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domingo, 16 de octubre de 2016

Alteraciones del color.

Hace unos días apareció muy cerca de mi casa, en uno de los jardines próximos, en plena ciudad, un nuevo mirlo parcialmente leucístico. Casi un 30%  de las aves que tienen leucismo son mirlos y este no es el primero que me encuentro.
Mucha gente confunde el leucismo con el albinismo, pero son dos cosas completamente diferentes. Un animal con leucismo no es albino; el albinismo es la incapacidad para fabricar melanina, por eso, quienes lo portan, son completamente blancos; mientras que en el leucismo el ave produce melanina de forma normal pero no se deposita en las células de las plumas poniéndose algunas totalmente blancas; además las aves con leucismo tienen el pico, los ojos y las patas de color normal no como los albinos que tienen los ojos rojos.
Este mirlo se movía tranquilo, escarbando en el húmedo césped en busca de apetitosas lombrices como cualquier otro mirlo de alrededor pero este, es diferente, en su cabeza empiezan a aparecer plumas completamente blancas, plumas que serán cada vez más a lo largo del tiempo, es decir, el leucismo tiene diferentes grados y va aumentando a medida que el ave va teniendo más edad.
El mirlo blanco que pude seguir durante varios años en otro jardín
de Zamora ciudad. Se fue poniendo cada vez más blanco.
El leucismo es una rareza genética debida a un gen recesivo, se produce porque, aunque el ave produzca melanina (pigmento de color negro o pardo negruzco) de forma normal, el pigmento no se deposita en las células de las plumas, con lo cual quedan blancas en vez de su coloración normal. Las aves con leucismo no tienen plumas de color intermedio. Cada pluma es de su color natural o completamente blanca. 
En todo organismo nos encontramos con genotipo y fenotipo. El genotipo es toda la información genética que tiene un organismo, es decir, los genes. Por el contrario el fenotipo son sus rasgos.
Toda la información que tiene un organismo en los genes, puede manifestarse o no manifestarse, es decir, puede verse o no verse. Por lo tanto el fenotipo será la expresión de esos genes más la influencia que pueda ejercer el medio que rodea al organismo.
Estos rasgos del fenotipo pueden ser de comportamiento (etología) o de rasgos físicos (morfología, fisiología,…). En definitiva, el genotipo son los genes del organismo y solamente se pueden apreciar estudiando el ADN y el fenotipo es la manifestación visible de esos genes que se ve mediante la observación directa de ese organismo.
En el caso de estas aves leucísticas para que sea visible (fenotipo) este color blanco en su descendencia, tiene que darse la coincidencia de que esa ave se empareje con otra que también lleve en sus genes (se muestre o no) ese gen recesivo que le provoca el leucismo.
He visto diferentes aves leucísticas: mirlo común, grajilla, gorrión común, herrerillo común, pavo real, ánade azulón, avutarda, avefría, focha y hasta un estornino negro que mira que resulta chocante ver un estornino negro, blanco; chocante, diferente y muy curioso.
Grajillas leucísticas en otra zona de Zamora ciudad.
Avefría blanca en Villafáfila.
Estas aves blancas que son bonitas y espectaculares, en la naturaleza, tienen realmente un problema, son muy visibles y cuando quieres pasar desapercibido y, por el contrario, destacas en exceso, atraes todas las miradas de un posible depredador con el aumento de probabilidades de que al que coman sea a esa ave blanca.
También puede suceder lo contrario, es decir, cuando se produce un exceso de melanina en el animal, se volverá oscuro (negro o marrón oscuro). Entonces, se llama melanismo. Al contrario que en los animales leucísticos que su supuesto camuflaje no lo es, no les sirve de nada ya que destacan por encima de todo, en los animales melánicos sucede lo contrario.
Si es un depredador, su condición de animal negro, les hace camuflarse perfectamente, sobre todo de noche, a la hora de cazar; si es una posible presa, su color negro le va a hacer poco llamativo y puede tener menos probabilidades de que le coman a él pero, como sucede en la naturaleza, todo es relativo ya que ¿y de día? ¿cuanto se le verá a un depredador negro? Evidentemente también se le verá mucho y tendrá, en muchas ocasiones, problemas para cazar. Es cuestión de aprovechar tus ventajas.
Zorro negro disecado que me encontré en Aliste
en una exposición sobre medioambiente hace años.
Los gatos negros son melánicos,
al igual que las panteras negras.
Los animales melánicos suelen vivir más tiempo en condiciones salvajes que los animales leucísticos y, por lo tanto, muchos de ellos llegarán a reproducirse sin problemas. Los animales leucísticos vivirán más tiempo en las ciudades o en condiciones controladas como zoos, parques o colecciones privadas que incluso los seleccionarán por su espectacularidad y vistosidad.
Pavo real blanco en un parque.
El melanismo y el leucismo no son las únicas alteraciones de color que se pueden producir en un organismo, por ejemplo, hace varios años publiqué una entrada en la que la protagonista era una rana de San Antonio de color gris que encontramos en la Laguna de Carros (Parque Natural del Lago de Sanabria); como todo el mundo sabe las ranas de San Antonio son verdes, entonces, ¿por qué esta era gris?
Las ranas de San Antonio tienen su color debido a la mezcla de tres tipos de células pigmentarias. Las responsables del color marrón o negro (melanóforos). Las responsables del color amarillo (xantóforos) y las del color azul (iridóforos). Esta combinación de células pigmentarias da el color verde típico de las ranas de San Antonio pero si hay un ejemplar que no tiene las células pigmentarias responsables del color amarillo (no tiene xantina, pigmentos de color amarillo) nos dará ranas de color azul o gris, como es el caso de esta que se encontraba en la Laguna de Carros.
A este hecho de la falta de células pigmentarias responsables del color amarillo se le llama axantismo. Es una mutación genética recesiva. Este es el motivo del color gris de esta pequeña y solitaria rana de San Antonio que vivía en la Laguna de Carros. 
Alteraciones de color que dan animales vistosos y espectaculares que, normalmente, en la naturaleza son raros de encontrar y, muchos de ellos, tienen una vida muy corta.

