Cuando hablas de nutrias te las imaginas en un río de aguas claras y limpias, en un río de montaña con un paisaje idílico. Si hablas de un martín pescador pasa exactamente lo mismo, ya que siempre se ha dicho y escrito que un martín pescador necesita aguas como el cristal para poder cazar a sus presas. Cuando pensamos en un águila culebrera la imaginamos en primavera-verano e incluso un poco en el otoño y, si lo hacemos de ciervos, los imaginamos en bosques o zonas de monte bajo con brezos o escobas. Esto sería lo que se considera normal. Lo que los libros, reportajes y estudiosos nos dicen que sucede, este es el comportamiento establecido y aceptado por todo el mundo pero…¿realmente sucede así? ¿Estos animales están siempre en esos lugares y se comportan como creemos que lo hacen? La respuesta es que muchos si, pero hay otros, cada vez más, que se adaptan y no siguen los patrones establecidos.
Lo primero que necesitan y buscan los animales en un lugar es que haya alimento, si hay alimento, allí estarán ellos. Y si además tienen añadidas otras condiciones como cobijo, agua y cierta tranquilidad, mejor que mejor, y si alguna de estas es un poco complicada por estar muy cerca de la ciudad o en la ciudad misma, serán capaces de adaptarse y sobrevivir y si no que se lo pregunten a todos los animales que voy a poner como ejemplo.
La fotografía es de muy baja calidad (la cámara no era la adecuada) pero sí es significativa del momento en el que la nutria cruzaba el río Duero en Olivares (Zamora capital). |
Nutrias en Zamora capital. A mucha gente le puede parecer una locura o una fantasía pero no. Ahí están. Las he visto en tres puntos distintos del río Duero que abraza nuestra ciudad. En Olivares, entre el puente de piedra y el de hierro y en los tres árboles. ¿Por qué? Porque tienen comida. Porque el curso medio de los ríos es propicio y rico en peces. Como veis no solamente están en riachuelos limpios y cristalinos de montaña.
No solamente hay nutrias, sino que el martín pescador también está presente en nuestra ciudad. ¿Cómo? Os preguntaréis algunos, "¿pero si lo típico es ver a un martín pescador sumergiéndose en las frías y cristalinas aguas de un arroyo de montaña?" Sí, pero aquí también tienen comida y por lo tanto también están. Los he visto en dos puntos diferentes del río, en Olivares y en las aceñas de Cabañales.
Si esto os parece extraño, ¿qué hacía un águila culebrera en diciembre en Las Lagunas de Villafáfila? Raro. ¿Verdad? Seguramente estaba allí porque tenía comida, a lo que se le puede añadir que como no había hecho mucho frío todavía este año hasta ese día, se ha quedado bastante más de lo normal. Ya que es en septiembre o como mucho octubre cuando emigran hacia África para volver en Marzo o Abril, pero algunas no lo hacen. Había una el 18 de Diciembre de 2011 en Villafáfila que vimos tres personas.
Ese día no solamente tuvimos esa sorpresa sino que hubo alguna más. Cerca del puente romano nos encontramos con mi amigo Fernando y su mujer, Alegría, que buscaban un ganso indio que acababan de ver posarse en la laguna cercana. Nos bajamos del coche y comenzó la búsqueda. No aparecía por ningún lado pero de repente, apareció una águila real
Majestuosa. Poderosa y con su tremenda fuerza y elegancia se fue elevando ante nuestras narices y ojos incrédulos que no esperaban verla allí (por cierto se estaba comiéndo una grulla que había muerta de donde se levantó). La seguimos en su vuelo elegante y poderoso según iba ascendiendo, cuando de repente apareció...¡otra águila real!. Nuestra sorpresa fue mayor cuando vimos…¡una tercera! Había tres juntas (parecían la pareja y un pollo del año pasado). Según las observábamos con admiración en su lenta ascensión apareció el águila culebrera. Pudimos ver a las cuatro águilas juntas, volando en el entorno de las lagunas. Un espectáculo que será muy difícil de repetirse.
Águila real en las Lagunas de Villafáfila. |
También en Villafáfila, otro día diferente, nos dirigíamos hacia la carretera que une el Centro de Interpretación con la laguna de Barillos (carretera de Villalpando) por el camino que va desde Otero de Sariegos; según llegábamos al cruce para salir a esa carretera, en el pequeño pinar de enfrente, nos llamaron la atención tres figuras que se veían entre los pequeños pinos. Al llegar a la carretera nos dimos cuenta de lo que eran. ¡Tres ciervas! Sí. Tres ciervas. La madre, la cría de este año y la del año anterior se paseaban tranquilamente por entre los pequeños pinos. Nunca las había visto en las lagunas. Paramos el coche para contemplarlas. ¿Qué hacían allí? ¿Por qué estaban en las lagunas? ¿De dónde habían venido? ¿No deberían de estar en un bosque o en terrenos de monte bajo? Allí estaban. En plena llanura castellana.
Como dice Benjamín Sanz: “Cada especie tiene un medio que le es propio, o mejor dicho que hemos creído que le era propio, el problema es que nos encontramos en un momento de absoluto cambio, por lo tanto todo lo que descubramos de la fauna puede ser tomado como relativo o complementario”. En definitiva, los animales tienen un enorme poder de adaptación al medio y siempre buscarán los lugares que les sean más favorables para sus intereses aunque nosotros creamos que es imposible que allí se encuentren y, como veis, nada más lejos de la realidad.
Buena entrada!
ResponderEliminarQuizás con el tiempo, todos estos casos que nos muestras llegarán a una situación como las cigüeñas, antiguas migradoras que en la actualidad, gracias a la abundancia de alimento, son casi permanentes todo el año (muchos de los ejemplares, no todos).
Un saludo!
Excelente artículo, la naturaleza está continuamente adaptándose al hombre, no le queda otra. En Ponferrada, si se sabe dónde buscar pueden verse corzos a pocos metros de los bloques de edificios. Y en el Sil a su paso por la población, también hay nutrias, martines pescadores y tortugas de florida que no deberían estar ahí. Saludos.
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