jueves, 16 de abril de 2015

Un novato en el mundo de las mariposas.

Cuando era pequeño mi abuela tenía un jardín en el patio de la carpintería que cuidaba con enorme esmero, cariño y sensibilidad; mi abuela era de Jerez del Marquesado (Granada), pequeño y hermoso pueblo a las faldas de Sierra Nevada aunque vivió gran parte de su juventud en Guadix (Granada) de donde era mi abuelo; en su familia siempre había habido un patio en el que cuidar y disfrutar de las plantas, de las flores y del agua, esa costumbre que vivió desde niña la trajo con ella cuando, por circunstancias de la vida, vino a vivir a Zamora y continuó cuidando un nuevo jardín en su ciudad de acogida. Esa sensibilidad hacia las plantas nos la transmitió a todos sus nietos desde que éramos muy pequeños: “las flores no se estropean. Se huelen y se admiran”, nos decía con su suave voz que mostraba una infinita paciencia y, nosotros, como nos lo decía ella no pisábamos los jardines, ni destrozábamos las flores e incluso le decíamos a otros niños que eso no se podía hacer.
Zerynthia rumina.
Cuando las flores estaban en pleno apogeo y el jardín se llenaba de color aparecían las mariposas con sus colores llamativos, alegres y vistosos que nos llamaban poderosamente la atención pero, mi abuela, nos decía con enorme paciencia y dulzura: “no las toques que les quitas los polvitos y se mueren”. No le faltaba razón ya que ese polvo realmente son miles de escamas que recubren sus alas y, al tocarlas, se desprenden formando un polvo muy fino. Si pierden muchas, dejan desprotegida el ala, lo cual puede provocarle un verdadero problema. Una rotura, volar mal o incluso no poder volar. Lo que facilitará que sea atacada por uno de sus innumerables depredadores. En definitiva mi abuela, a su manera, tenía razón.
Inachis io.
Por cierto, las mariposas son del orden de los lepidópteros. Palabra que proviene del griego y significa “alas con escamas” (“lepis” es escama y “pteron”, ala). Esa ingenua frase también lleva implícito un significado defensivo, de superstición, de…¡cuidado no las toques que te puede pasar algo! puesto que las mariposas han sido consideradas en muchas creencias populares como presagios de mal agüero (sobre todo las nocturnas) o que si las tocas y luego te llevas la mano a los ojos o boca puede provocar síntomas alérgicos. En definitiva la creencia popular de mi abuela llevaba implícito un aprecio a la naturaleza, es lo que creía puesto que para ella las flores de su patio eran lo mas bello que podía existir; y un sistema defensivo, que seguramente no supiera, pero que había sido heredado de tiempos pasados, de boca en boca, de generación en generación.
Saturnia pavonia. Las mariposas nocturnas son
la inmensa mayoría entre las mariposas.
Esa fama pasada de problemáticas se ha ido quitando poco a poco, aunque en su fase de oruga pueden suponer alguna plaga, ahora se las va viendo mas como beneficiosas ya que intervienen de una manera muy importante en la polinización de las flores y forman parte de la alimentación de innumerables animales como libélulas, arañas, lagartijas, ranas, aves o murciélagos.
La primera etapa en la vida de una mariposa es el huevo.
La segunda etapa es la larva (oruga).
La tercera etapa es la crisálida y la mariposa es
la fase adulta de su vida cuya finalidad es reproducirse.
Gonepterys rhamni.
La verdad es que siempre las he admirado pero nunca me había planteado conocerlas, buscarlas e identificarlas, algo que llevo haciendo desde hace casi un año y que me arrepiento no haber empezado antes porque me está resultando apasionante.
Anthocharis belia.
Durante el año pasado compartí muchas salidas al campo con J. Alfredo Hernández, experto, amante y apasionado de las mariposas que se encarga en Zamora de recoger las citas para luego elaborar mapas de distribución e incluso descubrimiento de nuevas especies en nuestra provincia; su interés me lo transmitió y poco a poco cuando salía al campo intentaba hacer alguna foto a las que veía para luego buscarlas en una guía y ser capaz de identificarlas.
Argynnis pandora.
El mundo de las mariposas me parece complicado pero, increíblemente hermoso, atrayente y apasionante y, poco a poco, voy siendo capaz de identificar más especies incluso viéndolas directamente en el campo, algo que hace un año era impensable para mi, aunque cuantas más reconozco más me doy cuenta de lo poco que se de este increíble mundo de los lepidópteros.
Coenonympha glycerion.
Calloprys rubi.
Lasiommata megera.
Observarlas es algo fascinante. Sus vuelos, sus colores, su distribución de formas son dignas de los mejor pintores o diseñadores que han dado rienda suelta a toda su creatividad e imaginación. Pero no sólo es verlas sino que también me pregunto por temas de su vida como: desde cuando existen, por qué tienen esos colores, cómo y que comen o cuanto viven. Temas fascinantes que voy descubriendo poco a poco ante mi total ignorancia de muchos de ellos, soy como un niño ante el que va apareciendo un mundo fascinante que le llama poderosamente la atención y quiere saber más sobre él.
Lycaena tityrus.
Pontia daplidice.
Tomares ballus.
Las mariposas son fascinantes ya que aparte de su vistosidad llevan entre nosotros desde hace unos 130 millones de años, viven horas o meses, tienen una lengua muy peculiar o son capaces de evolucionar en su vida de una manera espectacular, entre otras cosas. Temas para futuras entradas ya que, seguramente, esta, no será la última sobre el apasionante mundo de las mariposas.
Disfrutar de las mariposas, de sus vuelos, de sus colores llamativos, alegres y vistosos y, como decía mi abuela, “no las toques que les quitas los polvitos y se mueren”.

4 comentarios:

  1. Inspiradora entrada. Buena colección de mariposas, la verdad es que conocerlas e identificarlas en el campo siempre me ha parecido de mucho mérito. Saludos.

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    1. Hola Javier. A mi también me parece muy complicado pero según vas conociendo más, más te engancha. Un saludo y gracias.

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