martes, 10 de febrero de 2015

El leucismo.

Hace unos días pude ver un grupo de grajillas muy cerca de mi casa que picoteaban en el suelo, todo parecía normal pero, al fijarme, me di cuenta que había dos de ellas que tenían algo peculiar, algo diferente, eran parcialmente blancas, eran dos grajillas con un posible leucismo.
El leucismo es una rareza genética debida a un gen recesivo, se produce por que, aunque el ave produzca melanina (pigmento de color negro o pardo negruzco) de forma normal, el pigmento no se deposita en las células de las plumas, con lo cual quedan blancas en vez de su coloración normal. Las aves con leucismo no tienen plumas de color intermedio. Cada pluma es de su color natural o completamente blanca. 
Alrededor de donde vivo hay varias iglesias románicas y, en ellas, habitan varios grupos de grajillas. En esas grajillas tengo comprobada la existencia de tres con posible leucismo, estas dos y otra que tiene la cabeza blanca y, siempre que la veo, voy sin cámara de fotos (pasa más veces de las que nos gustaría); es, desde luego, un animal muy curioso.
En todo organismo nos encontramos con genotipo y fenotipo. El genotipo es toda la información genética que tiene un organismo, es decir, los genes. Por el contrario el fenotipo son sus rasgos.
Toda la información que tiene un organismo en los genes, puede manifestarse o no manifestarse, es decir, puede verse o no verse. Por lo tanto el fenotipo será la expresión de esos genes más la influencia que pueda ejercer el medio que rodea al organismo.
Estos rasgos del fenotipo pueden ser de comportamiento (etología) o de rasgos físicos (morfología, fisiología,…). En definitiva, el genotipo son los genes del organismo y solamente se pueden apreciar estudiando el ADN y el fenotipo es la manifestación visible de esos genes que se ve mediante la observación directa de ese organismo.
En el caso de estas aves leucísticas para que sea visible (fenotipo) este color blanco en su descendencia, tiene que darse la coincidencia de que esa ave se empareje con otra que también lleve en sus genes (se muestre o no) ese gen recesivo que le provoca el leucismo.
En el leucismo hay diferentes grados y según pasa el tiempo el animal leucístico se va poniendo cada vez más blanco como le pasó al ave con leucismo más impactante y hermosa que he visto, el mirlo blanco.
A este mirlo le dediqué una de las primeras entradas del blog. A este mirlo lo estuve viendo varios años pero no lo he vuelto a ver desde hace algo más de dos años con lo cual, seguramente haya desaparecido pero, por la zona en la que andaba, hay un nuevo mirlo con alguna pluma blanca, muy posiblemente descendiente suyo y que si se corrobora que tiene leucismo se irá poniendo cada vez más blanco.
Un animal con leucismo no es albino, son cosas diferentes; el albinismo es la incapacidad para fabricar melanina, por eso, quienes lo portan, son completamente blancos; mientras que en el lecuismo el ave produce melanina de forma normal pero no se deposita en las células de las plumas poniéndose algunas totalmente blancas; además las aves con leucismo tienen el pico, los ojos y las patas de color normal no como los albinos que tienen los ojos rojos.
En muchos parques o colecciones particulares se han seleccionado los individuos leucísticos por su vistosidad como, por ejemplo, con los pavos reales.
También puede suceder lo contrario, es decir, cuando se produce un exceso de melanina en el plumaje, volviéndose oscuro (negro o marrón oscuro). Entonces, se llama melanismo, pero eso puede ser otra historia.

