Me encontraba en Cional, embalse de Valparaiso (Zamora) cuando, muy cerca de donde estaba, escuché ciertos comentarios que me
llamaron la atención. Cuando me acerqué mi sorpresa fue mayúscula ya que lo que
estaba delante de mis ojos era una medusa de entre 2 y 3cm de diámetro, ¿una medusa? ¿qué hacía aquí?
Jesús Peláez tenía, en un pequeño vaso de plástico,
varias medusas que se movían indiferentes ante nuestra cara de asombro. Había que
saber qué era y que hacía aquí, así es que vía whatsapp pregunté. Víctor
Salvador, al cual agradezco enormemente su amabilidad, rapidez y conocimientos
me contestó lo que era y de dónde provenía.
Era una medusa de agua dulce, Craspedacusta sowerbyi, especie exótica invasora procedente de
Asia; lo cual nos dejó sorprendidos e impactados pero aún más cuando me comentó que era
una especie que no estaba citada en Zamora, por lo tanto, había que avisar y
comunicar que esta medusa invasora se encontraba ya en nuestra provincia; lo
cual hice inmediatamente.
Una especie invasora es la que llega a un nuevo
territorio, colonizándolo y criando en él. Por lo tanto alterará el ecosistema
y provocará daños de diferente índole como el desplazamiento o reemplazamiento
de especies autóctonas, ya que competirá con ellas por el mismo alimento,
provocará riesgos para la salud humana o problemas para la agricultura.
Se provocará un impacto sobre los individuos autóctonos
(visón americano sobre el visón europeo), genético (como la hibridación entre
la malvasía canela sobre la malvasía cabeciblanca), sobre los ecosistemas
(modificación del paisaje por parte del eucalipto) o sobre las poblaciones
(cangrejo americano sobre el autóctono).
Por lo tanto tenemos que tener en cuenta que todas las
especies invasoras son introducidas pero no todas las introducidas son
invasoras. Para que una especie se considere invasora debe de asentarse y ser
capaz de criar, es decir, se debe asentar y si entonces afecta a las especies
autóctonas, se considerará invasora.
Esta medusa de agua dulce es originaria de China (río Yangtse
en la región de Kiang) y su primera aparición en Europa, en libertad, fue en
1928 en el Exeter Ship Canal (Devon-Gran Bretaña) aunque se sabe que fue traída
en 1838 por el botánico y explorador Richard Schomburg junto con otras plantas
de Sudamérica en un acuario; en España se citó por primera vez en 2004 en el
embalse de Proserpina (Mérida) aunque actualmente se encuentra en varios puntos
de nuestra geografía, en Castilla y León se encuentra en el embalse de La
Cuerda del Pozo (Soria) y el río Águeda.
Según Joan Canals: “Cuándo se genera una superpoblación
de esta especie, esta puede disminuir el nivel de oxígeno en las comunidades de
agua dulce, causando que otros organismos desaparezcan debido a la anoxia.
Cuándo los niveles de oxígeno son bajos, los peces de tamaño pequeño son una de
las primeras especies en sufrir las consecuencias (Johnson 1999). Esto puede
ser un grave problema global en los casos en que poblaciones grandes a nivel
mundial dependan de un tipo de pez, que se vea afectado por la medusa, para
conseguir su alimento (Kottak 2000).
La Medusa de agua dulce es imprevisible en su aparición
en las masas de agua. Ellas pueden aparecer en grandes densidades un año, no
aparecer el próximo, y regresan varios años posteriores (Peard 2000). Así, las
poblaciones son difíciles de predecir”.
Ahí estaba, una nueva especie exótica invasora que ha
llegado hasta nuestra provincia pero ¿Cómo se desplazan? ¿Cómo van colonizando
nuevos espacios? ¿Cómo ha llegado hasta aquí?
La contestación es imposible de saber hay varias
posibilidades; partiendo que a Europa llegó en un acuario, el moverse de unos
enclaves a otros puede suceder de diferentes maneras, desde una forma accidental hasta su introducción intencionada,…es imposible
saber cómo ha llegado hasta aquí.
Una vez que supimos que era y de dónde provenía la
siguiente pregunta era: ¿Pica? No. Esta especie no es peligrosa y no causa los
problemas de las especies marinas con lo cual nos quedamos más tranquilos.
Una nueva especie exótica invasora aparece en Zamora.
Una medusa de agua dulce que se une a las que ya están en nuestra provincia, algo que, por desgracia, visto lo visto, no será la última vez
que suceda.