El lobo tiene un territorio que variará en
extensión, sobre todo, en función de la abundancia de comida de la que pueda
disponer. Dentro de él se pueden diferenciar varias zonas. Por un lado
el dominio vital que sería su zona de campeo y por otro, el
hogar, que sería la zona más íntima.
Grande del Brio en su libro "El lobo ibérico"
dice: "En el hogar, se producen los nacimientos y las muertes de los
lobos, a juzgar por el resultado de mis investigaciones de campo. Por tratarse de
la unidad básica del espacio vital y funerario, en él vienen los cachorros al
mundo y también tienen lugar las muertes naturales de los lobos viejos. Por el
contrario, en los bordes del dominio vital y del territorio, ocurre al
contrario: es allí donde mueren los lobos jóvenes."
Espacio vital del lobo según Ramón Grande del Brio. (Libro: "El lobo ibérico"). |
El lobo es un animal que pasa desapercibido que no se deja
ver, que es muy complicado de observar y un verdadero maestro en escabullirse
delante de tus narices. Muchas veces sabes que están en un lugar concreto y no
los ves y siempre te asalta la misma pregunta: "¿Por dónde "demonios" ha
pasado?".
En muchas ocasiones notas su presencia pero no lo ves. Es una sombra que te mira. |
Esto es lo que debieron pensar los lobos de los siguientes
ejemplos que voy a poner ya que, aún estando muy cerca del ganado doméstico, en
ninguna ocasión lo han atacado.
La primera manada tenía a sus cachorros dentro de una finca
en la que convivían con una vacada considerable con sus terneros incluidos.
Pues bien, en mitad de la finca, vallada, pudimos observar la existencia de un
grupo de lobos que tenía su hogar allí dentro y, la camada, había nacido en el
centro de la citada finca y se movían por delante de las vacas, pasando absolutamente de los terneros sin
hacerles nada.
La segunda manada también tenía su camada muy cerca de una
vacada. Esta vez no era dentro de la misma zona en la que se encontraban las
vacas sino que estaba a unos cientos de metros y tampoco he tenido noticia de
ningún ataque a esas vacas.
En una tercera ocasión pudimos comprobar que una loba había
parido a menos de doscientos metros de una explotación ganadera de ovejas y
tampoco había atacado nunca a ese rebaño. Lo mismo he podido comprobar en otras
ocasiones y siempre han salido o se han alejado de las explotaciones ganaderas
que están cerca de su hogar, donde tiene a los cachorros, para cazar; incluso
estando a escasos metros de rebaños de ovejas han salido de su zona más íntima
y han atacado, también a ovejas, a unos seis o siete kilómetros de su hogar.
El territorio del lobo. |
La verdad es que el lobo es lo suficientemente listo y
astuto como para no dar a conocer su posición, para no descubrirse a sí mismo y
a su camada atacando a un rebaño de ovejas o grupo de vacas que están junto a
su hogar. Si lo hiciera se delataría y acabaría, seguramente, en serios
problemas; por lo tanto creo que en su hogar, por norma general, no buscará
problemas y no atacará a ninguna presa potencial, aunque sea tan fácil y esté
tan a mano como las de los ejemplos que he puesto anteriormente.
Pero por el contrario sí he podido observar que atacará, si
se da la ocasión, a presas salvajes que estén a tiro cerca de su hogar. Así en
dos de los ejemplos puestos anteriormente he podido observar cómo el mismo
grupo de lobos, que pasaba absolutamente de las vacas y terneros, perseguía a un corzo en la misma zona y, otra manada, hacía lo mismo con unas ciervas y un ciervo.
Corzo huyendo al anochecer. |
En definitiva creo que los lobos que tienen su hogar junto,
en, o cerca de una explotación ganadera, por norma general, no atacarán a
ningún miembro de esa explotación y solamente lo harán a las presas salvajes
que se le pongan muy a mano, yendo a cazar regularmente por todo su territorio. Esta es mi opinión
pero serán los científicos, biólogos o estudiosos los que deberán, mediante
estudios, llegar a una conclusión.
El lobo, generalmente, no quiere problemas con el hombre, y
menos cerca de su hogar, no quiere que lo descubran, no quiere dar su posición
a conocer a su adversario ancestral porque ya sabemos que el hombre y el lobo
han luchado por un mismo recurso durante siglos y, casi siempre, sale perdiendo
el lobo.
(Agradezco enormemente a Poli prestarme su magnífica fotografía para ilustrar esta entrada)
(Agradezco enormemente a Poli prestarme su magnífica fotografía para ilustrar esta entrada)
Me parece que la exposición y conclusiones del tema analizado son razonables, por lo que cabría esperar que los estudios destinados al esclarecimiento de la cuestión lleguen también a conclusiones iguales o semejantes.
ResponderEliminarLo que no necesita estudio alguno es la constatación de un hecho: la lucha hombre-lobo, por desgracia, no ha llegado a su punto final.
Un saludo de ojolince y sra.
El problema del lobo es un problema económico y como dice Neil Carter (investigador de la Universidad Estatal de Michigan (EE.UU)): "Para lograr que los humanos acepten tener depredadores cerca, hay que dejarles claro cuáles son sus beneficios. De lo contrario, se habrá perdido la mejor de las oportunidades para conservar este tipo de fauna”. Un saludo y gracias por vuestra participación.
EliminarInteresante artículo. Nunca me había ni planteado estas cuestiones. Gracias por compartirlas. Me gustaría aportar algo , pero mi experiencia con el lobo no va más allá de escasos avistamientos esporádicos. Saludos.
ResponderEliminarDani.
Gracias por tu participación. Un saludo.
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