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martes, 21 de mayo de 2024

Especies exóticas invasoras en nuestras aguas: lucioperca, pez gato, medusa de agua dulce...

Una especie invasora es la que llega a un nuevo territorio, colonizándolo y criando en él. Por lo tanto alterará el ecosistema y provocará daños de diferente índole como el desplazamiento o reemplazamiento de especies autóctonas, ya que competirá con ellas por el mismo alimento, provocará riesgos para la salud humana o problemas para la agricultura.
Se provocará un impacto sobre los individuos autóctonos (visón americano sobre el visón europeo), genético (como la hibridación entre la malvasía canela sobre la malvasía cabeciblanca), sobre los ecosistemas (modificación del paisaje por parte del eucalipto) o sobre las poblaciones (cangrejo americano sobre el autóctono).
Por lo tanto tenemos que tener en cuenta que todas las especies invasoras son introducidas pero no todas las introducidas son invasoras. Para que una especie se considere invasora debe de asentarse y ser capaz de criar, es decir, se debe asentar y si entonces afecta a las especies autóctonas, se considerará invasora.
Hace unos días en uno de los paseos por el río Duero a su paso por Zamora acababan de pescar una lucioperca de considerable tamaño: 50 cm y algo más de kilo y medio de peso que, por supuesto, no devolvieron al  agua.
La lucioperca es un pez alóctono invasor de nuestros ríos incluido en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras.
Es originaria del centro y este de Europa, ríos Elba y cuenca del Danubio e introducida en España en los años noventa de forma ilegal: “Introducida en España de forma experimental junto a la Perca fluviatilis en los años 70 en el embalse de Boadella (Cataluña) y Sander lucioperca de forma ilegal en los años 90 para la pesca deportiva. Se encuentra en las cuencas del Ebro, Duero, Tajo, Segura, Júcar, Turia, Mijares y otros ríos mediterráneos”. (Fuente: Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras)
Su impacto es muy problemático en diferentes aspectos:
“Sobre el hábitat: Gran impacto sobre los ecosistemas acuáticos, al ser un gran depredador de las comunidades piscícolas autóctonas, no adaptadas a este tipo de peces ictiófagos.
Sobre las especies autóctonas: Competencia interespecífica con especies autóctonas, en España principalmente de ciprínidos.
Alta depredación sobre especies de peces autóctonos, dada su voracidad, así como su especialización en la alimentación exclusiva de peces. Sobre los recursos económicos asociados al uso del patrimonio natural.
Efecto sobre el recurso económico de la pesca deportiva de especies autóctonas en España”. (Fuente: Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras)
En una ocasión pude comprobar como una lucioperca ahogó a un cormorán grande al quedarse “clavado” en la boca del cormorán y este no poder tragarlo ni expulsarlo.
Este pez voraz y agresivo no es el único pez invasor que tenemos en nuestro río, el pez gato es otro ejemplo de esos peces problemáticos. Pez originario de Norteamérica. Pez invasor. Pez peligroso. Pez voraz. Pez adaptable. Pez que supone un enorme problema para la biodiversidad del río. Pez que ha sido soltado por irresponsables que solamente buscan su propio beneficio aunque eso suponga un desastre medioambiental. Ahí está. Será muy difícil de erradicar pero tenemos aliados alados muy útiles como cormoranes y garzas que los capturan y eliminan aunque la eliminación total será imposible.
El pez gato fue: “Introducido a principios del s. XX en el lago de Bañolas (Gerona), para aumentar el número de especies pescables entre 1910 y 1913, pero con una gran expansión a partir de los 80 para la pesca deportiva por translocación de ejemplares entre cuencas. En la actualidad no es una especie apreciada ni para el consumo, ni para el deporte, por los pescadores, pero se utilizan los especímenes jóvenes de manera ilegal como cebo vivo. Su alta adaptabilidad hace que se encuentre en expansión desde las áreas de introducción.” (Fuente: Catálogo español de especies exóticas invasoras).
¿Y en Zamora? ¿Cuándo se introdujo?: "Se introdujo en 1986 en la laguna Grande de Manganeses de la Lampreana (Zamora), donde no permanecen. Desde este enclave fueron dispersados ejemplares por los ríos Valderaduey, Esla y Duero”. (Fuente: LIFEMedwetRIVERS)Es capaz de eliminar especies autóctonas como sucedió en el punto donde se introdujo en Zamora: en la Laguna Grande de Manganeses de la Lampreana fue el causante de la desaparición del sapillo moteado y del sapillo pintojo". (Fuente: Catálogo español de especies exóticas invasoras).
El Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras lo forman 114 especies y el Listado de especies exóticas con potencial invasor 222 especies. Cuando una población nueva se ha asentado en un ecosistema puede llegar a formar parte de él. El problema es cuando esa población nueva causa tremendos problemas a la autóctona que es lo que está sucediendo con el pez gato y la lucioperca.
Por desgracia muchas otras especies invasoras se han asentado en nuestro territorio causando verdaderos problemas al medio ambiente: el visón americano y el cangrejo americano son casos muy conocidos pero hay otros muy desconocidos como la medusa de agua dulce, Craspedacusta sowerbyi, especie exótica invasora procedente de China que pude encontrar por primera vez en la provincia de Zamora en el embalse de Valparaiso (Zamora).
Especie de medusa procedente del río Yangtse en la región de Kiang (China). Su primera aparición en Europa, en libertad, fue en 1928 en el Exeter Ship Canal (Devon-Gran Bretaña) aunque se sabe que fue traída en 1838 por el botánico y explorador Richard Schomburg junto con otras plantas de Sudamérica en un acuario; en España se citó por primera vez en 2004 en el embalse de Proserpina (Mérida) aunque actualmente se encuentra en varios puntos de nuestra geografía, en Castilla y León se encuentra en el embalse de La Cuerda del Pozo (Soria) y el río Águeda.
Según Joan Canals: “Cuándo se genera una superpoblación de esta especie, esta puede disminuir el nivel de oxígeno en las comunidades de agua dulce, causando que otros organismos desaparezcan debido a la anoxia. Cuándo los niveles de oxígeno son bajos, los peces de tamaño pequeño son una de las primeras especies en sufrir las consecuencias (Johnson 1999). Esto puede ser un grave problema global en los casos en que poblaciones grandes a nivel mundial dependan de un tipo de pez, que se vea afectado por la medusa, para conseguir su alimento (Kottak 2000).
La Medusa de agua dulce es imprevisible en su aparición en las masas de agua. Ellas pueden aparecer en grandes densidades un año, no aparecer el próximo, y regresan varios años posteriores (Peard 2000). Así, las poblaciones son difíciles de predecir”.
Ejemplos de tres especies problemáticas soltadas con afanes, casi siempre económicos, muy alejados de la protección el medioambiente que ya forman parte de nuestros ecosistemas, muy a pesar nuestro.

