El pasado domingo volví a Villafáfila. Desde antes del
verano no pasaba por allí y me animé ante las "rarezas" que se habían
observado los últimos días como nos informan tan magníficamente tanto Alfonso
como Cristian. La pena fue que escogí un día extremadamente caluroso pero aún
así siempre se ve algo en las lagunas.
La sequía ha sido generalizada en toda España y las lagunas
no se han librado. La pasada semana salió un artículo en La Opinión de Zamora
en el que se hablaba de la nefasta temporada de cría para muchas de las aves
que suelen criar en el entorno de las lagunas.
En ese artículo se comentaba que " ...la avutarda, una
de las aves más representativas de este entorno. Sólo una de cada diez hembras
ha logrado sacar un polluelo, mientras que las otras nueve no han criado o
perdieron la puesta de huevos. El porcentaje de reproducción también se redujo
a un 10% en el caso de la cigüeñuela, aunque la avoceta sale peor parada, con
un 7%, mientras que la pagaza pico negra, similar a la gaviota, solo ha logrado
un porcentaje de cría del 1% respecto al año anterior". Estos datos
confirman lo veníamos viendo y avisando desde la primavera pasada.
Me dirigí directamente hacia el Centro de Interpretación ya
que solamente abre los fines de semana y tiene un poco de agua, así es que
había que aprovechar. Tras una amena conversación con José Miguel San Román
comenzó mi recorrido.
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Zampullín cuellinegro en la laguna del Centro de Interpretación. |
Aparte de lo que normalmente se ve en estas
lagunas los zampullines cuellinegros llamaron mi atención. Primero vi uno y más
tarde otros dos casi juntos. Los zampullines se llaman así por qué se zambullen
constantemente para pescar o escapar de algún depredador como pude observar más
tarde con un aguilucho lagunero y, en la balsa, donde, un grupo de unos 50
zampullines comunes nadaban tranquilamente cuando, de repente, como si alguno
hubiera dado una orden, se zambulleron todos a la vez para salir después como
pequeñas pompas que van emergiendo por aquí y por allá. La amenaza era yo.
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Ánade friso, zampullín cuellinegro y, en último término, un pato cuchara. |
En mi recorrido pude observar mucho azulón, zampullín común,
cuchara y friso. Pero en Villafáfila siempre hay sorpresas y, aparte de los
zampullines cuellinegros, la siguiente sorpresa fue una águila real (no adulta)
que pasó volando por encima de la laguna, por lo visto, esta águila tiene
Villafáfila como zona de caza y se ve con cierta facilidad sobrevolando la
zona.
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Águila real. |
Un grupo de 10 agachadizas se
encontraba en la orilla de una de las islas. Algo que llama poderosamente
la atención de estas aves es su pico. Pico largo y muy sensible que introduce
en el terreno en busca de gusanos y larvas.
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Agachadiza al anochecer. |
Varios porrones han aparecido por
la laguna. Había tanto moñudos como europeos. Ambos descansaban como boyas en el
agua mientras un gran bando de avefrías pasaba volando por encima de la laguna
y, una parte, alrededor de 30, se decidió a bajar y aposentarse en las pequeñas islas.
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Grupo de avefrías en la isla, rodeadas de fochas y gansos. |
Tras
arremolinarse y bajar el grupo de avefrías con sus elegantes crestas (es más larga en el macho que en la hembra)
la tranquilidad se vio alterada por
la presencia de un aguilucho lagunero (una hembra) que intentó cazar a alguno de los zampullines que se metieron rápidamente a bucear. No hizo sino bajar el
lagunero que, el bando de avefrías, se levantó y fue a acosarlo; envolviéndolo y pasando muy cerca del aguilucho que, ante tal acoso, se vio obligado a alejarse de la laguna. Las avefrías lo habían conseguido. Lo habían expulsado. La amenaza pasó y la tranquilidad volvió a la laguna.
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Aguilucho lagunero apareciendo en la laguna. |
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Ataque fallido a zampullines y fochas. |
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Grupo de avefrías expulsando al lagunero. |
Una solitaria gaviota reidora se
atusaba el plumaje como si fuera la llanera solitaria aunque lo mismo se podría
decir de una avoceta, también solitaria, que ni se movía ante el fuerte calor.
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Andarríos chico en una de las islas. |
Un andarríos chico, dos chorlitejos
chicos, dos pollas de agua, varias lavanderas cascadeñas, boyeras y blancas,
milanos reales y ratoneros, un grupo de cercetas, varios papamoscas cerrojillos
y bisbitas, así como un halcón peregrino y un azor fueron toda la fauna que
observé en una mañana de tremendo calor en la que los correlimos pectorales, a los cuales me hubiera gustado ver, no
aparecieron, aunque por allí andaban.
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Lavandera cascadeña. |
Tiene que llover. El campo está
seco, extremadamente seco. La provincia de Zamora se encuentra,
actualmente en el 40% de la capacidad total almacenable que tienen los embalses
de la provincia, casi la mitad que hace un año. Esperemos que comiencen las
lluvias.
Un día tranquilo y caluroso (como nos tiene acostumbrados esta prolongación del verano) el que pasaste en Villafáfila; no por ello falto de observaciones y momentos interesantes aunque no consiguieses ver a 'los pectorales'.
ResponderEliminarY lo dicho a ver si llega el agua... ¡Tiene que llover y mucho!
Un saludo desde Pucela.
Tiene que llover y mucho, si no el campo lo pasará muy mal. Un saludo y gracias por el comentario.
EliminarOlá estivemos lá esta última vez que fomos à sierra cullebra, deu para ver muita coisa apesar da seca, com água promete.
ResponderEliminarVamos voltar de certeza.
Abraços de Portugal
Patrícia e Luís