viernes, 13 de mayo de 2011

Nidos curiosos.

He visto muchos nidos en lugares difíciles de llegar y en sitios extraños pero, creo que dos, de los mas raros que me he encontrado, son estos. Uno es de un carbonero y el otro de un gorrión.
El carbonero es un pajarillo alegre y movido que tiene una gran variedad de canto. Uno de ellos es muy característico, el llamado chi-chi-pán, porque es así como suena y si uno lo escucha por el campo, lo identificará rápidamente. Este pajarillo anida en huecos, grietas y cajas anidaderas pero, en sitios como este, un tubo, muy normal no es y, en ningún momento uno se puede imaginar que dentro de él, hay un carbonero hembra (solamente incuba ella y, cuando nacen los polluelos, el macho colaborará en su cría) incubando en su nido. Si. Su nido. El sitio se las trae. ¿Cómo demonios se ha metido allí?, y, ¿cómo saldrán de ahí los polluelos?. Si lo ha hecho ahí, será por algo.
 
El segundo es de un gorrión. El pajarillo mas común en las ciudades que está desapareciendo a velocidades preocupantes para los científicos y naturalistas de todo el mundo. Aunque nos parezca increíble ya ha desaparecido de ciudades como Londres, Dublín, Edimburgo, Praga o Berlín. Y en Gran Bretaña han desaparecido 5 millones de parejas en los últimos 30 años. En España por el momento la situación no está tan mal pero sí es preocupante en ciertas zonas como por ejemplo en Valencia que ha descendido en los últimos años en un 90% su población y en Madrid están comenzando a desaparecer.
El sitio también se las trae. Un tubo de salida de humos de una cocina. ¡Y la cocina funciona normalmente!. Aquí pille a la hembra trayendo una suculenta comida a sus polluelos que, calentitos deben de estar. El descenso de la población de gorriones es, fundamentalmente, por dos causas. La excesiva limpieza de calles que les quita alimento y por otro la competencia feroz de las palomas. En los pueblos también desaparece pero por otros motivos como la despoblación y el abandono de las tierras de cultivo.
El poeta zamorano Claudio Rodríguez escribió una magnífica poesía a este pajarillo simpático y agradable.
No olvida. No se aleja
este granuja astuto
de nuestra vida. Siempre
de prestado, sin rumbo,
como cualquiera, aquí anda,
se lava aquí, tozudo,
entre nuestros zapatos.
¿Qué busca en nuestro oscuro
vivir? ¿Qué amor encuentra
en nuestro pan tan duro?
Ya dio al aire a los muertos
este gorrión, que pudo
volar, pero aquí sigue,
aquí abajo, seguro,
metiendo en su pechuga
todo el polvo del mundo.

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