domingo, 17 de marzo de 2013

Pollos de mirlo tempraneros.

Hace unos días mi amigo Fernando, gran amante de la naturaleza y de la fotografía, me avisó de la presencia de una pollada de mirlos cerca de su trabajo. Los mirlos, normalmente, son muy tempraneros en su primera puesta del año pero estos se habían adelantado mucho, más de lo normal, teniendo en cuenta el mal tiempo que había hecho en el último mes.
Al día siguiente del aviso, según llegaba de trabajar, me acerqué a ver si los veía. Al poco de estar en el jardín, en pleno centro de Zamora, y ante la extraña mirada de mucha gente, comencé a oir el reclamo típico de un pajarillo cuando pide comida desesperadamente. Me guié por el sonido y allí estaba. Un pequeño mirlo debajo de un seto pidiendo insistentemente comida a sus padres.
Pequeño pollo de mirlo común esperando su turno para alimentarse.
Poco a poco aparecieron más. Había tres pollos volanderos que no paraban de pedir comida constantemente a unos padres que se veían perseguidos por los jardines y se afanaban, sin descanso, en picotear el suelo en busca de cualquier gusano, insecto, semilla o lombriz que pudieran encontrar y así dárselo a uno de los pequeños mirlos que les seguían fielmente allá donde fueran.
Los tres pequeños mirlos esperando que el mirlo macho les llevara comida.
Los tres son diferentes, seguramente hayan nacido en un intervalo
de 3 días entre el primero y el tercero y eso, se nota, sobre todo
en el plumaje.
¿Cuándo han criado esta pareja de mirlos? Si estos tres pequeños pollos tienen unos 15-20 días, más otros 15 días de incubación nos estamos acercando a algo más de un mes; por lo tanto hablamos de principios de febrero cuando comenzó la puesta. Lo normal es que estos pequeños hubieran nacido, como muy pronto, a finales de marzo, principios de abril que es cuando los científicos sitúan la media de nacimientos de mirlo común pero estos habían nacido un mes y algo antes de lo normal, además, teniendo en cuenta que el tiempo en febrero ha sido desapacible y frío.
Hembra cebando a uno de los pequeños.
Rápidamente aparece un segundo pollo a esperar un alimento...
...que no tarda en llegar. La hembra cierra el ojo para evitar un
posible picotazo ante el nerviosismo del pequeño mirlo.
Los tres pequeños perseguían sin descanso a sus padres que los cebaban constantemente, bastante más la hembra que el macho que se marchaba más lejos o se subía a un edificio cercano; en cambio la hembra, nunca abandonó la zona de jardines en la que se movían los tres pequeños mirlos.
La gente seguía pasando sin reparar en los pequeños mirlos, solamente miraban, con cara entre extraña y sorprendida, a un personaje agachado con un cámara haciendo fotografías. En uno de esos momentos me fijé que el macho tenía alguna pluma blanca (sobre todo en el obispillo y en un lateral) ¿podría ser un mirlo leucístico? ¿Estaba empezando a tener plumas blancas?
Normalmente los mirlos crían muy cerca de donde nacen y, curiosamente, este mirlo había criado en el mismo sitio en el que llevo viendo al “mirlo blanco” desde principios de 2011. ¿Sería un descendiente de aquel?
"Mirlo blanco" que llevo viendo desde principios de 2011.
Este nuevo mirlo es un posible leucístico, no albino. El leucismo es una rareza genética debida a un gen recesivo, que le da el color blanco. Esta particularidad genética puede tener diferentes grados. El mirlo blanco que llevo viendo desde 2011 tiene un grado muy alto de leucismo porque está muy blanco ya que, según pasa el tiempo, se va poniendo más blanco.
En el leucismo la pluma es completamente blanca o completamente coloreada, no hay plumas “a medias”. Para que sea visible (fenotipo) este color blanco, tiene que darse la coincidencia de que ese mirlo se empareje con una hembra que también lleve en sus genes (se muestre o no) ese gen recesivo que le provoca el leucismoPor lo tanto creo que hay muchas posibilidades que este nuevo mirlo posible  leucístico (habrá que seguir su evolución para confirmar su rareza genética) sea descendiente del otro.
El macho coge unas lombrices y...
...se las lleva a uno de sus pequeños que estaba en un árbol cercano.
Siempre es apasionante observar el comportamiento de los animales y así lo hice ese día y al siguiente. Pudiendo ver como el mirlo macho ejerció de dominante del territorio en un momento determinado en el que otros dos machos se aproximaron demasiado a lo que él consideraba suyo. 
Pero la mayor agresividad de la pareja de mirlos la pude comprobar cuando una urraca se aproximó a uno de los pequeños. Inmediatamente, tanto el macho como la hembra, se pusieron tremendamente agresivos con la urraca pero lo hicieron de una forma organizada. El macho se lanzó a por la urraca directamente, como un poseso, y la hembra hizo lo mismo pero siempre se interponía entre la urraca y el pollo que se acurrucó en una rama. Con esa acción conjunta de defensa-ataque-protección expulsaron a la urraca que podría haberse convertido en un serio enemigo para sus crías.
El pequeño mirlo reclama...
...un alimento que su madre le lleva.
Esta escena se puede ver en nuestros jardines y parques.
Solamente hay que fijarse y dejarles tranquilos. Eso se llama respeto.
Otro comportamiento curioso fue la manera que tienen los animales de enseñar a sus crías. En un momento determinado, la hembra de mirlo, se puso a escarbar en el suelo en busca de comida pero esta vez no cogió nada y se lo llevó a uno de los pollos, sino qué comenzó a reclamarlo. El pequeño mirlo llegó y cogió la lombriz que había dejado al descubierto la madre. Le acababa de enseñar de donde coger comida. Acto seguido, la hembra escarbó y, el pequeño, la imitó. Estaba enseñándole a buscar comida.
Hembra con unas lombrices recién sacadas del jardín.
La tarde que los vi por primera vez tuve una nueva y agradable sorpresa. Volví a ver al “mirlo blanco” volando en un jardín particular. Seguía vivo. No lo había vuelto a ver desde septiembre de 2012 y tenía dudas que siguiera vivo ya que este mirlo tiene unos cuatro o cinco años, edad que se considera la media de vida de estas aves, además, la última vez que lo vi tenía una herida en la nuca y podría haber sufrido cualquier percance. Espero seguir viendo a estos dos mirlos y poder seguir su evolución. 

