante y completo resumen del estado de las lagunas de Villafáfila en este pobre primavera en lo que a precipitaciones y floración se refiere.
ResponderEliminarTodos contentos si en muy cercanas fechas comenzase a caer el anasiado agua!
Un saludo de 'Ojolince y Sra.'