domingo, 8 de agosto de 2021

El riesgo de los escribanos hortelanos.

La mañana está fría, un suave viento del norte recorre la sierra cuando lo veo. Está cantando suavemente sobre una fina rama de una zarza, es un escribano hortelano. Único representante de la familia de los escribanos de la península ibérica que migra en invierno. Escribano que ha bajado enormemente en las últimas décadas del siglo XX. Escribano con una triste realidad a su espalda; es el desgraciado protagonista de una receta de la mas alta cocina: el hortelano al Armagnac.
Macho de escribano hortelano.
El macho canta suavemente mientras una hembra y un juvenil se mantienen a su alrededor. La pareja de hortelanos ha conseguido sacar, al menos, a un jovencito que se mantiene muy cerca de sus padres.
Hembra de escribano hortelano.
Hortelanos que cuando pasen por territorio francés lo harán bajo un riesgo extremo: 30.000 escribanos hortelanos se cazan cada año en Francia de forma ilegal ya que su captura está prohibida en toda la Unión Europea desde 1999 bajo multa de 150.000 € y 2 años de prisión.
Y todo por una receta que desde el s. XVII sigue un macabro proceso que comienza cuando los capturan ilegalmente, meten en una oscura caja y ceban sin descanso, día y noche para que engorden desmesuradamente hasta convertirse en verdaderas bolas de grasa. Veinte días mas tarde los ahogarán en un vaso de Armagnac para después ser asados y servidos en selectos restaurantes que pueden cobrar 150€ por su consumo ilegal. Consumo que sigue otro ritual: ponerse una servilleta de lino en la cabeza para oler y saborear el plato. Todo de forma ilegal.
Juvenil de escribano hortelano.
La familia de escribanos hortelanos se mueven entre los arbustos mientras currucas zarceras y mirlos comunes deambulan en busca de comida a la vez que un grupo de gorriones chillones se levantan asustados ante un alcaudón real que se posa muy cerca de ellos; un cuco observa desde la rama de un roble a sus posibles presas sobre las que se lanza ágilmente en la intrincada red de escobas y brezos.
La familia de escribanos hortelanos abandonará la zona el próximo otoño y se arriesgará a pasar por un territorio francés en el que son perseguidos de forma ilegal para satisfacer los mas exigentes paladares.
(Parte de la información para la realización de esta entrada ha sido sacada del artículo escrito por Marc Casanovas en la página traveler.es).

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