lunes, 3 de septiembre de 2012

El mirlo blanco está más blanco.

En una de las primeras entradas, cuando comenzaba la aventura de escribir este blog, hablaba de un mirlo blanco. Mirlo que vivía en un jardín en medio de la ciudad de Zamora. Eso fue hace dieciséis meses. El uno de mayo de 2011 publiqué la entrada acerca de este curioso mirlo que no era albino, sino que era una rareza genética debida a un gen recesivo, que le daba el color blanco. Esta particularidad se llama leucismo.
Mirlo blanco en abril de 2011
Mirlo blanco en abril de 2011. 
Comentaba en dicha entrada que creía que estaba en su territorio y como buen mirlo macho debía de moverse por él y cuidarlo. Si ese era su territorio, no se movería de allí hasta que muriera (los mirlos que sobreviven a su primer año, viven una media de 5 años) y quizás, en otro momento, lo volviera a ver.
Mirlo blanco en abril de 2011.
Allí sigue. En la misma zona. En su territorio. Volando entre la gente que pasa absolutamente de él. Nadie se fija en un pájaro blanco y negro que escarba en el jardín en busca de gusanos y vuela sobre sus cabezas. Está un poco más blanco. Algo normal en aves con leucismo.
Mirlo blanco en agosto de 2012.
Mirlo blanco en agosto de 2012 con una herida en la nuca
que puede haberse producido por un depredador o cualquier otro pájaro
(incluso otro mirlo macho en una pelea).
El leucismo se produce por que, aunque el ave produzca melanina (pigmento de color negro o pardo negruzco) de forma normal, el pigmento no se deposita en las células de las plumas, con lo cual quedan blancas en vez de su coloración. Las aves con leucismo, normalmente, tienen las plumas de su color o blancas, es decir, este mirlo tiene las plumas, negras o blancas. No tiene plumas a medias. Mitad blanca. Mitad negra. 
También puede suceder lo contrario, es decir, cuando se produce un exceso de melanina en el plumaje, volviéndose oscuro (negro o marrón oscuro). Entonces se llama melanismo.
Mirlo blanco en el jardín (agosto 2012).
Espero poder verlo más veces. Que siga volando tranquilamente entre casas, coches y gente. Que siga escarbando en el jardín y demostrando que el dicho: "eres más raro que un mirlo blanco", para él, es algo normal.
(Agradezco enormemente a Fernando García el prestarme sus fotografías para esta entrada).

