En estos últimos días
he salido al campo varias veces y he podido ver y admirar como se mueven los
animales en su entorno. Qué hacen. Como comen. Su instinto a la hora de huir de
un depredador. La ternura con sus crías. Los momentos de tensión en la huida o
en la caza. Su alerta hacia el hombre. Momentos que guardo como pequeños tesoros que,
de vez en cuando, cuento para todos los que queráis leerlos o para los amigos
que quieran escucharlos.
La mañana es fría y la niebla las envuelve. |
Pero alguien dirá que si faltan machos también afecta. Estará en lo cierto pero la falta de machos se notaría menos. Hay que tener en cuenta que con pocos machos se quedan preñadas muchas ciervas pero si hubiera muchos machos y pocas ciervas. Habría un problema de nacimientos. Solamente nacerían tantos cervatillos como el número de hembras que hubiera, eso si se llegara a buen término en todos. Por lo tanto es mucho más preocupante la bajada de la población de ciervas.
Cierva con su cría de menos de tres meses por sus manchitas típicas. |
En estos días he podido comprobar la ternura y tenacidad que
tienen las ciervas con sus crías. He visto varias crías pero me llamó
especialmente la atención una muy pequeña. Seguramente tendría días cuando la
ví.
A mediados de Julio es una cría nacida muy tarde. En muchas
zonas la berrea del año pasado fuer muy rara y tardía por lo que seguramente,
esta cría, se engendrara en esa época.
La cierva la cuidaba con gran ternura. La lamía y protegía
contra su cuerpo y no dejaba ni un instante de estar atenta a todo lo que
pudiera aparecer; incluso ahuyentó a un grupo de jabalís que para ella estaban
demasiado cerca de su cervatillo y lo hizo con una arrancada enérgica que los
sorprendió, con lo que continuaron su camino en otra dirección.
Cuando la cierva se separó unos metros. El cervatillo se
tumbó automáticamente y permaneció inmóvil, hierático entre las hierbas hasta
que su madre volvió a acercarse. Es su manera de defenderse. El camuflaje. Pasar
desapercibido y que su madre lo lama para quitarle cualquier rastro de olor que
pueda atraer a un depredador. Además si la cierva permanece mucho tiempo en el
mismo sitio, quieta, los depredadores interpretarán
que tiene una cría con el peligro que conlleva.
Cierva con su cervatillo en la seguridad del brezal. |
Hace dos años se produjo,oficialmente, una muerte de 143 ciervos en la provincia de Zamora, de los
cuales 130 en la
Sierra de la
Culebra por una enfermedad llamada pasteurelosis, provocada por la bacteria pasteurella, que habitaba en el aparato respiratorio y, ante
una elevada diferencia de temperatura (entre el día y la noche), provocaba una
bajada de defensas.
Al año siguiente,
2011, se constató un elevado descenso de la población de ciervas, lo que
provocó una situación muy extraña en la berrea ya que al
desaparecer o bajar enormemente su población, los machos se movieron hacia
otras zonas para buscarlas.
A esas
hembras que murieron no se le añadieron las crías que perdieron a sus madres y
que también morirían ya que, aún no viéndose afectadas por la enfermedad, sin
su madre, no tendrían ninguna opción de sobrevivir.
Una cría
sin su madre está prácticamente condenada. A menos que tenga la extraordinaria
suerte de ser adoptada por otra hembra. Los partos dobles en las ciervas son
muy raros, por lo tanto, si nos encontramos con una cierva que tiene dos crías,
seguramente, una de ellas, sea adoptada.
Esta
escasez de hembras el año pasado puede generar otro problema dentro de unos
años, la falta de machos; ya que su población se va a ver mermada
considerablemente porque nacerán muchos menos que hace unos años, es decir,
cuando vayan muriendo los grandes machos se dará la circunstancia de que al
nacer muchos menos, habrá menos y, por lo tanto, su calidad se verá afectada.
