viernes, 26 de octubre de 2012

Llegan los gansos.

El pasado día 11 de octubre, desde la ventana de mi casa, pude observar cómo pasaba el primer grupo de gansos de este año, por lo menos para mí. Iban dirección suroeste. Al día siguiente aparecieron los primeros gansos en Las Lagunas de Villafáfila; un pequeño grupo que irá aumentando progresivamente hasta llegar a los miles que pueden llegar a pasar el invierno en las lagunas.
Grupo de gansos comunes aterrizando en una tierra para comer.
Esta época de los gansos me gusta especialmente, quizás sea porque la primera vez que fui a Villafáfila, siendo bastante pequeño, me impresionó verlos. Llegamos al cruce de Otero de Sariegos y mi padre paró el coche. Nos dijo: "Mirad. Esos son gansos". Nos giramos y en el campo de la derecha, nada más entrar en la carretera hacia Otero, miles de gansos pastaban en una inmensa pradera verde. Para un niño pequeño aquello era un espectáculo. Había gansos miraras donde miraras. Nos dejó boquiabiertos. "Bajar la ventanilla y escuchar". Así lo hicimos y miles de graznidos se oían en el campo. "Están hablando". Fue mi respuesta. Eso me pareció. Era como si subieran y bajaran su entonación, como si estuvieran charlando animadamente sobre a dónde ir a comer o sobre irse a otro lugar. Quizás esa primera impresión me quedó para siempre y esa sea la razón por la que me gustan tanto los gansos.
Miles de gansos llegando a la Salina Grande.
En las siguientes semanas llegarán miles de gansos procedentes del centro de Europa que pasarán el invierno con nosotros. Hasta, más o menos, febrero o marzo se podrán ver enormes bandadas de estas curiosas aves que se moverán de los campos al agua y del agua a los campos.
Gansos comunes volando.
El ansar común es el mayor de todos los gansos y el más abundante en estas enormes bandadas. Este ganso es ruidoso, chillón, desconfiado e inteligente. Viaja en grupos dirigidos por un ganso viejo que conoce los recorridos y los mejores lugares. Su formación de vuelo en "V" es muy conocida. Vuelan así por que esta manera de volar les confiere una mayor ventaja que si fueran de manera individual. 
Formación en "V" de un grupo de gansos.
Los científicos han demostrado que se desplazan así porque se van cubriendo unos con otros frente a la resistencia del aire (un símil muy conocido pueden ser los ciclistas con el rebufo. El que va detrás va protegido del viento). Cuando el que va en cabeza, normalmente el líder, se cansa, otro toma su relevo y este pasa al grupo para recuperarse; incluso los gansos que van detrás van gritando a su compañero para animarlo a seguir.
Los gansos son muy sociales y los hermanos de una pollada se pueden mantener unidos toda la vida en el mismo grupo, incluso, cuando un miembro del grupo está enfermo, débil o herido varios compañeros se quedarán con él hasta que se recupere.
Ganso campestre (centro) en Villafáfila.
Cuando vienen los miles de gansos comunes con ellos vienen otros infiltrados como pueden ser los gansos campestres. La diferencias más visibles es que son más pequeños, su color es más oscuro y el pico lo tienen negro con la punta naranja.
Cuando los grupos de gansos están comiendo en el suelo siempre están alerta, sobre todo, al que le toca vigilar, misión que se van turnando de unos a otros. Si en el grupo hay algún campestre es un buen vigía ya que está siempre alerta y avisa el primero del peligro.
Otro de los infiltrados en estas bandadas es el ganso careto. Se distingue perfectamente por el color blanco de la base del pico y por las líneas negras del vientre. 
Ganso careto (el del pico blanco en la base, a la izquierda).
Ganso campestre (el del pico casi todo negro) y gansos comunes (el resto)

en el Centro de Interpretación de las Lagunas de Villafáfila.
Tanto el ganso campestre como el ganso careto son los que con más frecuencia vienen infiltrados entre las enormes bandadas de gansos comunes pero también pueden aparecer otros de forma más esporádica como pueden ser los gansos piquicortos, los gansos indios o las barnaclas cariblancas y todavía más raros los caretos chicos o las barnaclas canadienses entre otros.
Gansos piquicortos en la Salina Grande.
Gansos indios que encontré en una finca particular en la provincia de Zamora.
Foto ilustrativa de dos barnaclas cariblancas en la Salina Grande.
En otras ocasiones, ejemplares que estuvieran en cautividad, ya fuera porque se hubiesen escapado o fueran soltados, también pueden aparecer como fue el probable caso de una barnacla cuellirroja que apareció hace años en las lagunas de Villafáfila o incluso gansos domésticos.
Barnacla cuellirroja en Villafáfila.
También se pueden ver híbridos. El más raro de todos los que he podido ver fue en la Laguna de la Nava, en Palencia, hace algunos años, donde junto con unos guardas vimos un cruce entre barnacla canadiense y ganso nival.
Barnacla canadiense y ganso indio en Gijón.
Villafáfila está empezando a coger agua y con ella vida; y en esta vida que llega, los gansos serán durante los próximos meses unos visitantes ruidosos y numerosos. Cuando veo estos grupos me gusta mirar y buscar posibles infiltrados como los que he comentado anteriormente o cualquier otro y también es apasionante encontrar gansos anillados, gansos que les verás el collar que llevan con un código y un color determinado que según el color vendrán de un país o de otro (lugar donde han sido anillados); por ejemplo si el collar es azul oscuro es de Noruega, Suecia o Dinamarca, si es amarillo es de Alemania, el negro de España o el rojo de Checoslovaquía.
Migración de los gansos comunes a lo largo de un año.
Cuando ves estos collares siempre intentas leerlos y si lo consigues se comunica su lectura para que después, con todas las lecturas recogidas, se puedan hacer diferentes estudios, como por ejemplo de los movimientos de su migración.
En definitiva comienza la temporada de los gansos en Villafáfila. Época llena de sorpresas.

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