En muchas ocasiones el avistamiento de un ave sucede de una manera curiosa, fortuita o totalmente inesperada y así ha sucedido con el avistamiento del primer colimbo grande para la provincia de Zamora. El día 6 de diciembre por la tarde, Óscar Losada se encontraba pescando en Santa Eulalia de Tábara cuando apareció un ave extraña que no conocía, era inusualmente confiada, no como el esquivo cormorán que conocía muy bien, tampoco era un somormujo pero tenía una sospecha de lo que podía ser, la grabó y se la mandó a su hermano esa tarde-noche.
Gary Losada es un experto ornitólogo y mejor persona que llevaba tiempo avisando a su hermano que se fijara en las aves que veía mientras pescaba por si aparecía lo que se confirmó a la mañana siguiente, día 7 de diciembre, en la que Gary se presentó en el lugar para certificar las sospechas; era un colimbo grande, primera observación segura y documentada de esta especie en la provincia de Zamora.
Poco tiempo después del aviso de Gary Losada me encontraba junto a él observando el precioso colimbo grande de primer año que nadaba tranquilo en este enclave zamorano.
El colimbo grande es un ave impresionante, de fuerte pico, cuello robusto y pinta de cormorán cuando lo ves en la lejanía. Ave proveniente del ártico que cría en Groenlandia, Islandia o Norteamérica y que en un grupo muy reducido de ejemplares pasa el invierno en puntos muy concretos de Galicia, Asturias o Cantabria donde Santoña es su principal punto de invernada en España y sus apariciones en el interior peninsular son muy, muy escasas.
Mirábamos embelesados como el precioso colimbo se zambullía una y otra vez en busca de su alimento: cangrejos que nada más salir a la superficie con ellos los desarmaba quitándoles, con una gran pericia, sus grandes pinzas para tragarlos inmediatamente.
Ahí estaba nadando tranquilo, en la mañana zamorana, en la que el frío viento del norte comenzaba a arreciar mitigado por los rayos del sol que nos acariciaban suavemente para calentarnos mientras observábamos su belleza.
He visto muchos colimbos anteriormente pero verlo aquí, en tu provincia, en tu casa es una sensación completamente diferente, única, una sensación que hace de su observación un momento especial que tratas de aprovechar al máximo, observando todos sus movimientos, su manera nadar como un barco, su manera de zambullirse, su manera de acicalarse; en esa observación intensa y expectante me llamó la atención algo que hizo en varias ocasiones: antes de sumergirse metía solamente la cabeza bajo el agua, era como un periscopio pero al revés, era como si fuera observando lo que había en la zona para zambullirse después en su busca.
El colimbo grande es un gran buceador que tan pronto está a tu lado como que sale del agua a varias decenas de metros de distancia, Gary le cronometró en alguna zambullida 32 segundos bajo el agua.
Este magnífico buceador después de varios intentos y varias capturas comenzó a acicalarse su impoluto plumaje que lo ha traído hasta aquí desde la lejanía del ártico ¿Seremos los primeros humanos que ve? Quién sabe pero desde luego nosotros éramos los que si veíamos por primera vez un colimbo grande en nuestra provincia.
Enhorabuena por la observación. Hace un porrón de años yo tuve la suerte de ver un adulto desde la ventana de mi casa. Estuvo utilizando como cazadero el brazo del río que tengo delante entre la aceña del molino y la orilla del Tormes, durante aproximadamente 15 días. Buceaba y nadaba río arriba durante varios centenares de metros para regresar de nuevo de idéntica manera. Pescaba. Más de una amigo tuvo la oportunidad de observarlo tomándose un cafetito desde la ventana del salón.
ResponderEliminarLo dicho, enhorabuena. Un saludo.
Vaya gozada verlo desde casa...gracias por el comentario. Un saludo.
EliminarPues a mí, esta mañana me la ha jugado y he revisado a conciencia toda la zona.
ResponderEliminarUnan pena. Tendrás que intentarlo otra vez. Un saludo.
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