lunes, 21 de mayo de 2012

Rarezas genéticas e híbridos.

En muchas ocasiones te encuentras por el campo con algún animal extraño, raro, que le sucede alguna anomalía y te preguntas el por qué. Eso me sucedió hace unos días cuando iba por la orilla del río Duero, en Zamora, y me encontré con una grajilla que tenía el pico extremadamente raro.
En todo organismo nos encontramos con genotipo y fenotipo. El genotipo es toda la información genética que tiene un organismo, es decir son los genes. Por el contrario el fenotipo son los rasgos de un organismo.
Toda la información que tiene un organismo en los genes, puede manifestarse o no manifestarse, es decir, puede  verse o no verse. Por lo tanto el fenotipo será la expresión de esos genes más la influencia que pueda ejercer el medio que rodea al organismo.
Estos rasgos del fenotipo pueden ser de comportamiento (etología) o de rasgos físicos (morfología, fisiología,…). En definitiva, el genotipo son los genes del organismo y solamente se pueden apreciar estudiando el ADN y el fenotipo es la manifestación visible de esos genes que se ve mediante la observación directa de ese organismo.
Imaginemos que hace miles de años un oso se acercó muy al norte (todavía no había osos polares) y a lo largo de los años surgió uno blanco que podía cazar mejor, por lo tanto, estar más fuerte y reproducirse más y así transmitió esa condición de pelo blanco (ya sé que no es blanco el pelo de un oso polar, sino que no tiene color, pero para el ejemplo vale) a sus descendientes, con lo cual, poco a poco todos los osos de esa zona acabaron teniendo el pelo de ese color y los que no lo tenían así murieron de hambre o se marcharon más al sur. Ese pelo de ese color se transmitió genéticamente pero se ve a través de su fenotipo.
Imaginemos ahora un abejaruco que nace con el pico cruzado, como un piquituerto. Con esa condición no podrá comer, o le resultará dificilísimo y así morirá de hambre y no podrá reproducirse y transmitir esa anomalía.
Así, el pico de la grajilla, ese pico extrañísimo, cruzado, largo y fino que en condiciones normales en la naturaleza le provocaría la muerte porque no podría comer; en ciertas condiciones, como es el estar en la ciudad y tener otra serie de recursos alimenticios, le permitirá sobrevivir y seguramente transmitir a sus descendientes ese pico extraño a través de los genes (genotipo). En sus hijos se podrá ver o no ver (fenotipo), ese pico rarísimo, que lo llevará inscrito en su ADN,
 pero podrá salir a la luz o no. Ese pico extraño es una mutación genética.
Otras veces suceden rarezas genéticas como le sucedió a este mirlo blanco.
Este mirlo vive en un jardín de Zamora. Es blanco, algo tremendamente extraño, pero no es albino. Tiene los ojos normales. Es una rareza genética debida a un gen recesivo, que le da el color blanco. Esta particularidad genética se llama leucismo y puede tener diferentes grados. En el leucismo o la pluma es completamente blanca o completamente coloreada, no hay plumas “a medias”. Casi el 30% de las aves que tienen esta rareza, son mirlos.
Para que sea visible (fenotipo) este color blanco, tiene que darse la coincidencia de que ese mirlo se empareje con una hembra que también lleve en sus genes (se muestre o no) ese gen recesivo que le provoca el leucismo.
Este mirlo que veo desde hace dos años, va siendo cada vez más blanco y, seguramente, llegará un momento que será blanco del todo.
Otras veces se produce un fallo de lectura de los genes. Así pasó seguramente con esta serpiente de dos cabezas. 
El bicefalismo, generalmente, son dos individuos diferentes que se han fusionado en el desarrollo, es decir, dos gemelos que no han llegado a separar sus cuerpos, pero tienen dos cabezas y normalmente dos corazones, aunque no se vea.
Este fallo no lo transmitirá genéticamente, porque no es genético, sino un fallo de interpretación de nuestro organismo que se muestra a través del fenotipo, su apariencia.
Si el fenotipo es la apariencia de un organismo, sucede que en ciertos momentos te puedes encontrar con una mezcla de dos especies, es decir un híbrido. Como sucedió cuando en el Parque Nacional de Doñana nos encontramos con este cruce de cerdo doméstico y jabalí. 
Casi siempre, un híbrido, unión de dos especies, es estéril, con lo cual no podrá tener descendencia. Los híbridos pueden producirse de forma natural como seguramente sea este cruce de jabalí y cerdo doméstico pero, normalmente, el hombre tiene que ver en la creación de muchos de ellos.
Sean rarezas genéticas o híbridos siempre sorprende encontrarse con algún animal que tenga alguna de estas características o peculiaridades en la naturaleza.
(Agradezco enormemente a Ernesto H. Barbáchano sus consejos para la realización de esta entrada, y a Poli prestarme su fotografía de la serpiente de dos cabezas para que la ilustre)

