La provincia de Zamora tiene especies emblemáticas, curiosas
y míticas; entre ellas tenemos una muy especial, la perdiz pardilla. La
encontraremos en la Alta Sanabria donde siempre que la he visto nunca llevaba una
cámara adecuada ya que cuando voy por
esa zona es en una ruta de montaña de bastantes kilómetros y, cargar con un gran
objetivo, es complicado; aunque en algún momento tendré que plantearme llevarlo. Por lo
tanto, me gustaría agradecer y felicitar de antemano a Hipólito Hernández
"Poli", amante de la naturaleza y gran fotógrafo, haber hecho un espléndido reportaje de fotografías a este bello y
escaso animal y prestármelas para que ilustren esta entrada. Enhorabuena y muchas gracias.
Esta perdiz en España vive en zonas altas, mejor dicho ha
tenido que ir retirándose a esas zonas para poder sobrevivir mientras que en
Europa se encuentra por todo el continente en zonas bajas. Esas zonas altas, a
más de 1.100 metros
de altura son los lugares en los que te la puedes encontrar cuando caminas por Vega
de Tera, La Plana, Vega de Conde o Río Pedro en la Alta Sanabria. Cuando caminas por estos
maravillosos parajes y vas pendiente de poder verla, tienes que ir muy atento ya que suele escabullirse entre los arbustos y, no la verás o lo harás muy fugazmente, ya que prefiere escapar corriendo que salir volando, algo que solamente hará
cuando estés prácticamente encima de ella y será un vuelo corto para,
rápidamente, meterse entre los matorrales y continuar corriendo.
Actualmente se considera que en España hay unas 5.000
parejas reproductoras, de ellas unas 1.100 están en Castilla-León y en nuestra
provincia se calculan un poco más de 100 parejas reproductoras. En el último
censo realizado en 2010 se contabilizaron 222 ejemplares de esta escasa y bella
perdiz en el Parque Natural de Lago de Sanabria y alrededores.
Una época muy buena para verla es el otoño-invierno que es
cuando se junta en grupos familiares formando pequeños bandos que pasarán todo
el invierno juntas. Estos bandos, en invierno, cuando la nieve
cubre sus zonas habituales bajan a zonas más bajas de la sierra en busca de
comida. Pasado el invierno se emparejarán para comenzar su época de cría. En esta época tuvo lugar uno de mis últimos encuentros con ellas. Sucedió hace unos meses en el Valle del río Tera (pinchar aquí) cuando pude disfrutar de una pareja que se levantó muy cerca de mi.
El macho (izquierda) se diferencia de la hembra (derecha) en una mancha oscura que tiene en el abdomen. |
La caza es uno de los principales problemas de la drástica
bajada de población en la última mitad del siglo XX junto con el abandono de
cultivos tradicionales.
Las perdices pardillas se alimentan fundamentalmente de
semillas de gramíneas o leguminosas. También de sus granos o brotes tiernos y
de toda la pequeña fauna de lombrices, saltamontes o pequeños insectos que
viven entre estos tipos de plantas. Al abandonar y cambiar el cultivo
tradicional de estas plantas, todas estas fuentes de alimentación incidieron
directamente en la bajada del número de perdices pardillas ya que no tenían ni
comida, ni cobijo. Además, si desaparecen estas plantas que son una fuente de alimentación
también desaparecerán lugares de escape y de ocultamiento para sus puestas y
polladas que se verán afectadas y mermadas por los ataques de depredadores como
ciertas rapaces, zorros o jabalís que tendrán mucha más facilidad para
verlas y así poder capturarlas ya sea las puestas o las polladas.
Esta penosa situación de finales del pasado siglo ha ido
cambiando muy lentamente gracias a un Programa de Conservación del Parque
Natural del Lago de Sanabria y alrededores que ha realizado una serie de actuaciones
para mejorar su habitat como es plantar en la sierra un número determinado de
hectáreas de cereal para que tengan alimento y cobijo. También se han
instaurado y difundido programas de sensibilización, divulgación de la especie
y su problemática así como de su importancia. Y, por supuesto, se ha
incrementado la vigilancia sobre la actividad cinegética que aún siendo una
especie protegida y prohibida su caza siempre hay personajes que hacen "oídos
sordos".
La perdiz pardilla es un bien natural, un bien común que
debemos de saber apreciar, disfrutar, valorar y respetar porque si no lo
hacemos se irá, desaparecerá y entonces, no habrá remedio y lamentaremos no haberlo intentado. Parece que, muy lentamente, está remontando el vuelo, por
lo menos, no sigue su caída en picado, en buena medida merced a estos programas
de Conservación del Parque Natural del Lago de Sanabria y alrededores que
gracias a sus técnicos y agentes entusiastas y amantes de la naturaleza han dado un empujón, esperemos que definitivo, hacia la salvación de esta increíble
y bella especie que tenemos en nuestra provincia. Todo un lujo.
Hace años pude verlas yendo en bicicleta me salieron corriendo por la carretera, son pequeñas y muy rápidas. Una joya del Parque Natural del Lago de Sanabria que hay que cuidar para salvarlas de la extinción.
ResponderEliminarUn abrazo.
Son un poco más pequeñas que la perdiz roja y por desgracia mucho menos abundantes. Un saludo.
EliminarMuchas gracias por compartirlas, hace al menos treinta años que no las veo.
ResponderEliminarLa verdad es que cada vez es más complicado verlas. Gracias por el comentario y un saludo.
EliminarPoquitas van quedando.... fantásticas fotos y texto.
ResponderEliminarUn saludo.
Muchas gracias y un saludo.
EliminarSi que es un verdadero 'lujo' como dices, disfrutar de la población de 'pardillas' que tenemos en la comunidad. Aunque resulte difícil verlas en condiciones, tenemos la suerte de contar con su presencia y , al menos, existe la posibilidad de encontrarnos con alguna, casi siempre, por sorpresa, lo que hace aún más intenso e interesante el momento de ese avistamiento.
ResponderEliminarBuen relato el que nos ofreces en esta crónica, acompañado de unas excelentes fotos. Enhorabuena a los dos.
Un saludo de 'ojolince y sra.'
Ver a esta perdiz es una ocasión muy especial. La pena es que su población ha mermado seriamente. Esperemos que los esfuerzos por recuperarla den sus frutos, como así parece en determinadas zonas. Un saludo.
EliminarPermite que te felicite por este estupendo reportaje. Bien escrito, y bien desarrollado. Por aquí también se tienen iniciativas de sembrar cereal para su protección y de paso la del águila real que se alimenta de ellas.
ResponderEliminarYo lo que he visto en la zona de Montes Aquilianos y Cabrera es que el número cada vez es más bajo. La Junta habla de más de 1000 parejas en las montañas leonesas pero dudo de esa cifra. Una vez un cazador comentó en mi blog que iba a menos porque no se podía cazar legalmente. Que si se pudiera cazar legalmente se protegería. No creo que sea esta la solución puesto que a día de hoy se caza ilegalmente (y no pasa nada a nadie), aunque mi rechazo a la caza puede estar condicionando esta opinión. Lo que yo veo es que antes era un ave poco esquiva y ahora no hay quién se le acerque. Un saludo.
Dani.
Hola Dani. Me alegro que te haya gustado. Estoy de acuerdo contigo, creo que hay menos de las que se dice en determinadas zonas. Con relación a la caza creo que si estuviese permitida la situación de esta perdiz estaría todavía peor. Un saludo y gracias.
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