miércoles, 9 de enero de 2013

El extraño caso del cormorán.

La verdad es que parece el título de una novela de Agatha Christie o de un capítulo de la Señora Fletcher y no es para menos. Hace unos días me encontré con un hecho que jamás había visto, ni oído nada parecido y he preguntado a bastante gente.
Según caminaba por la orilla del río Duero me llamó la atención algo diferente en la orilla. Me asomé y allí estaba...
Me quedé perplejo. Era impresionante. Se había ahogado intentando tragar un pez demasiado grande. Si un cormorán ve que no puede tragarlo va a dejar la presa. No la comerá y la abandonará en el río pero entonces ¿por qué este cormorán no había hecho eso?
El primer dato curioso era que se fue hasta la orilla para intentar comerlo. Algo inusual ya que normalmente los cormoranes comen los peces directamente en el agua. Cuando salen de bucear, por cierto aguantan hasta unos 30 segundos, con una presa, se la comerán allí mismo, en la superficie; pero este había ido a la orilla seguramente porque no podía expulsarlo pero ¿por qué no podía expulsarlo?
Lo primero que había que hacer era saber qué tipo de pez era. Así es que consulté a Petu García que muy amablemente identificó el pez: "Es una lucioperca. En una de las fotografías se aprecia muy bien la aleta dorsal grande y moteada, la inserción de aletas pélvicas y pectorales a distinto nivel y el dibujo a modo de barras verticales de la mitad superior del cuerpo".
La lucioperca es un pez invasor de nuestros ríos. Incluida en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras, e introducida en España en los años noventa. Sabiendo el pez que era el siguiente paso era conocer ¿por qué no había podido expulsarlo? 
Dos días después de ver al cormorán grande ahogado, en la misma zona, pude comprobar como otro cormorán salía con una captura de un considerable tamaño.
Dos días después con una gran niebla y buena helada otro cormorán
capturó otro gran pez...

Nada más salir a la superficie con el barbo bien enganchado comenzó la operación de intentar tragarlo. Lo golpeaba contra el agua con fuertes giros de cuello y lo fue girando hasta ponerlo a favor de escama, es decir, quería tragarlo primero por la parte de la cabeza del pez. Lo intentó varias veces y cuando vio que no podía dejó su presa y se marchó. 

Si este cormorán había visto que no podía tragarlo y lo había dejado, ¿por qué el cormorán ahogado no expulsó al pez que lo asfixió?
Petu García que tiene mi más sincero agradecimiento, me dio la solución nuevamente. El pez que este segundo cormorán se estaba intentando tragar y no pudo, era un barbo y el del cormorán ahogado era una lucioperca que tiene una característica especial como me explicó Petu García: "Parece que haya intentado tragar un pez demasiado grande y luego no ha podido escupirlo porque a contraescama en esta especie es difícil, ya que son rugosas. Los perciformes como el black bass, la perca-sol o la luciperca (este era el caso) poseen escamas ctenoideas, con una especie de ganchitos en parte distal que provocan que a contraescama el tacto parezca como el de una lija. Esto impide que se puedan liberar del pico de las aves si el pez es grande".
Fotografía cedida por Petu García en la que se puede ver una
escama de una perca-sol, de la misma familia que la
lucioperca, donde se aprecian los ganchitos en el borde.

Fotografía tomada dos días después de las primeras.
Esa misma mañana un gato asilvestrado se llevó al cormorán.
En la naturaleza nada se desaprovecha.
El extraño caso del cormorán ahogado estaba resuelto. Había intentado tragar un pez demasiado grande; debería de haberlo expulsado como hizo el segundo cormorán con un pez autóctono pero el tipo de pez era muy diferente, uno era un barbo (autóctono) y otro era una lucioperca (invasor), hecho que determinó que en un pez de semejante tamaño y dadas sus características de tener escamas con pequeños ganchitos le supuso que al intentar escupirlo, estos ganchitos, impidieron que el pez resbalase con facilidad fuera del pico del cormorán, con lo cual no podía sacarlo y, en un último intento, llegó hasta la orilla para ver si podía expulsarlo y no pudo.
Los cormoranes están adaptados a alimentarse de peces autóctonos ya que han evolucionado con ellos; pero cuando los peces son invasores pueden surgir este tipo de problemas que no se manifiestan con los barbos, las bogas o las bermejuelas.