domingo, 1 de mayo de 2011

El Mirlo Blanco.

Un buen día, Fernando, amigo apasionado de la naturaleza, fotografía y astronomía me comentó que desde su trabajo había visto un mirlo macho blanco en el jardín de enfrente y, para allí que me fui. (Para el que no lo sepa, los mirlos machos son negros como el tizón).
Un jardín en medio de la ciudad, coches por los lados, niños jugando, gente paseando y yo, esperando a ver si, por un casual, aparecía el mirlo. La verdad es que pensaba que sería imposible verlo, el ajetreo era considerable. Pasado un rato, vino volando, tan tranquilo, entre la gente y se posó delante de mis narices, en mitad del jardín, donde comenzó a dar saltitos, avanzando de golpe, inclinando la cabeza de lado para observar bien el terreno; venía a comer, así que se puso a rebuscar en la tierra, escarbando, revolviendo todo para sacar cualquier tipo de invertebrado que llevarse al pico. Allí estuvo un buen rato, por supuesto, la sesión fotográfica que le hice fue considerable, cuando se cansó, marchó hacia un jardín particular cercano, donde seguramente tendría el nido.
Era blanco, algo tremendamente extraño, pero no era albino, este tenía los ojos normales, era una rareza genética debido a un gen recesivo, que le da el color blanco, pudiendo tener diferentes grados (este tenía bastante blanco; seguramente el año que viene, si sigue por ahí, será todavía mas) esta particularidad se llama leucismo (resulta que casi el 30% de las aves que tienen esta rareza, son mirlos).
Y mientras seguía pensando, apareció de nuevo, allí estaba, con su pico y círculo alrededor del ojo naranja, comenzando otra vez todo el ajetreo. Se quedó otro buen rato y ahora me dediqué a observarlo atentamente (ya tenía suficientes fotos). Estaba tan tranquilo, perfectamente adaptado a los ruidos, gente y coches, incluso una señora se quedó mirándolo y se interesó por él, fue la única, el resto de personas, que pasaron unas cuantas, lo ignoraron por completo, como hacía él con nosotros. Seguía moviéndose, revolviendo el suelo y saltando de acá para allá; me quedé con ganas de oírlo cantar, con ese enorme repertorio de trinos y melodías de los mirlos, seguramente cantaría como los demás pero no lo pude comprobar. De repente se levantó y fue volando hacia el mismo jardín particular de antes, definitivamente este era su territorio y como buen mirlo macho debía de moverse por él y cuidarlo, además, la época de cría ya había comenzado y el trabajo se le acumulaba. Si este era su territorio, no se moverá de allí hasta que muera (los mirlos que sobreviven a su primer año, viven una media de 5 años) y quizás, en otro paseo por allí, lo vuelva a ver.