lunes, 9 de marzo de 2020

40 años sin Félix.

Ahí está. Majestuoso. Odiado. Admirado. Emblemático. Vilipendiado. Sublime. Es el lobo ibérico, un animal mítico, un animal que estuvo a punto de desaparecer, una animal al que tanto amaba un hombre que cambió mi vida y la de muchos niños que como yo, miraba la televisión los viernes por la noche esperando que surgiera la música, aquella música (que hoy tengo en mi móvil) que te ponía los pelos de punta…comenzaba, comenzaba un mundo, comenzaba una ventana hacia un lugar bello, enigmático, duro, hermoso, cruel, maravilloso…la naturaleza.
El próximo sábado (14 de marzo) se cumplirán 40 años de la muerte de Félix Rodríguez de la Fuente (también cumpliría 92 ya que nació y murió el mismo día) y de dos de sus colaboradores más cercanos: Teodoro Roa y Alberto Mariano.
Aniversario del hombre que cambió la manera de pensar, la manera de actuar y, sobre todo, la manera de sentir la naturaleza.
Félix decía que los que mejor le entendían eran los niños y que razón tenía. Esos niños crecimos y seguimos admirándolo, marcó nuestras vidas, marcó nuestra manera de ver la naturaleza, nuestra manera de pensar.
Los capítulos de "El Hombre y la Tierra" marcaron a una generación de niños que mirábamos fascinados, intrigados, extasiados la naturaleza más cercana, la que nos rodeaba. Muchos de esos niños que mirábamos fascinados la televisión dedicaron su vida a la naturaleza, ya fuera de forma profesional o como una maravillosa afición. Si algo consiguió Félix Rodríguez de la Fuente fue que conociéramos, valoráramos, apreciáramos y respetáramos la naturaleza más cercana, la que está en nuestros campos, en nuestras tierras. Gracias.

4 comentarios:

  1. Muy emotivo y merecidísimo reconocimiento a un gran hombre. Inolvidable Félix. Gracias y saludos cordiales.

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  2. ¡Hoy, 40 años! Nadie como él ha hecho tanto por la Naturaleza. Amo los lobos. Gracias. Un saludo.

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  3. Muy acertada la entrada.
    Cómo pasa el tiempo.
    Félix pregonero de la importancia de la naturaleza. Un divulgador exclusivo y, hasta la fecha, irreemplazable.
    Saludos

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