Cautela ante cualquier indicio de peligro. |
Las hembras
se mueven en grupos familiares con una hembra líder, que suele ser la mayor y
por lo tanto la más experta. Junto a ella irán sus crías de los últimos dos o
tres años. Incluidos los machos jóvenes de menos de dos años. Esa hembra es la
que decidirá por donde hay que moverse, comer e incluso hacia donde hay que
huir ante la presencia de un depredador.
En estos
días he podido comprobar esos grupos familiares que, si están juntos en esta
época deducimos que la hembra lider no ha tenido cría este año o se le a
muerto, ya que el resto del grupo son hembras de menos de dos años (no maduras
sexualmente) o machos.
Las hembras
solas, sí tienen cría, aunque el resto del grupo no estará muy lejos. La hembra que
tiene a su cervatillo permanecerá un tiempo sola. Cuando la cría tenga fuerzas
suficientes se unirá al grupo familiar que no andará muy lejos ya que esperarán
a la hembra mayor y al nuevo miembro de la familia en las cercanías.
Los cervatillos
son realmente bonitos ya que tienen las típicas pintas blancas que les salen
durante los primeros tres meses de su vida. Son cautos y se mantienen siempre
muy cerca de la madre.
Un indicio de peligro... |
...es una huida rápida hacia la seguridad del pinar. |
Las ciervas
también pueden ser presas de su enemigo en estas zonas, el lobo. Un lobo
solitario muy difícilmente intentará atacar a una cierva. A menos que esté
herida, enferma o débil. Pero un grupo sí intentará cazarlas a ellas o a alguna
de sus crías como pude comprobar hace unos meses (pinchar aquí) o hace unos
días.
La sierra
estaba tranquila. Ciervos con sus cornamentas envueltas en borra se movían entre
las escobas cuando un grupo de ciervas corría de forma alarmante. Buscando con
el telescopio encontré la razón. Dos lobos se aproximaban a toda velocidad por
un claro de hierbas altas. Es impresionante como corren, como avanzan, el
poderío de su zancada, como ganan terreno pero lo que más me admiró es como
saltaron un muro de piedra, una cortina, con una facilidad increíble. Un salto
limpio. Sin apoyarse en la parte superior del muro. Como dos caballos saltando obstáculos.
Nunca los había visto saltar un muro y la verdad, me impresionó. Fueron unos
segundos pero merecieron la pena.
Las ciervas
se escaparon. Tenían más ventaja. Seguramente los barruntaron antes y la hembra
líder utilizó un buen plan de fuga. Consiguieron salvarse pero, en muchas
ocasiones, eso no sucede y el ciclo de la naturaleza se cumple.
Interesantisa y bien documentada entrada.La primera foto es muy buena.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias por el comentario. La primera foto es, aunque parezca mentira, de hace unos días. Era bastante pronto y había 4 grados de temperatura. La verdad es que a mi me gusta mucho por la nieblina. Un saludo y gracias.
EliminarMuy buena entrada, como de costumbre!
ResponderEliminarLos instantes donde la cierva expulsa a los jabalís... Que imágenes tan difíciles de olvidar, ¿verdad?
Y bueno, que decir de las persecuciones entre lobos y ciervos... Ya sabes que te envidio por todos esos momentos.
Un saludo!!
Muchas gracias por el comentario y seguir fielmente el blog. Lo de los jabalís nunca lo había visto y me impresionó como la cierva defendía a su cría. Un saludo.
EliminarBrillante exposición de un tema que nos hace reflexionar sobre la importancia de los roles en la naturaleza.
ResponderEliminarNo hay nada como una buena observación en el campo para darle la mejor interpretación a las costumbres y rutinas de 'nuestros amigos'. Y, claro está, también para disfrutar de ello.
Un saludo desde Pucela.
Gracias por el comentario y como bien decís los roles son tremendamente importantes y en muchas ocasiones dejamos "pasar", o les hacemos menos caso de lo que merecen, los de determinados animales que son cruciales para el medio. Un saludo.
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